martes, 31 de julio de 2018

LA ERA DEL VINILO. ÉXITOS DE VERANO

ÉXITOS DE VERANO.
LA ERA DEL VINILO.Un pequeño espacio de radio musical con los clásicos en singles y elepés.

THE SHOCKIN BLUE.

MUNGO JERRY. 

CHICORY TIP. 

KC & THE SUSNHINE BAND.

GRADUATE


lunes, 30 de julio de 2018

MUERTES SOSPECHOSAS EN EL MUNDO DEL ROCK Si la muerte prematura y repentina de un amigo, hijo o familiar cercano ya resulta dolorosa, cuando no quedan claras las circunstancias surge una inquietud, un recelo que no permite pasar página. Varias veces se ha dado esta situación con músicos de rock

Una de las muertes más sospechosas, dentro del planeta del rock, es la de Brian Jones, aún sin aclarar.


A veces el palo de la muerte de alguien cercano viene acompañado del recargo de la sospecha. De este modo, cuando la desgracia no tiene una explicación clara y convincente, cuando a los informes oficiales les faltan respuestas, los allegados del finado han de vivir con un insoportable y permanente resquemor, una incertidumbre que pone al pensamiento a dar vueltas, una y otra vez, en torno a lo que pudo ocurrir, a lo que le pasó a él o ella aquel día fatídico. Esto ha sucedido a varios músicos de rock.  
  
Una de las muertes más dudosas de la historia del rock es la que protagonizó, seguro que de modo indeseado, el fundador de los Rolling Stones, Brian Jones. La cosa empieza cuando en 1969 sus compañeros del grupo lo ponen de patitas en la calle. Y termina unas semanas después al ser descubierto su cadáver flotando en la piscina de su casa. La noche de autos la pasó con su novia Anna y otra pareja (Frank y Janet) en casa. Luego hay varias versiones. La amiga que lo encontró, Janet, dijo en principio que debió lanzarse a la piscina puesto de drogas hasta las cejas y…; después añadió que Jones y su amigo se pusieron a jugar como tontos en el agua a medianoche y, eso sí, después de doparse abundantemente; y más tarde explicó que, en realidad, ella vio antes a Frank con muy mala cara y temblando y, después, el cadáver flotante de Jones. Posteriormente, la novia del músico, Anna Wohlin, afirmó estar convencida de que Frank debió matar a Brian involuntariamente mientras jugaban en el agua. La cosa se complica cuando un especialista publica que, en su lecho de muerte, Frank confesó el crimen a un chófer de grupos de rock. Y para rematar el puzle, un investigador acusó de la muerte de Brian Jones a dicho chófer. Una cosa más, al parecer, la autopsia reveló que las cantidades de alcohol y drogas halladas en el cuerpo del finado no eran tan elevadas como declararon los testigos. No cabe duda, es una muerte sospechosa.            

Todo conocedor de este gremio sabe que Jim Morrison llegó a su fin en 1971 en París, y también que nunca hubo una explicación definitiva. De entrada, el cantante murió el 3 de julio y su representante lo comunicó días después; de hecho, hubo periodistas que, en ese intervalo, escucharon rumores y preguntaron, pero les dijeron que Jim tenía un problemilla de salud, que estaba descansando y no se le podía molestar. El certificado de defunción infirmó que había sufrido un ataque al corazón, aunque no se realizó autopsia. Su esposa, Pam, declaró que lo vio toser y escupir sangre mientras se daba un baño; sin embargo, Morrison no había presentado ningún síntoma, al contrario, parecía sano los días anteriores, y además, la mujer dijo no haber estado presente en el momento de la muerte. Luego, un fotógrafo contó que el representante le había confesado que el solista de Doors esnifó gran cantidad de heroína creyendo que era coca. Lo último que se ha dicho sobre el asunto es lo que declaró la cantante Marianne Faithful (relacionada con varias estrellas del rock), la cual afirmó que uno de sus antiguos novios le había pasado a Jim Morrison ‘caballo’ casi puro, casi sin cortar... Y otra vez no se practicó autopsia, por lo que no hay certeza para este ‘The end’.

Más interrogantes plantea el caso de Richey Edwards, guitarrista y letrista de Manic Street Preachers. Sus antecedentes muestran depresión y tendencia a la autolesión. Un día de febrero de 1995 desapareció de un hotel. Sin más. Menos de un mes después la policía encontró su coche en un puente utilizado por los suicidas, pero no su cuerpo. Trece años después, ante la falta total de pistas, se le dio oficialmente por muerto. Pero él había dicho varias veces que nunca había pensado en suicidarse, además, no se tiene conocimiento de intentos anteriores (algo muy habitual en casos de suicidio); asimismo, días antes retiró importantes sumas de dinero de sus cuentas; también se ha sabido que el coche ya estaba donde fue encontrado unas doce horas antes de lo que se pensaba, detalle que plantea más cuestiones insolubles, de momento. Son ya 23 años de dudas.

Otra desaparición enigmática es la de Phillip Taylor Kramer, bajo, teclados y voz de Iron Butterfly (los de ‘In a gadda da vida’) de 1974 a 1977. Al deshacerse el grupo Kramer estudió Ingeniería Aerospacial y entró en el Departamento de Defensa de Usa, ideó un sistema de guiado de misiles, creó una empresa de investigación tecnológica, desarrolló técnicas de compresión de datos e investigó la fibra óptica; es más, tras su muerte se supo que trabajaba en un sistema de reconocimiento facial y en el ordenador cuántico. Era lo que se dice un genio de la ciencia. Con su empresa en bancarrota acudió a una cita con un posible financiero en el aeropuerto de Los Ángeles en febrero de 1995. Entonces, la policía recibió una llamada suya en la que afirmaba su intención de suicidarse, y sólo añadió que OJ Simpson era inocente (??). Su empresa estaba casi en quiebra, sí, pero nunca había mostrado síntomas de desequilibrio, no trasegaba de nada y estaba enamorado de su familia. Se especuló que había intereses en callarlo y que por ello fue secuestrado; se dijo que su desaparición era cuestión de seguridad nacional… En 1999 sus huesos fueron descubiertos dentro de su camioneta en el fondo de un cañón en California. El informe oficial determinó el suicidio, pero su padre gritó a los cuatro vientos que el músico-científico le había dicho varias veces que se sentía acosado y que aunque lo dijeran, jamás se quitaría la vida… ¿Hay para sospechar? Phillip Taylor Kramer, en fin, merece recuerdo y reconocimiento.

Otro ‘suicidio’ sospechoso es el de Bobby Fuller, que logró el éxito en 1966 con su versión del ‘I fought the law’. Pocos meses después fue hallado muerto en el coche de su madre frente a la casa de ésta; tenía en la mano una goma conectada a un bidón de gasolina (¿), estaba empapado en ésta, presentaba magulladuras y tenía sangre por la ropa; se determinó accidente o suicidio y que llevaba muchas horas muerto. Tenía 23 años, ¿por qué se podría suicidar un joven al que la vida sonreía? Se habló de mafiosos y de oscuros intereses. En todo caso, es otra muerte sin aclarar. Ah, por uno u otro lado Fuller estaba relacionado con Buddy Holly y Richie Valens…

Muchas cosas raras y de imposible explicación. No hay pistas ni sospechosos.  

CARLOS DEL RIEGO

domingo, 22 de julio de 2018

GRUPOS DE ROCK CON HERMANOS NO MUY BIEN AVENIDOS Cuando un chaval empieza a interesarse por el rock tanto como para pensar en formar un grupo, es bastante habitual que sus hermanos sean de los primeros en enterarse. Así, muchas grandes bandas integran hermanitos que, a veces, las menos, se llevan fatal

Dentro de Creedence Clearwater Revival convivieron Tom y John Fogerty, quienes tras la separacion nunca se reconciliaron (Tom murió en 1990).


Esa idea de un grupo de rock resulta fascinante para muchos chavales, de manera que es fácil contagiar al que está al lado, que casi siempre es el hermano, quien no querrá ser menos y, sea el mayor o el pequeño, se enrolará en el proyecto. De este modo, son muy abundantes las bandas de rock, pop y géneros cercanos que cuentan con ‘brothers’ en sus filas. La mayor parte de las veces, aunque existan ciertas dosis de discrepancias, celos y envidias, la sangre suele imponerse, de manera que esos hermanos que comparten discos, estudios, escenarios, carretera y rock & roll lo llevan bien, incluso a veces muy bien. Sin embargo, hay ocasiones, las menos, en que compartir apellido no es suficiente para que se soporten, y terminan tirándose los trastos a la cabeza con escándalo, palabras gruesas y todo tipo de jugarretas y perrerías. Entre estos últimos, entre las bandas con hermanitos mal avenidos en su formación, hay algunas en que las peleas son especialmente ruidosas. Tres grupos de gran relevancia como The Kinks, Creedence Clearwater Revival y UB 40 son ejemplo perfecto de desafecto fraternal.

The Kinks nació ya con Ray y Dave Davies (3 años más joven) en su formación, quienes habían aprendido juntos a tocar. Ray se erigió en compositor principal, de manera que aunque Dave escribió algunos títulos, todos los éxitos y temas emblemáticos están firmados por Ray. Seguro que desde que el ‘You really got me’ (1964) se convirtió en éxito, Dave empezó a mirar a Ray con ‘pelusa’. Desde entonces, las relaciones entre ambos han sido tormentosas y muy volubles, y aunque en algunas ocasiones daban impresión de llevarse bien, son más las veces que se han comentado sus desencuentros; la realidad es que, como se ha dicho, no existe entre ellos eso que se llama amor fraterno. ¿La causa?, básicamente el orgullo de uno y los celos del otro. Ray ha declarado que Dave (que también se lleva a matar con el batería, Mick Avory) “es un buen tipo, pero tiene una forma extraña de ver las cosas”. El grupo se separó en 1996 y desde entonces no han tocado juntos a pesar de rumores de reunión; ahora (VII-18) parece que, con los años (ambos son setentones), han hecho las paces y puede que…

Uno de los grupos que más éxito logró en menos tiempo es Creedence Clearwater Revival: siete excelentes álbumes en sólo cinco años. El problema es que hubo problemas económicos, administrativos, legales y de choque de egos casi desde el principio, especialmente entre Tom (cuatro años mayor) y John Fogerty. Éste escribía todo el material, de modo que las ideas de los otros nunca pasaban del papel, pues John llegó a hacerse no sólo con la dirección artística (canciones, producción, sonido), sino que también se erigió en director, manager, administrador e incluso presidente. Y si a los otros dos les jorobaba, a Tom debían llevarle los demonios al ver a su hermano pequeño dominar de ese modo, y en 1971 decidió abandonar la banda y emprender camino en solitario que, sin faltarle mérito, ni de lejos se acercó a lo logrado con los Creedence; estos siguieron un álbum más. Desgraciadamente Tom contrajo sida a causa de una transfusión y murió en 1990 con 48 años. Tom y John nunca se reconciliaron. El propio John Fogerty (uno de los más lúcidos compositores estadounidenses de rock), explicaba diez años después de la muerte de su hermano: “Mis sentimientos hacia Tom son contradictorios, confusos, ya que hubo muy buenos y felices momentos que compartimos, pero luego… Creo que todo se puede resumir diciendo que Tom era el mayor y su hermano pequeño tenía mucho más talento, lo cual le produjo unos celos irresistibles”. John sigue en activo, tocando por todo el mundo y sacando discos. ¿Se acordará de su hermano mayor?

Pero la más dura y prolongada batalla fraternal es la que sostienen desde hace años Ali Campbell y sus hermanos Robin y Duncan, de UB 40, una de las bandas de reggae que más discos ha vendido en todo el mundo, tal vez la que más. Sus temas, tanto los propios como las acertadísimas versiones que publicaron, volaban casi siempre a los puestos más altos de las listas, mientras que sus numerosísimos conciertos agotaban invariablemente las entradas. A pesar de los jugosos ingresos, poner en marcha todo el tinglado, montar un estudio de grabación, fundar una discográfica, mover tantas toneladas de equipo y muchísimos empleados a tiempo completo…, tiene que ser carísimo. El caso es que por más discos y entradas que vendieran la pasta gansa no aparecía; además, los créditos que pidieron para tener sello y estudio propios se llevaban ingentes cantidades. En fin, que por más que trabajaban las cuentas no salían. Así, Ali Campbell, autor de casi todos los temas propios del grupo y voz principal, cansado de la situación, dejó el grupo en 2008… Los que quedaron invitaron a Duncan Campbell a entrar en la banda y tomar el puesto de su hermano. Duncan, más joven, antes de aceptar consultó a Ali, quien le dijo que eso era una traición, pero que no le iba a decir que no aceptara la oferta. Duncan se convirtió en cantante de UB40 un par de meses después. Ali, dolido y resentido, llegó a declarar: “me senté durante cinco años a escuchar cómo mi hermano Duncan asesinaba mis canciones”. Desde UB 40 se dijo que Ali abandonó por su carrera en solitario, mientras que éste afirma que fue por los problemas administrativos y la imposibilidad de reconducir las cosas. Los hermanos dejaron de hablarse, salvo por las descalificaciones que se dedicaban; el padre se puso de parte de Robin y Duncan, algo que a Ali le sentó como un tiro, tanto que cuando el progenitor murió ni siquiera fue al funeral. Con Ali se había ido otro integrante, y poco después otro más se le unió, de manera que los que quedaron en el grupo seguían actuando como UB 40, pero los tres díscolos también se sintieron con derecho a usar el nombre, así que ha habido momentos en que había dos UB 40. A día de hoy, los rencores, resquemores y despechos se mantienen, y en cada entrevista Ali tira con artillería pesada contra Robin y Duncan, quienes responden con el mismo calibre.

Hay otros casos, claro (como el de Liam y Noel Gallagher de Oasis, que parecen más interesados en salir en la foto que otra cosa), sin embargo, lo normal es que los hermanos se lleven razonablemente bien compartiendo escenario. Y ello aunque sea en un ambiente tan estresante y lleno de trampas como el del rock & roll.

CARLOS DEL RIEGO

jueves, 19 de julio de 2018

LA ERA DEL VINILO.VERSIONES INESPERADAS.

LA ERA DEL VINILO.Un pequeño espacio de radio musical con los clásicos en singles y elepés

VERSIONES INESPERADAS. 

THE CURE. 
THE BYRDS. 
PETER FRAMPTON. 
THE KINKS. 
SANTANA

miércoles, 18 de julio de 2018

EL GASOIL ES EL NUEVO DEMONIO Uno de los demonios a los que ciertos políticos europeos parecen haber jurado odio eterno es el gasoil. Así, tanto aquí como en otros países de Europa Occidental se ha desatado una especie de persecución contra este combustible.

No son los turismos a gasoil los que más contaminan la atmósfera.


De repente, esos gobernantes (impregnados de ideología, prejuicios, populismo, demagogia y buenismo) anuncian la prohibición de los motores diesel más pronto que tarde, ya que, según muchos, es la principal causa de contaminación; lo curioso es que las culpas no recaen sobre todo lo que quema petróleo refinado, sino sólo sobre los automóviles, sobre todo los turismos. La responsable española del ramo ha declarado que “el gasoil tiene los días contados” lo cual no es decir gran cosa, ya que un día u otro los combustibles fósiles se agotarán.

El asunto de la prohibición afectará a millones de personas, usuarios de estos turismos que, seguro, no van a aceptar que sus automóviles, que fueron homologados y pagaron todos los impuestos, seguros, tasas e iteuves, sean repentinamente ilegalizados, sobre todo porque serán discriminados respecto a camiones y furgonetas, calefacciones o centrales térmicas, aviones o barcos (estos dos últimos sí que echan humos). Así pues, podría pensarse que hay motivo para querellarse contra quienes proclamen una norma que criminaliza con carácter retroactivo aquello que anteriormente no sólo se dio por bueno, sino que incluso se estimuló su utilización.
Pero lo más llamativo es que no han dicho una palabra de las calefacciones que consumen gasoil, con lo que hay que entender que los únicos diesel que contaminan son los de los coches, pero no las calderas que queman el mismo combustible (puesto que el gasóleo calefacción es casi idéntico al que sirven en las gasolineras, sólo se diferencian en el color,  y ambos sirven para ambos propósitos). Si a ello se añade que las calderas queman continuamente (para agua caliente y radiadores) es fácil llegar a la conclusión de que las calderas producen mucha más contaminación que los automóviles. Sin embargo, los únicos perseguidos son los utilitarios y las berlinas que, en realidad, la mayor parte del tiempo están aparcados.

De igual modo, se pretende sustituir los vehículos a gasolina o gasoil por los de motor eléctrico. Pero el caso es que la electricidad que necesitan esos motores procede de las centrales eléctricas, muchas de las cuales son térmicas, o sea, queman derivados del petróleo o carbón, lo que significa que cada una contamina como muchos autos. Y si se impone el vehículo eléctrico por obligación, la demanda de energía eléctrica se disparará, y habrá que echar más y más carbón, más gas, más fueloil o gasóleo a la térmica para abastecer las sedientas baterías de esos automóviles, ya que no sería suficiente con las centrales hidroeléctricas, y lo que rinden las placas solares y los generadores eólicos es, aun, poco. ¿Y las nucleares?, los puristas están en contra.

Suprimir sólo los motores de automoción a gasóleo es una medida inútil, típica de los gobiernos que buscan soluciones simples a problemas complejos y regalar los oídos de parte de la población. En otras palabras, demagogia y populismo. Además, si se prohíben los turismos a gasoil en Europa, gran parte de esos coches acabarán circulando en países menos desarrollados, donde los escapes vierten lo que quieren. A escala global, no habrá el mínimo beneficio.

Los gobiernos se ponen estupendos con las emisiones de los tubos de escape, pero no con las de las chimeneas o las térmicas, algo que se debe, sobre todo, a que se trata de un tema con tirón: ¿quién se va a oponer a que se procure mantener limpio el entorno? Sin embargo, será corto de miras todo aquel que piense que medidas así, que persiguen el objetivo político pero no la eficacia, van a dar resultado. Claro que, seguramente, todo se quede en alboroto y un motivo para encarecer el litro.

Los combustibles fósiles dejarán de usarse cuando el petróleo se agote (o no sea rentable su extracción), momento para el que faltarán treinta o cuarenta años, según expertos (los países productores no quieren revelarlo para que esa información no influya en el precio del barril). Por eso, crear un problema de magnitudes gigantescas y de consecuencias inimaginables para adelantarse unos pocos años a lo inevitable no es razonable (sobre todo si se hace con fines políticos o ideológicos). Otra cosa es mejorar el rendimiento del combustible y, evidentemente, el de las renovables, y empezar a pensar en la transición energética, ya que la cantidad de petróleo existente no es infinita.

El problema de la contaminación del aire no se soluciona prohibiendo circular turismos diesel.

CARLOS DEL RIEGO

domingo, 15 de julio de 2018

CANCIONES ROCK CON UNA PIZCA DE MISTERIO ¡Cuánto gustan los misterios y los enigmas, qué fascinación causan las historias sin final, las tramas sin resolver! El rock & roll ha producido canciones de gran alcance cuyo significado es y será siempre pura incógnita, lo cual las hace más interesantes

El clásico 'Starway to heaven' de Led Zeppelin es un claro ejemplo de letra misteriosa y, a veces, indescifrable.


Así es, rara es la persona que no se siente poderosamente atraída por una narración misteriosa o con final desconocido. Tal vez sea porque una intriga sin desenlace da pie a que se propongan todo tipo de teorías, algunas disparatadas y otras más razonables, y generalmente cada uno se posiciona en alguna de ellas según cuadre con su forma de pensar; será por esto que nadie se resiste al hechizo del misterio. Lógicamente, el negocio del rock & roll ha producido muchas canciones de dudoso o indescifrable significado, tan es así que hay casos en los que el propio autor no sabría decir en qué estaba pensando cuando la escribió o cuál era su intención. Algunas de esas canciones con incógnita son ya piezas históricas dentro de la sociedad del rock.

La letra de una de las cumbres del rock clásico, el ‘Starway to heaven’ (1971) de Led Zeppelin, es un ejemplo perfecto. Se dice que el autor del texto, Robert Plant, ha tenido que responder cientos de veces a la cuestión; en alguna ocasión dijo que era una abstracción, pero lo que ayudó a potenciar el enigma fue cuando reveló: “Dependiendo de qué día sea, todavía interpreto la canción de una u otra manera…, y eso que yo escribí la letra”. Lo único que una vez explicó se refería sólo a su comienzo: “Trata de una mujer que ha conseguido todo, incluyendo dinero, pero descubre que con eso no llegaría al cielo y tiene que comprar una escalera”. También dijo Plant que cuando la escribió estaba de muy mal humor, y que empezó a garabatear casi sin darse cuenta los primeros versos, e incluso pensó que no era él quien escribía…, entonces recordó la fascinación de Jimi Page por el ocultismo, el esoterismo, el satanismo, con lo que por su mente pasó el pensamiento de que debía ser el diablo quien le dictaba la letra (¡qué habría trasegado!). A partir de ahí se dispararon los rumores entre el personal: que la canción contenía mensajes ocultos de índole satánica y que había que escucharla al revés para entenderlos, o que habían vendido sus almas al demonio a cambio de crear una pieza musical del calibre de ‘Escalera al cielo’. Plant concluyó: “No me puedo creer que haya quien se tome en serio semejantes tonterías”. Lo que está claro que el texto en su conjunto es un laberinto, algo perfecto para mantener la intriga.

Dotado de un gran talento para la música, Prince no fue, sin embargo, lo que se dice un gran letrista; sus versos casi nunca contienen ideas profundas, trascendentes, elevadas, sino que suelen ser simples, fáciles de entender e incluso superficiales. Pero hay alguna notable excepción, precisamente uno de sus títulos más celebrados y coreados, el evocador ‘Purple rain’ (1984). Y es que jamás se entendió a qué venía o a qué se refería eso de la ‘lluvia púrpura’. Empieza diciendo que “nunca quise causarte dolor o pena, sino que sólo quise verte reír bajo la lluvia púrpura”, y el resto va en esa dirección, refiriéndose a sus amantes y sus amigos y terminado cada estrofa con lo de la lluvia púrpura. ¿Querría decir algo con eso?, o es que, a lo mejor, no encontró palabras que encajaran mejor en la melodía, o simplemente le gustó la imagen que transmite, sin otras intenciones, ya que la lluvia no suele ser de colores. Cuando una vez le preguntaron, el inconfundible artista (más preocupado de ser Prince que de cualquier otra cosa) contestó con ideas indescifrables: “Cuando hay sangre en el cielo (¿) el rojo de la sangre y el azul del cielo dan púrpura, así que la lluvia será púrpura; es el fin del mundo. Entonces tienes que dejar que Dios te guíe a través de la lluvia púrpura”. ¿Está claro ya a qué viene el color del chubasco? Claro que si la cosa va del apocalipsis, ¿por qué deseará a sus amantes y amigos que bailen cuando el cielo cae sobre sus cabezas? Seguro, ni él sabría a que viene ese tipo de precipitación, y como ya no está, el enigma permanecerá.

Otro título que mantiene su encanto es ‘A horse with no name’ (1972) de America. Dewey Bunell, el autor, explicó que su intención fue describir la impresión que le causó Usa en su primer viaje (había nacido en Inglaterra porque su padre, estadounidense, estaba allí destinado, e hizo la letra con 19 años, cuando papá había sido trasladado a California). El caso es que no se aclara si el jinete monta un caballo en busca de libertad, si ambos están muertos, si alucina (“el desierto se convirtió en mar”), si desvaría (“dejó que el caballo se marchara”), si la diña en el desierto para alegría de los buitres o si regresa a la civilización… Como mucho, Bunell dijo que el caballo es “una metáfora de un vehículo que sirve para huir del caos de la vida e irse a un sitio pacífico y tranquilo” (lo de huir del mundanal ruido que dijo aquel), y claro, ¿qué hay más tranquilo que el desierto?; también confesó que no sabe explicar el porqué de estos o aquellos versos, y que tampoco hay que buscar interpretaciones ocultas y tenebrosas. En todo caso, ha negado muchas veces que la cosa vaya de drogas (por lo del caballo) o alucinaciones. El fantasma del caballo sin nombre sigue cabalgando.

Una canción que siempre ha sonado a adivinanza es el clásico ‘You're so vain’ (1972) de la estadounidense Carly Simon (excelente la versión de Rolling Stones). En sus versos la autora señala a un tipo (un novio) vanidoso y engreído, hasta el punto de que la propia letra explica: “eres tan vanidoso que seguro que te crees que esta canción es sobre ti”. Sólo en 2015 Carly desveló que esa frase en concreto se refería al actor Warren Beatty, pero que cuando escribió la canción pensaba también en otros dos hombres…, y de momento no piensa decir quiénes. ¿Se llevará el secreto a la tumba? 

También es enigmática la intención de Bob Marley en su ‘I shot the sheriff’ (1973), puesto que admite que disparó al sheriff pero no a su ayudante. Preguntado qué significado tenía eso de culparse de un asesinato pero no de dos, el jamaicano dijo que el sheriff es “un elemento de maldad” que debe ser derrotado, insinuando también que el ayudante no tiene culpa, que es como el poli bueno. Pero una vez muerto, la que fuera pareja de Marley, Esther Anderson, declaró que la cosa iba de anticonceptivos, ya que ella quería tomarlos mientras él pensaba que eso era pecado, de modo que el médico que le suministró las pastillas a la mujer era el sheriff al que disparaba…, entonces ¿el ayudante era la enfermera? En fin, se impone un ¿quién sabe?

Aunque hay autores que redactan sus textos con un propósito y un sentido muy claro, seguro que abundan más los casos en que las letras no tienen mayores intenciones, sino que los escritores usaron esas palabras porque rimaban, porque daban la medida justa, porque resultan muy musicales o muy sonoras… Y luego que cada cual piense lo que quiera, cosa que ayudará a que se mantenga el interrogante y, por tanto, la vigencia de la canción.

CARLOS DEL RIEGO

jueves, 12 de julio de 2018

LA ERA DEL VINILO. UN RECUERDO PARA LOS CAÍDOS EN LOS ÚLTIMOS 12 MESES



LA ERA DEL VINILO.Un pequeño espacio de radio musical con los clásicos en singles y elepés. 
LA ERA DEL VINILO. UN RECUERDO PARA LOS CAÍDOS EN LOS ÚLTIMOS 12 MESES: 
FATS DOMINO, 
TOM PETTY, 
RAY 'MOODY BLUES' THOMAS,
 MALCOM YOUNG,
JOHNNY HALLYDAY, 


miércoles, 11 de julio de 2018

UN FORMULARIO PARA INICIAR Y/O MANTENER RELACIONES SEXUALES La ministra ha anunciado (VII-2018) la redacción de una ley que exigirá que la mujer dé un ‘sí’ explicito al hombre para mantener relaciones, y en caso de que ella no afirme, lo que venga después se considerará agresión. Lo mejor es un impreso oficial obligatorio

Propone el gobierno que la relación sólo comience tras un sí de la mujer, así que lo mejor será rellenar un formulario.


Sin contar que de por sí esta propuesta es una ocurrencia y un tratar de legislar sobre algo tan privado como el flirteo, ligue o cortejo, el asunto presenta varios otros inconvenientes. El primero es que uno puede decir que sí hubo un sí y otra que no lo hubo, con lo cual no se podría aclarar el conflicto; habría que contar con testigos, pero entonces dado que es en la intimidad cuando suelen producirse este tipo de encuentros, resultaría engorroso interrumpir la cosa e ir a buscarlos.

Pero, sin duda, lo ideal para que todo se haga siguiendo las reglas sería redactar algo así como una declaración firmada por la mujer en la que quede claro que da su consentimiento. Es más, el propio gobierno debería presentar un cuestionario, un formulario estándar en el que se determinaran con total precisión todos los pormenores del… acercamiento. Por ejemplo, así podría ser el FAR 1, Formulario de Aceptación de Relaciones.

1.- ¿Consiente usted que el señor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono) inicie conversación con usted?
2.- ¿Consiente usted que el mencionado hombre le hable de temas amorosos e incluso haga chistes?
3.- ¿Consiente usted que además de los puntos 1 y 2 el hombre indicado establezca contacto físico leve (coger de la mano)?
4.- ¿Consiente usted que, además de los puntos anteriores, el señor Tal la bese en la mejilla?
5.- ¿Consiente usted que, además de los puntos anteriores, dicho hombre la bese en los labios, es decir, el morreo?
6.- ¿Consiente usted que, además de los puntos anteriores, el hombre Tal la acaricie? Especifique en qué partes de su cuerpo permite las caricias.
7.- ¿Consiente usted que el señor arriba indicado mantenga con usted relaciones sexuales completas? Indique hasta dónde está dispuesta a llegar y qué es lo que no permite.   

Pueden también incluirse cuestiones más concretas en el impreso oficial, como ¿prefiere ser tratada con suavidad, con palabras amorosas, con términos groseros, o exige silencio?  Ese sería el básico, el FAR 1, pero se habilitarán y se pondrán a disposición de los usuarios el FAR 2, indicado para encuentros múltiples, o el FAR 3, que tendría un cláusula final que exigiría matrimonio en casos de que se llegue al punto 7. Y ya puestos, ella puede reclamar daños y perjuicios al paisano en caso de que las relaciones no hayan cumplido sus expectativas.

A continuación de cada pregunta se colocan dos cuadraditos, uno para sí y el otro para no, uno de los cuales debe ser señalado por la señora. En caso de que sea necesario, como en los puntos 6 y 7, se dejará un espacio para que ella indique con precisión hasta dónde da su consentimiento. Evidentemente será obligatoria la cumplimentación del cuestionario antes de empezar a hablar del asunto. Y, por supuesto, cada impreso sirve para una sola vez, es decir, un formulario, un intento.

Una vez rellenado el formulario oficial (que obligatoriamente deberán llevar consigo todos los que tengan intención de entablar cualquier tipo de relación que conlleve contacto físico), habrá que ponerle fecha y firmarlo, y ya sólo quedará presentar el impreso al notario, que legalizará todo con su firma, signo, rúbrica y sello. Se habilitarán funcionarios que levanten este tipo de acta a todas las horas del día.  

Entonces, cumplimentados todos los requisitos legales, la pareja ya puede iniciar el proceso. ¡No puede ser más fácil! Además, de este modo se evitarán todo tipo de confusiones. Claro que para cuando se haya producido la reunión con el notario (o cualquier otro funcionario específicamente legitimado para dar fe), tras esperar lo suyo junto a otras parejas que vienen a legalizar su contacto, y después de pagar las correspondientes tasas, es posible que los impulsos hayan perdido intensidad y cueste un poco ponerse en situación...

Si Quevedo o Pérez Galdós vivieran, ¡qué partido sacarían a las evidencias de sandez en que tan a menudo caen los gobernantes!

CARLOS DEL RIEGO

domingo, 8 de julio de 2018

HISTORIAS, SUCESOS Y BATALLITAS DELMUNDILLO DEL ROCK El libro del rock & roll empezó a escribirse hace poco más de sesenta años, pero han sido tan intensos que raro es el músico o grupo que no tiene historietas, chascarrillos o batallitas que contar

Los barbudos más famosos del rock, Beard y Hill de ZZ Top, acutaron durante meses en Usa como si fueran los británicos The Zombies incluso un año después de que éstos se separaran.


En un ambiente tan vertiginoso y dinámico como el que se respira en el barrio del rock & roll es lógico que se sucedan todo tipo de acontecimientos, historias y sucedidos, trágicos o chuscos. Además, siendo tan exagerados y apasionados los vecinos de este barrio, no cabe esperar otra cosa que peripecias y episodios aparatosos, o simplemente curiosos. Por ejemplo…

Un proceso por el que han pasado casi todos los grupos de rock, los más encumbrados y los otros, es el de la elección del nombre, algo que por regla general da muchas vueltas. Curioso es cómo Ian Anderson y compañía se bautizaron Jethro Tull. El caso es que, en su prehistoria, la banda era tan mala que tenía que cambiarse el nombre tras cada concierto, pues terminaban siempre entre abucheos. Hasta que una vez cosecharon aplausos e incluso el dueño del local les contrató para otra actuación; el nombre que tenían entonces era Jethro Tull, que procedía de una enciclopedia en el que se incluía a un agrónomo inglés del siglo XVII que se llamaba así. Y con ese nombre lanzaron su primer disco, en cuya errática portada se leía Jethro Toe.

Frank Beard y Dusty Hill, que luego formaron ZZ Top, protagonizaron una farsa en los años 60 que hoy no sería posible. Resulta que estos tejanos barbudos (dicen que no se la han cortado desde 1979), cuando los británicos The Zombies triunfaron en Usa con ‘Time of the season’, formaron un grupo llamado The Zombies, y haciéndose pasar por los auténticos (y vestidos de zombies) dieron un montón de conciertos por varios estados con gran éxito. Llama la atención que el sello discográfico de los ingleses en Usa sabía de la gran acogida que estaban teniendo (los falsos), pero como no tenían ni idea de quiénes ni cómo eran, pensaron que los auténticos The Zombies estaban girando por Estados Unidos. Pero lo más asombroso es que los zombies impostores seguían actuando un año después de que los auténticos se hubieran separado (1968). “Eran los años 60 y eso podía pasar; un grupo inglés podía ser famoso en Usa sin enterarse, y sus fans estadounidenses no tener idea de cómo eran sus integrantes”, explicaron Beard y Hill.

Muchas veces se ha explicado que la singular banda Devo, pionera de la nueva ola USA, se llama así porque sus integrantes defendían la idea de que el hombre no evoluciona, sino ‘de-evoluciona’, o sea, retrocede en lugar de avanzar. La cosa tiene un origen trágico. En 1970 se produjeron serios disturbios en torno a la Universidad de Kent (Ohio) a causa de unas protestas contra la Guerra de Vietnam que terminaron con la Guardia Nacional disparando con fuego real; hubo heridos graves y cuatro muertos. Gerald Cassale y Mark Mothersbaugh, que al poco formaron Devo, estaban allí y eran amigos de los muertos. A pesar de tan horrible origen, pocos grupos de su generación fueron tan divertidos, tan atrevidos e imaginativos como Devo.

El estadounidense Ted Bundy fue un asesino de mujeres (se dice que mató a un centenar) que terminó sus días en la silla eléctrica en 1989. Debbie Harry, la cantante de Blondie, ha contado muchas veces cómo Ted Bundy intentó secuestrarla en Nueva York a principio de los años setenta. Ella explica que una noche en una oscura calle neoyorquina estaba buscando un taxi cuando se detuvo un coche blanco cuyo conductor se ofreció a llevarla; ella se lo pensó pero montó. Entonces se dio cuenta de que las puertas no se podían abrir por dentro y sintió terror, pero consiguió bajar la ventanilla lo suficiente para abrir la puerta con la manilla exterior; el secuestrador vio que trataba de escapar y aceleró justo en el momento en que ella abría la puerta, por lo que salió despedida del coche… Luego, cuando Ted Bundy fue detenido, Harry denunció que era él quien había intentado raptarla.  Sin embargo, se sabe que el asesino ‘operaba’ en la costa oeste, que no secuestró a su primera víctima hasta 1974 y que nunca utilizaba automóviles trucados para cometer sus atrocidades. No sería el pervertido Bundy, pero sí que es muy posible que Debbie Harry sufriera un intento de secuestro.

Otro lamentable suceso con final fatal tiene como triste protagonista a uno de los mártires del rock, Keith Moon. Al parecer, en 1970, el batería y unos colegas estaban en un pub trasegando ‘sin moderación’ cuando apareció una pandilla de ‘skinheads’ con ganas de gresca. A éstos les pareció fatal que el músico bebiera coñac de marca y ellos cerveza barata (seguro que caliente), así que empezaron los insultos, Keith respondería y se pasó a los empujones y amenazas. Viendo que la cosa pintaba mal, el miembro de The Who y sus amigotes salieron…, seguidos por los cabezas rapadas, de modo que Moon y su chófer-guardaespaldas-compañero de borrachera Cornelius Boland se metieron en el Bentley, mientras defensores y agresores se arremolinaban en torno al coche. Los skins empezaron a balancearlo, en medio del tumulto el chófer sale y Keith queda al volante. Borracho, aturdido y aterrado, arranca y atropella a Boland reventándole la cabeza. Keith Moon fue absuelto, pero seguro que el recuerdo de aquella noche le persiguió los ocho años de vida que le quedaban.  

En su momento existía un cierto misterio acerca del significado (incluso la pronunciación) del nombre de la banda de rock sureño Lynyrd Skynyrd. Hoy es sabido que fue una especie de venganza contra un profesor de secundaria que se llamaba Leonard Skinner (seguramente hermano de Seymour). Con el paso del tiempo y la llegada del éxito echaron pelillos a la mar y dicho profe incluso presentó uno de sus conciertos. Como todo aficionado conoce, varios integrantes del grupo murieron en accidente de avión en 1977.

Tragedia y comedia. El rock es la vida misma. 

CARLOS DEL RIEGO

miércoles, 4 de julio de 2018

EGM, ENCUESTAS Y SONDEOS Y SUS DUDOSOS RESULTADOS Por mucho que cueste creerlo, las empresas dedicadas a estudios y sondeos basados en encuestas cuentan con la credibilidad de la mayoría, incluyendo políticos, periodistas e intelectuales, que se tragan sus indemostrables conclusiones como dogmas de fe


  
No deja de tener un punto de acoso el hecho de que un desconocido trate de que le regales tu tiempo e información acerca de tus opiniones, gustos o intimidades.
Los sondeos, encuestas y estudios basados en entrevistas tienen muy buena prensa, la cual se encarga de darles gran difusión a causa de que las conclusiones que se publican casi siempre muestran tintes escandalosos, sensacionalistas o preocupantes; y no hay que olvidar que sólo es noticia la mala noticia. Además, los medios de comunicación son entusiastas de las estadísticas, y les dedican grandes espacios ya sean de corte político, social, económico, deportivo...

En las últimas fechas (VII-2018) se han difundido dos de estos estudios, uno referido al desperdicio de comida y el otro a las audiencias de las emisoras de radio, el Estudio General de Medios. En el primero se determinan con exactitud los miles de toneladas de alimentos que no se consumen y van a la basura; pero el caso es que a las cifras concretas de comida desperdiciada se llega tras encuestas, tras entrevistar a productores, distribuidores, mayoristas, industriales y consumidores, que tienen que hacer memoria y especificar cuánto han desechado el último mes, semana o día: desde lo que se estropea antes de llegar al consumidor hasta lo que éste termina por tirar. Así, según respuestas, estas empresas concluyen con una cifra exacta, matemáticamente exacta a pesar de que los factores que dan el resultado son absolutamente inexactos, variables, sujetos a la memoria, a confusión, a error, a la mentira… En fin, no hay manera de saber con exactitud qué cantidad de alimento termina en el contenedor…, salvo que se cojan las bolsas de basura (todas) y se compruebe cuánto de lo que ahí hay se dejó estropear o cuánto aun podría comerse (¿se incluirán los gordos del filete, la piel del pescado o la patata que queda pegada a la monda como alimentos despilfarrados?).

Algo parecido sucede con el Estudio General de Medios, que se atreve a precisar cuántos oyentes tiene este o aquel programa de radio, cuántos gana o cuántos le saca a sus competidores; todo ello según las encuestas: “¿qué programa es el que más escucha usted?”, preguntarán, y la persona responderá con sinceridad o no, con acierto o no, con precisión o no, pues hay gente con mala memoria o con ganas de fastidiar, gente a la que le bailan las fechas, los títulos, las emisoras, los presentadores, o gente que dice esto porque cree que queda mejor y esconde aquello porque le da un poco de vergüenza decir que escucha ese programa. Suelen decir esos expertos en ‘estudios sociológicos’ que cuentan con factores de corrección que prevén errores, pero eso serviría si hubiera algo absolutamente preciso y fiable, algo comprobado y contrastado con lo que comparar el cómputo de las respuestas, pero no existe ese dato concreto.

En todo caso, hay que ser muy crédulo para tragarse las cifras que dan estas empresas dedicadas a preguntar a la gente, ya que los resultados de sus ‘investigaciones’ se antojan tan fiables como los de una echadora de cartas, como los de un futurólogo. Es difícil entender cómo personas bien formadas y perfectamente informadas, incluso individuos escépticos en muchas otras cuestiones, se creen a pies juntillas los números que arroja una encuesta. Y eso que las meteduras de pata de esta industria, cuya materia prima es algo tan volátil como la pregunta y su respuesta, han sido antológicas en los últimos tiempos, tanto que no sólo cabe la duda sino que se impone la desconfianza: fallaron estrepitosamente cuando aseguraron que, según sus encuestas, la opción del ‘brexit’ sería claramente derrotada en Inglaterra, la realidad les dio un puñetazo en el morro cuando predijeron que Trump perdería las elecciones a presidente de Usa por mucha diferencia, se equivocaron lamentablemente cuando aseguraron que, en España, Podemos conseguiría más votos que el Psoe… Incluso un profesional del ramo se quejaba entre sorprendido e indignado: “la gente nos ha mentido”… ¡claro, lógico!, ¿acaso el encuestador y su jefe se creen todo lo que un desconocido le dice en la calle o por teléfono? Pues por asombroso que parezca,  hay quien piensa que los sondeos son como un ‘dos y dos, cuatro’.

Eso sí, astutamente, estas sociedades dedicadas al cotilleo, a preguntar al personal por sus intimidades, a meterse en la vida de los demás, suelen utilizar el término ‘barómetro’ cuando hablan de los resultados de su campaña de preguntas, y han escogido esta palabra porque un barómetro es un instrumento de precisión matemática, de modo que al utilizarla tratan de asociar su producto a la exactitud. Además, hay que tener la cara muy dura para pedir a los ciudadanos que regalen su tiempo y su información. En fin, una encuesta no deja de ser una especie de acoso

En conclusión, cuando se publican trabajos basados en encuestas, en estimaciones, en proyecciones a partir de unas cuantas respuestas, cabe preguntar ¿cuentan con una prueba irrefutable que respalde las cifras publicadas?, ¿pueden demostrarlas de modo indiscutible y con precisión matemática? La respuesta a estas dudas sí es concluyente: no.
La cosa no deja de recordar a los nigromantes, a los que leen en las entrañas de un animal muerto, a los videntes que interpretan los posos del café, y también a los embaucadores que protagonizan el cuento ‘El traje nuevo del emperador’ o a los pícaros que llevaban de un lado a otro el cervantino ‘El retablo de las maravillas’.  

CARLOS DEL RIEGO

domingo, 1 de julio de 2018

DISPARATES Y EXCESOS VERBALES DE LAS ESTRELLAS DE ROCK Todo individuo dice tarde o temprano verdaderas estupideces, nadie está exento de quedar en ridículo o parecer un borrico rebuznando. Y en la lista de grandes desatinos verbales abundan, claro, los pronunciados por figuras y figurones del rock

Este tipo se cree un ser superior gracias a su dieta.


Por la boca muere el pez, en boca cerrada no entran moscas, quien tiene boca se equivoca…, tres refranes que indican la tendencia de la persona a dejarse decir  memeces, disparates y barbaridades. Siempre dadas al exceso, muchas figuras del rock podrían aparecer en la antología de la sandez y la incontinencia verbal. La mayor parte de las veces son bobadas sin mayor recorrido, tonterías de juventud o palabras gruesas soltadas para llamar la atención; no hace mucho el productor Quincy Jones se despachó a gusto contra grandes nombres de la historia del rock, aunque finalmente rectificó. Pero también hay auténticos bocazas que no solamente expelen groserías por la boca, sino que directamente ofenden, insultan o amenazan.

Entre estos últimos, entre los que demuestran con sus palabras que tienen un cerebro obtuso y escaso, están dos figurones vociferantes y desaforados, dos tipos a los que don Quijote hubiera descrito como “gente descomunal y soberbia”. Uno es Liam Gallagher y el otro Morrisey, quienes en los últimos días (VI-2018) han presumido en voz alta de su estulticia. El que tocaba en Oasis ha mostrado cómo le corroe la envidia y el resentimiento hacia Queen, especialmente hacia Freddy Mercury, a quien ha descrito como “un tonto del coño”. Pero el muy mostrenco no se quedó ahí, sino que especificó que “realmente Queen no me gustan, no, y aunque tengan buenas canciones siempre he pensado que suenan muy afeminadas”; y para terminar también tuvo algo para Brian May: “su guitarra parece como si estuviera atascada en el culo”. ¿Se puede ser más boceras?  En fin, el tiempo coloca a cada uno en su sitio, o sea, Queen seguirá vivo mientras Oasis (un grupo esencialmente copista) pase al olvido.

Pero el bocas máximo de la escena actual del rock, el verdadero campeón del dislate más ofensivo, hipócrita y prepotente es el que fuera cantante de The Smiths, Morrisey, que lleva años dejando claro su deterioro mental; la última de tan faltoso y perjudicado personaje ha sido hacer suyos los ‘pensamientos’ más odiosos. El sectario y fanatizante músico croó: “los veganos somos seres superiores”, una reflexión que surge del mismo proceso mental que aquella que se gritaba en la Alemania de 1940: “los arios somos seres superiores”, y también coincide con el modo de pensar que llevó al Ku Klux Klan a la idea de que “los blancos somos seres superiores”. No es que una cosa sea igual a las otras dos, pero sí es cierto que a tales conclusiones se llega a través del mismo camino, que es el que lleva a convencerse de tener la exclusiva de la razón, la única razón posible y aceptable, y por tanto, a sentirse por encima de quienes se atreven a adoptar posturas contrarias. Sin embargo, realmente no son seres superiores, sino que padecen complejo de superioridad, que no es lo mismo. En todo caso, el cretino cantante ha manifestado muchas veces los síntomas de ese complejo, como cuando describió a los chinos como “una subespecie”, como cuando insultó a Angela Merkel por acoger refugiados, como cuando apoya a gritos a políticos de ultraderecha que expresan abiertamente su odio al extranjero (curiosamente tanto esos políticos como el tal Morrisey tienen su residencia fiscal en el extranjero).

Estos son los casos más recientes y también los más ruines y rastreros. Pero en este negocio del rock & roll, en el que la pose es tan importante (en realidad como en cualquier otro entorno), no son escasos los ejemplos de idioteces vocales vertidas por unos y otros, aunque suelen ser producto de una cierta arrogancia del triunfador y/o algo de ingenuidad juvenil. Por ejemplo, el propio Freddie Mercury dijo en 1979: “Es aburrido tener 70 años, no quiero estar allí, habré muerto y desaparecido, no tengo ningún interés en tener 70”; sin embargo, seguro que unos pocos años después el inolvidable y malogrado artista ya no pensaba así, y mucho menos en 1991.

Algo muy parecido rajó Mick Jagger en 1975: “Preferiría estar muerto que cantando ‘Satisfaction’ a los 45”. Es fácil deducir que ahora, con 75, ya no piensa lo mismo, es decir, estará más que contento por poder seguir cantando lo que sea, incluso esa. Robert Plant también hizo su reflexión en torno al paso del tiempo, aunque con un tono de fatuidad: “Seis meses pasan muy deprisa si eres un genio”, dio en 1974 refiriéndose a sí mismo, claro.

Catedrático del esperpento es Marilyn Manson, que hace unos veinte años se sintió eminente filósofo y estudioso del sentir humano y proclamó: “Quien piense que es feliz debería ir al médico, pues no hay ninguna razón para ser feliz”. El muy zoquete se cree que el resto de los mortales son como él, piensan como él, tienen los mismos gustos, motivaciones, inquietudes, creencias, intereses, objetivos…; es lo que suele pasar con esas criaturas que no poseen capacidad cerebral suficiente para entender que hay otros modos de ser, de pensar, de vivir e incluso de tocar felicidad.

Esto es apenas un extracto, de hecho todo aficionado podría recordar otros excesos verbales, y de los otros, de muchos de los que se dedican a esto del rock. Curiosamente, el casi siempre desmesurado Axl Rose se mostró irónico e incluso moderado cuando, en 1998, filosofó: “La vida apesta, pero de un modo maravilloso”.

CARLOS DEL RIEGO