OPINIÓN

HISTORIA

domingo, 2 de agosto de 2015

¿ALGÚN GRUPO GRIEGO DE ROCK CON ÉXITO INTERNACIONAL? ¿Nombres griegos conocidos en el mundo del pop y el rock? La mayoría apenas podría mencionar a Vangelis y a Demis Roussos, que lograron éxito internacional. Sin embargo, hay más cosas de interés en la milenaria Hellas.

Vangelis y Demis Roussos, los dos griegos más conocidos en
 el mundo del pop y el rock
Por causas indeseables Grecia está en primera plana desde hace meses, años. Todo aquel que eche un vistazo a la prensa y escuche o vea informativos conocerá perfectamente a los actores de esta tragicomedia. Pero, ¿cuántos serían capaces de recordar un par de grupos griegos de rock? (no cantautores o similar), ¿y algún éxito de alcance internacional que tenga esa procedencia? Pues sí, los hubo.


Hay que tener cierta edad y buena memoria para acordarse de bandas helenas de rock que hayan aparecido en las crónicas o listas de éxito. Aun así, alguien habrá que tenga en su mente alguna melodía (al menos una) del grupo de rock progresivo Axis, que tuvo cierta repercusión en Europa en los primeros años setenta; más conocidos fueron Aphrodites Child, que se hicieron notar en las listas del viejo continente hace más de cuatro décadas. Lo curioso es que ambas, integradas exclusivamente por compatriotas de Platón, se formaron en Francia y cantaban en inglés.

Axis fue un grupo muy versátil que podía pasar del rock progresivo más potente al pop más comercial. Activos en la primera mitad de los setenta, publicaron sólo tres álbumes en los que se combinaban bonitas melodías, potentes guitarras y el típico sonido de órgano sicodélico que tanto gustaba entonces. De ellos quedará el gran éxito ‘Ela Ela’ (adaptación de una tradicional griega) o la pegadiza ‘Shine Lady shine’, la excelente ‘Someone’ o la rocosa ‘Waiting a long time’, canciones que pueden mostrarse en cualquier momento, en cualquier época, y escucharse con agrado y sin desmerecer en absoluto. Dos de sus integrantes pasaron a formar parte de la banda de acompañamiento de Demis Roussos cuando éste inició su carrera en solitario.   


Roussos había militado en Aphrodite´s Child junto al otro gran protagonista del rock helénico, su primo Vangelis Papathanassiou. El caso es que en aquellos últimos sesenta del siglo XX el centro del mundo del pop y el rock era Londres, así que hacia allí puso rumbo el ‘Niño de Afrodita’, pero no llegó, sino que se quedó en París, donde fue testigo del mitificado Mayo del 68. Desde la ciudad bajo cuyo asfalto estaba la playa (así gritaban los manifestantes de aquel mes) Aphrodite´s Child se lanzó a la conquista de Europa. Su propuesta sonora se basaba en la aterciopelada voz de Roussos (también bajista) y los teclados purísimos de Vangelis, que lograban una atmósfera suave, elegante y con buen gusto, un rock melódico atractivo y con ese toque casi místico tan en boga entonces; a ello se sumaban inspiradas melodías e impecable presentación. En primer lugar adaptaron el famoso ‘Canon’ de Pachelbel, que convirtieron en ‘Rain & tears’ y con el que llegaron a los puestos más altos de las listas en varios países europeos. Publicaron tres álbumes, el primero era mono (o sea, no estéreo), contenía temas de verdadero valor y solos de teclados y guitarras equiparables a los de los mejores grupos sicodélicos del momento; el segundo incluía otro de sus temas emblemáticos, ‘It´s five o´clock’, y la melodiosa y acaramelada ‘Annabella’; el tercero fue un proyecto ambicioso, atrevido y experimental de Vangelis que llevó al grupo a su desaparición, aunque antes habían lanzado otro single de éxito, ‘Spring, summer, winter & fall’, con el que volvieron a lograr más de un número uno europeo. Fueron, en fin, asiduos a las listas de éxito del 68 al 72 con su rock suave, armonioso, dulce.

Como todo interesado en esto sabe, Demis Roussos (que en realidad había nacido en Egipto) logró infinidad de éxitos a lo largo de una extensísima trayectoria (más de 30 álbumes), cantó en varios idiomas y fue uno de los más populares solistas de los setenta y parte de los ochenta, cuando era un asiduo a las televisiones de media Europa y su figura inmediatamente reconocida; muy a su pesar viajaba en aquel avión secuestrado en 1985. Su inolvidable y angelical voz se extinguió definitivamente en enero de 2015, aunque siempre se recordará ese tono finísimo y delicado en aquel entrañable corpachón.

Vangelis llegó aun más lejos. Sus obras brillaron tanto en el mundo del pop, el rock y las vanguardias como, sobre todo, en el terreno del cine; publicó docenas de discos de los más diversos géneros, algunos en colaboración con grandes del rock como Jon Anderson (de Yes); sin embargo siempre será más recordado por las bandas sonoras que creó para películas imperecederas, emblemáticas, así la impresionante partitura de ‘Blade Runner’ o la oscarizada de ‘Carros de fuego’, entre otras muchas. Su estilo tiende a lo solemne, a lo barroco y grandioso, pero como quiera que sus melodías son sencillas y tienen estructuras muy familiares para el espectador, cada una de sus obras se absorbe de modo fácil y permanente.   

Además, entre los históricos del rock griego (aunque también muy desconocidos lejos del Olimpo) cabe el malogrado Pavlos Sidiropoulos, quien como sólo cantaba en griego no logró despertar interés fuera de casa a pesar del talento que evidencian sus composiciones; posee temas de verdadero mérito, como el imprescindible ‘O Mpampis o Flou’, una pieza de blues-rock con muchos elementos de su tiempo (el solo de guitarra), pero con un algo que le da una atmósfera de clásico. También merece recordarse a Flowers of Romance, una banda de rock gótico y afterpunk (muy Sisters of Mercy y The Mission) de la que cabe destacar ‘Love means death’; y a Socrates Drank The Conium, y al más actual Rous y su ‘Eksaireseis’.

Sí, la milenaria y hoy alicaída Grecia también ha hecho su aportación a la causa del rock.


CARLOS DEL RIEGO

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