OPINIÓN

HISTORIA

lunes, 15 de agosto de 2016

ROCK A TRAVÉS DE LA SEMANA, DÍA A DÍA. No hay asunto que no se haya tratado en el foro del rock. Entre los más recurrentes está el tema del tiempo, dentro del cual caben los días de la semana, por lo que hay cientos, miles de canciones que hablan del lunes, martes…

El Jefe es de los que más ha cantado al día a día.
Algo tan cotidiano, tan aparentemente falto de encanto y atractivo como la sucesión de los días de la semana ha sido convertido en cuestión principal de un sinfín de canciones, proporcionando reflexiones y narraciones a otras tantas partituras; así, desde el jazz más académico hasta el blues más barriobajero, desde la pieza de raíz tradicional hasta el tecno más vanguardista, no ha habido género o subgénero que no se haya detenido a hablar del lunes, el miércoles o el domingo. Y se ha hecho desde todos los puntos de vista; por ejemplo, Beatles cantaron a la semana con optimismo y alegría en ‘Eight days a week’, y McCartney, ya solo, lo hizo mostrando la tristeza de quien tiene por delante siete días rutinarios, monótonos, previsibles…

Bruce Springsteen ha escrito sobre esto más de una vez. En su ‘Without you’ (1996) The Boss decía más o menos: “El lunes voy a trabajar, el martes no encuentro la camiseta, el miércoles me siento triste (…) el jueves todo va bien, el viernes estoy fuera de mí, sábado y domingo también, es inútil, sin ti…”. Y también quiso hacer un homenaje al rock & roll revisando el clásico ‘Seven nights to rock’, e incluso modificó la letra en tres o cuatro ocasiones; así, una vez dice “El lunes voy a clase, martes a nadar, miércoles a la biblioteca, jueves con la familia, viernes videojuegos, sábado y domingo ¡todo el mundo a darle al rock!”; en otra ocasión cantó la misma así: “El lunes voy a rocanrolear con Jane, martes con Lorraine, miércoles con Nancy,  jueves es para Betty y yo, viernes con Sue, sábado y domingo cualquier chavala lo hará”.

Por su parte, The Clash explicaban en ‘Police on my back’ (1980) que “estoy corriendo lunes, martes…, domingo, ¿qué he hecho? (…) la policía pisándome los talones”; eso sí, el tema lo había escrito Eddy Grant para The Equals en 1967.

The Queen narraba un amor que sólo dura siete días en ‘In only seven days’ (1978): “El lunes empiezan mis vacaciones (…), el martes la veo en la playa (…), el miércoles no la veo pero espero que vuelva mañana, el jueves cambia mi suerte (…) me acerco y le pregunto su nombre (…) tendré cientos de recuerdos. Deseo que el viernes no termine nunca (…) el sábado sólo tiene 24 horas. ¡Oh no, me vuelvo a casa el domingo!”. El bajista, John Deacon, tal vez el ‘queen’ menos majestuoso, es el autor. 
Y también se puede revisar la cosa yendo día a día. Así, para el lunes, el ‘Monday Monday’, de Mamas & The Papas. Dice la leyenda que John Phillips la escribió en 20 minutos…, pero también que no le gustaba nada ni a Mama Cass ni a Michelle Phillips, y que el propio John decía que no tenía la menor idea de su significado…, aunque el segundo verso asegura que el lunes es “bueno para mí”. Sea como sea, su evocadora atmosfera siempre gratifica.   

Cualquier martes puede iniciarse con el ‘Ruby Tuesday’ de los Rolling Stones. Parece que la cosa iba de una fan que siempre iba con ellos y que terminó siendo la novia de Richards; el tema (escrito por éste y Brian Jones) es un adiós, una ruptura. Se trata, como dice el mismo Jagger, de una canción muy buena, con una estupenda melodía y un texto encantador.

El miércoles es uno de los días que menos llama la atención. Pero se pueden encontrar canciones como el ‘April, spring, summer y wenesdays’ de Status Quo. El veterano cuarteto ya ofrecía a finales de los sesenta un sonido machacón y primario, contagioso y trepidante, pero en las letras solían ponerse muy poéticos: “Soy la hierba sobre la que ella se acuesta, abril, primavera, verano y miércoles, soy la mano de la que ella siempre come, la cama sobre la que ella juega”. Es más blues, pero igual de Quo.

A finales del pasado siglo David Bowie tituló una canción como una biografía de la cantante estadounidense Eartha Kitt, ‘Thursday child’, pero no va sobre ella. Es, a pesar del tiempo pasado, una canción muy entroncada con los buenos tiempos de Bowie, con entornos dramáticos, nostálgicos: “Abandóname mañana, solamente por ti no lamento haber sido el niño del jueves”.

Comienza el fin de semana con el ‘Friday I´m in love’ de The Cure. Ha sido definido como pop tan absurdo que se convierte en excelente. Es el típico jovenzuelo enamorado que disfruta adelantando lo que ocurrirá el viernes y el resto del fin de semana con su chica: no importa que el lunes sea triste (referencia a New Order) y que los demás días igual, porque el viernes llega lo bueno. El ambiente optimista y feliz se completa con una melodía muy pegadiza.

El sábado noche es, con mucho, el momento de la semana más revisado por los autores de rock. Sobre ese momento va ‘Another saturday night’, una de esas maravillas de Sam Cooke. La escribió a principios de los sesenta, cuando estaba de gira por Inglaterra con Little Richard. Dentro de una delicada y adictiva melodía se ajusta un texto simpático y adolescente; trata de un chaval recién llegado que no acaba de conocer chicas, por lo que prevé otro sábado noche en solitario, sin embargo un amigo le dice que tiene una hermana de buen ver, pero cuando le echa el ojo, al chaval le parece un gato llamado Frankestein… Merece recordarse que Cat Stevens (alérgico a cantar lo que no escribía) grabó una acertada versión en 1974.

Y llega el domingo. Aseguran que Lou Reed escribió ‘Sunday morning’ a las 6 de la mañana de un domingo, animado por Andy Warhol, que le sugirió que compusiera algo para Velvet Underground sobre las ‘bajadas’ de las drogas (es de suponer que así estaba en aquel momento el malogrado Lou). El entorno ligero y la voz mortecina de Nico resultan muy apropiados: “Ven y descansa tus huesos conmigo”.

Seguro que todo el mundo recuerda más.

CARLOS DEL RIEGO


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