El dúo The Buggles y su vídeo fueron los primeros en aparecer en la MTV, en 1981 |
Cuando apareció la MTV fue todo un impacto entre
quienes sentían pasión por la música rock; nombres de leyenda alternaban sus
vídeos en la nueva cadena, podía verse lo último de Ramones (de los primeros
clps emitidos) y de Michael Jackson, allí salían las bandas más vanguardistas
del momento y allí tenían reflejo las nuevas tendencias: la ‘new wave’, el
afterpunk, los nuevos románticos, el techno…, y también se daba cancha a la
vieja guardia, desde los Stones al heavy…, es más, hubo algún momento en que
daba la impresión de que había que pasar algún tipo de filtro de calidad para
que alguien viera su nombre en la esquina inferior izquierda de la pantalla. En
los primeros ochenta del siglo pasado, que es cuando MTV nace y da a conocer su
novedosa propuesta, era una auténtica gozada sentarse a dejarse sorprender por
las canciones y los clips de los grupos más nuevos, y también los de los
clásicos; se comentaban las virguerías de las imágenes y se celebraban las
melodías más recientes, se hacía uno con los caretos, tocados, indumentarias y
locuras de todos los que pululaban por aquella jungla multicolor. ¡Cómo
explicar la convulsión que supuso entre todos los interesados el vídeo de New
Order ‘Tru faith’ o el ‘Once in a
lifetime’ de los Talking Heads! Era algo novedoso, atrevido, imaginativo,
original, llamativo, vistoso… De aquella ‘emeteuve’ (así se pronunciaba en
España) ya no queda nada.
La más reciente barrabasada de la otrora cadena
musical ha sido premiar a la cada día más desnuda (de ropa y de inteligencia)
Miley Cyrus, quien, por otro lado, más parece una interna de un campo de
concentración que una chica de calendario de taller de automóviles. Pero si se
piensa bien, una cosa lleva a la otra. La elección de esta adolescente mimada
como artista más popular del año es, ante todo, una evidencia de la mediocridad
en la que se reboza la cadena. Y esto es así porque todo aquel que se siente
artista pero está huérfano de talento o mérito tiende siempre a lo mismo: sexo
y/o violencia, que son los últimos recursos de los mediocres para llamar la
atención. La Cirus no pierde oportunidad para mostrar su delgadez grimosa,
adolescente, flaca, pues ha comprobado que este tipo de actitud otorga más
celebridad que cualquier campaña de marketing ‘normal’ (de hecho, eso de
despelotarse es puro marketing) y, por supuesto, que cualquiera de sus
canciones. Del mismo modo, la MTV ha debido ser invadida por ramplones y
mezquinos ejecutivos que han llegado a la conclusión de que los ‘realitys’
atraen público, más que la música (además, para esto ya tienen otras cadenas,
infumables en un 90% de su emisión); y como quiera que la televisión que emite
realidad (aunque ésta esté orientada) sólo tiene seguimiento si contiene sexo
y/o violencia (si no hay cama, palos e insultos la cosa no funciona), aquellos
genios de la comunicación y la vulgaridad han llenado la cadena de
programas-basura, tratando de emular a contendores como A-3 o T-5.
La MTV ha sacrificado toda propuesta de creatividad
en aras del marketing, todo atisbo de innovación se dosifica por orden de los
ejecutivos, todo lo que se emite, en fin, se hace ahora en función de los
criterios de los expertos en manipulación de masas. Durante los primeros años
de este proyecto de televisión musical, la intención de sus dueños era ganar
dinero (lógico, como todos) ofreciendo lo que estaba sucediendo en el universo
del rock y similares, mientras que hoy, con la llegada a la cumbre de los
estudiosos de los mercados, la pretensión es la misma, pero para ello se atiende
exclusivamente a lo que opinan esos trileros y se prescinde totalmente de
cualquier criterio artístico, vanguardista o de calidad. Y es por esto que
ahora protagonizan la MTV gentes sin el menor mérito, talento o valor, igual
que los que copan sus premios.
Por cierto, alguien debería organizar un premio a
los mejores premios del año para así cerrar el círculo del absurdo.
CARLOS DEL RIEGO
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