OPINIÓN

HISTORIA

domingo, 15 de septiembre de 2013

EL ESCÁNDALO: ÚLTIMO (¿ÚNICO?) RECURSO DEL MEDIOCRE PARA LLAMAR LA ATENCIÓN Se trata de una especie muy común en la actualidad: cantantes que sólo cuentan con el recurso del escándalo y el sexo para mantenerse en portada, dejando en un muy segundo plano la parte musical

Puesto que musicalmente no lo logra, la chica está dispuesa a todo
con tal de llamar la atención.
Hay músicos que dependen de las mayorías, y hay otros que viven y trabajan en su salsa sin salir de escenarios pequeños. Éstos sólo tienen que preocuparse por hacer buenas canciones y buenos conciertos, mientras que aquellos han de tener siempre grandes masas comprando sus discos, llenando grandes recintos y estando siempre bajo los focos; y para ello recurren a prácticamente lo que sea, es decir, prestan más atención a la imagen, a las fotos y vídeos, a la televisión, a las redes sociales, al que se esté hablando de uno cueste lo que cueste…, dejando en un muy segundo plano el aspecto musical. El márketing es, para los que son superestrellas o no son nada, lo verdaderamente importante de su carrera, muy por encima de discos y canciones. Tal cosa está demostrándose actualmente con algunas cantantes estadounidenses, como Miley Cyrus, Lady Gaga, Britney Spears, Madonna o alguna que quisiera ser como ellas, como Lana del Rey; en otro plano también se puede añadir algún cantante de dudosa valía, como el lechuguino de Justin Bieber.

Como sabe todo el que echa un vistazo a la prensa de vez en cuando, Miley Cyrus es una estrella juvenil de la música y la televisión que, una vez alcanzada la mayoría de edad, va de escándalo en escándalo, presentándose siempre del modo más sexual, pasándose de la raya a decir de todos los comentaristas; y es que como sus canciones no acaban de despegar, como necesita estar (o al menos creerse) en la cresta, ser la protagonistas, el objetivo de todas las cámaras, busca llamar la atención utilizando el recurso de los mediocres: sexo, sin más; ¿alguien ha hecho el mínimo comentario respecto a sus discos? Sea como sea es evidente que esta chica no ha recibido jamás un no como respuesta. Tres cuartos de lo mismo se puede afirmar de Lady Gaga, que acaba de publicar un vídeo en el que aparece en cueros al comprobar que es el único modo que le queda para que se le preste atención; y aun se le recuerdan otras salidas de pata de banco marcadas por el mal gusto y la zafiedad más grosera y palurda, como cuando se presentó en una gala con un traje confeccionado con bistecs y entrecots… Poca diferencia con respecto a los clips de Lana del Rey, que parecen monotemáticos: posturitas, besos más que apasionados, revolcones cercanos a lo explícito…, y a todo esto tonos susurrantes e pretendidamente insinuantes que denotan escasez de talento, mediocridad y, en fin, uso de la táctica fácil y grosera.

Las otras dos son algo más talluditas pero en el fondo ofrecen más o menos lo mismo. La Spears llevaba un montón de tiempo sin ser portada, y como con sus canciones no lo iba a conseguir tira de lo previsto: vídeo clip subido de tono con la tal (muy diva y poco artista) más atenta a retozar y exhibir que a la música. Nada nuevo, pues su trayectoria muestra una búsqueda constante del alboroto y la escandalera. Por su parte Madonna, camino de convertirse en sexagenaria, siempre ha utilizado la provocación más evidente y facilona (la religión, el habla malsonante y, claro, el sexo) para tratar de ser el centro de atención; cierto que ésta tiene una larga carrera discográfica, pero siempre más apoyada en un pretendido hedonismo roñoso que en otra cosa; asimismo, la italo-norteamericana está modificando su rostro, que empieza a parecer una de esas máscaras deformes que se colocan, a base de bisturí, las que creen que las operaciones de estética restan años.      
    
El mencionado Justin Bieber, todo un pisaverde consentido y a la vez manipulado como marioneta, tendrá corto recorrido, seguro.

Y a pesar de todo, o tal vez debido a ello, casi todos los mencionados tienen un elevado riesgo de seguir los pasos de Whitney Houston, Amy Winehouse o Janis Joplin, aunque sin haber mostrado la milésima parte del talento de estas. Es evidente que muchos grandes personajes de la historia del rock han tenido e escándalo y el sexo siempre a mano, pero nunca fue su única arma, su único recurso.


CARLOS DEL RIEGO

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