OPINIÓN

HISTORIA

domingo, 31 de enero de 2016

PAUL KANTNER Y SU JEFFERSON AIRPLANE, GLENN FREY Y SUS EAGLES Los grandes iconos y pioneros del rock están llegando a esas edades en las que el riesgo de muerte se dispara. Dos genuinos representantes del rock estadounidense se han ido casi de la mano: Paul Kantner de Jefferson Airplane y Glenn Frey de Eagles

Paul Kantner, compositor, guitarrista y cantante de Jefferson Airlplane.
Aquellos héroes parecían indestructibles envueltos en aquellas nubes multicolores que hacían refulgir sus abundantes cabelleras. Aquellos músicos de rock abrazados a sus guitarras hacían hervir la sangre a los más avanzados. Esos gigantes que desde abajo se antojaban inalcanzables… están abandonando el escenario definitivamente (“cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte”). La lista de veteranos del rock caídos en las últimas fechas sorprende a quienes fueron iniciados en esta disciplina en sus tiempos gloriosos. Sin embargo es lo que cabe esperar, sean estrellas o no. Dos representantes de la música de los buenos tiempos de la costa oeste de Estados Unidos acaban de dejar este mundo, Paul Kantner, de Jefferson Airplane, y Glenn Frey, de Eagles.

Glenn Frey, compositor, guitarrista y cantante de Eagles.
Jefferson Airplane eran de San Francisco y estaban allí cuando aquello del ‘verano del amor’, cuando surge el mito del barrio Haight Ashbury y el irresistible (entonces) atractivo que el movimiento hippy produjo en todo el mundo. Kantner era uno de los ideólogos de la banda, la cual se situó, en lo musical, en la punta de la nueva tendencia. Sus grandes logros se producen en sus primeros años, y todo el interesado podrá tararear canciones tan duraderas como ‘Somebody to love’ o evocar ambientes tan sugerentes como el de ‘White rabbit’. Pero también merecen reconocimiento otros títulos como el potente ‘The ballad of you & me & Mr. Pooneil’ (1967), que tiene que ver con dos de las grandes influencias de Kantner: A.A. Milner, autor de ‘Winnie the Pooh’, y el cantautor Fred Neil, compositor del clásico ‘Everybody´s talking’ de Nilsson; todo ello “mezclado en una coctelera de la era psicodélica”, según confesó el fallecido guitarrista; canción muy guitarrera y con un sonido punzante, tiene esos característicos cortes de los desarrollos psicodélicos, con tiempo para explayarse vocal o instrumentalmente y, en fin, dejar que el sonido se vuelva todo lo ácido que fuera preciso. Igualmente ‘Volunteers’, con esa curiosa llamada a la revolución, o el ‘We can be together’, con sorprendentes desprecios a la ‘contracultura’ y que asombra al proclamarse “las fuerzas del caos y la anarquía”, son otros imprescindibles de los abundantes grandes momentos de Kantner y Jefferson Airplane. En su momento aquí se hablaba de ellos en los círculos más entendidos como de algo mitológico, lejano, pero eran pocos los que los habían escuchado.  Y siempre tuvieron (al menos vistos desde aquí) ese aura legendaria que sólo tienen los héroes. 


Eagles eran de Los Ángeles y su sonido mucho más melódico, tal vez por eso entraron más fácilmente y con más difusión. Siempre serán asociados a ese tema imperecedero que habla de la hostelería californiana, esa conjunción de múltiples guitarras que se ha convertido en una de las canciones más reconocidas en todo el mundo. Pero poseen muchos otros títulos cargados de intención y genio. Entre éstos resulta gratificante recordar el cadencioso ‘Peacefull easy feeling’; ambiente suave y sin aristas, nada rasca, todo mece y acaricia, todo en ella es enamorada y nostálgica melodía, genial melancolía hecha partitura: un reconfortante masaje para las neuronas. Y a su altura se pueden citar otros temas perfectos para cualquier grandes éxitos, como las ligeras ‘One of these nights’ y ‘Take it easy’, la fronteriza ‘Desperado’ o la muy guitarrera ‘Witchy woman’.

Realmente el sonido de ambos grupos tiene poco que ver; sí, su raíz es el rock, pero mientras unos se dejan ir por los universos distorsionados e hipersensoriales, los otros proponen una explosión de guitarras, aquellos con estructuras libres y tan variadas como los colores de sus indumentarias, estos más ceñidos a estribillos y melodías. Jefferson habla de expandir la mente, de trascendencia, de viajes cósmicos, Eagles, paradójicamente más pegado a la tierra, cuenta historias de carretera, de chavales que se lanzan a la aventura y de relaciones tormentosas. Unos representaban perfectamente lo que había en el San Francisco hippy, mientras los otros son L A (‘eley’) con sombrero. En todo caso, rock made in Usa.  

Al igual que las estrellas auténticas aparecen, brillan y desaparecen, los astros del rock cumplen idéntico ciclo, y generalmente, tanto en un caso como en otro, cuanto más brillo menos vida. Generalmente. Finalmente, cabe referirse al leve universo terrenal y sus apenas asteroides y luceros con otro latinajo: ‘Sic transit gloria Mundi’.  
            

CARLOS DEL RIEGO

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