La canción 'I don´t like mondays' es una maravilla |
El pasado lunes 23 de abril los medios de
comunicación daban la noticia de que un niño de cuatro años había dado muerte a
su padre en Arabia Saudí; al parecer, éste no le había comprado el juguete que
él quería, de modo que, en un descuido, el niño cogió la pistola de su padre y
le disparó acertándole en la cabeza, con lo que murió en el acto. El chiquillo,
al ser preguntado, respondió simplemente eso, que su papá había regresado a
casa sin haberle comprado la consola de juegos.
Entre las dos fotos, más de 30 años |
Esta terrible historia se relaciona
fácilmente con la que dio pie a la famosa canción ‘No me gustan los lunes’ (‘I
don´t like Mondays’) que el grupo irlandés Boomtown Rats publicó el 1979. Aunque
en España tuvo menos repercusión, el hecho causó una enorme conmoción en
Estados Unidos. Una chica de 16 años de California (Brenda Spencer) cogió un
día a primera hora de la mañana el rifle que su padre le había regalado en
navidad y no se le ocurrió mejor cosa que asomarse a la ventana de casa y
disparar; como su colegio estaba enfrente, tiró contra los escolares (de 9 y 10
años), conserjes, profesores, directores...
Brenda, 16 años, mató porque no le gustaban los lunes |
Poco más de un cuarto de hora
después había disparado 36 veces con el resultado de 2 muertos y once heridos.
Luego se encerró en casa y horas después se entregó. Preguntada por la causa de
su acción dijo, entre otras cosas y con una frialdad que dejó estupefactos a
todos, “No me gustan los lunes, y esta era una buena forma de hacerlo
divertido; ha estado bien; eran como patos en un estanque, blancos fáciles”.
Fue condenada a cadena perpetua y aunque ha pedido varias veces la libertad
condicional, se la han denegado siempre; no tendrá una nueva vista hasta 2019,
es decir, para entonces llevará 40 años en la cárcel, y casi seguro que
volverán a denegarle la condicional..., en USA cuando condenan, condenan.
Estas dos historias de niños asesinos
demuestran una cosa por encima de todo: un arma de fuego al alcance de un niño
es un peligro constante, permanente, para todos los que estén a su alcance.
Lógicamente, el niño de cuatro años no sabía qué hacía y aunque sea
inconsciente, ese hecho marcará el resto de su vida, igual que la adolescente,
que la pasará entre rejas. Por otro lado, las armas en casa significan peligro
para quienes vivan en ella, pues tienen muchas más probabilidades de resultar
heridos que un intruso.
Desgraciadamente hay muchos otros casos
de niños asesinos, pero lo escalofriante de estas dos historias (verdaderas anomalías)
es que han pasado en casa. Así, quienes llevaron las armas no están totalmente
exentos de culpa; el padre del niño por no dejar su arma bien guardada (hay que
suponer que tendría licencia), y el de la adolescente por regalarle tal cosa a
una chica con problemas de drogas y alcohol, denuncias por violencia y abuso de
animales...
Eso sí, la canción de Bob Geldof es una
auténtica maravilla, una delicia de melodía y letra, una pieza redonda, sin
duda lo mejor que ha escrito el irlandés y uno de los temas inolvidables del
final de los setenta del siglo pasado. Audición obligatoria.
Carlosdelriego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario