domingo, 31 de julio de 2016

LA ERA DEL VINILO. Hoy, Ray Charles, The Beatles, Cat Stevens y Chicago

La Era del Vinilo. Un pequeño espacio de radio con música de los clásicos en singles y elepés. Hoy, Ray Charles, The Beatles, Cat Stevens y Chicago

CONCIERTO PARA BANGLADESH, 45 AÑOS DEL PRIMER FESTIVAL BENÉFICO. El 1 de agosto de 1971 el rock empezó a ser solidario e ‘inventó’ el festival benéfico. Fue el Concierto para Bangladesh’, ideado por George Harrison y su amigo bengalí Ravi Shankar.

Entre otros muchos méritos, a George Harrison se le debe el concepto del concierto benéfico, que tan extendido está.
Acosado por la guerra, ese territorio llamado en principio Pakistán Oeste y luego Bangladesh, sufrió en 1970 un ciclón que arrasó todo lo que encontró a su paso y acabó con la vida de miles de personas, dejando a los supervivientes en la absoluta miseria. George Harrison y el músico indio Ravi Shankar tuvieron la idea de que el primero llamara a algunos de sus amigos músicos, grandes estrellas del rock, para organizar un concierto cuyos beneficios sirvieran para aliviar a aquellos desdichados. No deja de ser curioso que fuera precisamente un beatle quien abrió esta puerta que hizo que la música rock (tenida por dura, irreverente y hedonista) apostara desde entonces por la solidaridad; es decir, hasta la idea del concierto altruista, pensado para beneficio de los más castigados por la desgracia, procede de aquel cuarteto de Liverpool. En realidad el primer concierto benéfico de la historia (de que se tenga noticia) se produjo en 1918, y tuvo como beneficiarios a las viudas y huérfanos austríacos de la Primera Guerra Mundial; se celebró en Viena y, lógicamente, nadie tocó rock & roll… 

George Harrison, desde muy pronto sensibilizado y solidario, se involucró hasta las cachas en el proyecto, y consiguió llevar al Madison Square Garden de Nueva York a músicos de primera fila, como Bob Dylan, Eric Clapton, Bandfinger (grupo infravalorado y desgraciado) y Ringo Starr; se intentó reunir para la ocasión a Lennon y a McCartney, pero aquel dijo que no sin Yoko y éste que hacía muy poco que Beatles se habían separado y…; también participaron otros músicos de menor entidad aunque de enorme prestigio, como Billy Preston o Leon Russell. Así, el 1 de agosto de 1971 dieron dos conciertos en aquel mítico escenario, de los cuales se extrajo un triple álbum titulado simplemente ‘The Concert for Bangla Desh’, que se lanzó a finales de ese año. Acababa de descubrirse una fórmula que, en lo sucesivo, sería repetida una y otra vez con miras de mayor o menor alcance, pero siempre con la música rock sirviendo a causas humanitarias.   

Los títulos que contiene el concierto son fáciles de reconocer, pues se trata grandes éxitos en la mayoría de los casos; también son de destacar las múltiples colaboraciones y las mezclas de músicos y de bandas. El festival y el álbum se abría con una larga interpretación de música tradicional india liderada por Shankar al sitar; al principio se escuchaba con interés y curiosidad, pero a los dos o tres minutos la cosa se antojaba un tanto cargante para oídos occidentales y rockeros por mucho que el oyente ‘entre en el papel’; hoy resulta verdaderamente difícil meterse entre pecho y espalda aquella raga. La película (muy recomendable) refleja muy fielmente tanto el ambiente como lo estrictamente musical. Uno de los productores, el inquieto e imprevisible Phil Spector, dijo que allí “hubo magia, nadie había visto nunca nada igual”. Shankar afirmó que “fue historia, y una de las más intensas experiencias musicales”. Y George Harrison explicó que “más importante que lo recaudado fue comprobar cómo conseguimos llevar el mensaje a todo el mundo y ayudamos a acabar con la guerra; lo que hicimos fue demostrar que los músicos y el público fueron más humanos que los políticos” (cosa, por otra parte, tan evidente que no precisa demostración).       

En cuanto al asunto del dinero, no faltó la sospecha e incluso el indicio de manipulación y desvío de cantidades. Allen Klein (manager, industrial del ramo y sospechoso en otros casos) nunca mostró cuentas, número de entradas vendidas o dinero recaudado; y aunque se declaró una cantidad, realmente jamás se ha sabido con exactitud y de modo irrefutable el balance de ingresos y gastos. Además, el hecho de que esta iniciativa fuera absolutamente pionera también sirvió para que hubiera no pocos fallos en la organización. Por otro lado, y aunque el disco no era barato (no fue eximido de impuestos), se vendió muy bien en todo el mundo durante los años setenta, de modo que se calcula que alrededor de 12 millones de dólares terminaron llegando a aquel país. Hoy día, lo que generan el disco y la película se entrega a Unicef a través de la Fundación George Harrison.

En la actualidad se celebran festivales y conciertos con intenciones solidarias en todo el mundo, ya para recaudar fondos destinados a la investigación de una enfermedad o para paliar la situación de las víctimas de una catástrofe; y aprovechando la idea, también se organizan otro tipo de eventos lúdicos con fines humanitarios, como carreras populares, concursos, exposiciones… Y todo parte de un concepto que ideó y puso en práctica, seguramente con no poco esfuerzo, George Harrison, que es quien concibe por primera vez la posibilidad de unir el espectáculo, ya sea musical, deportivo o artístico, con un propósito social. Fue una buena idea.   

CARLOS DEL RIEGO



jueves, 28 de julio de 2016

EL LENGUAJE DEL ISLAMISTA FANÁTICO. Líderes occidentales hablan de ‘acostumbrarse a los atentados’, y también de derechos y respeto; los terroristas islámicos entienden aquello como aceptación del castigo, y esos otros términos simplemente no los entienden. Se necesita otro lenguaje.

Los terroristas islámicos siguen anclados en la Edad Media y, por tanto, no entienden las ideas y valores que rigen la sociedad contemporánea.
Cada atentado perpetrado por islamistas fanáticos supera en terror y perversión al anterior: con bombas, con un camión, con fusiles, pistolas, cuchillos…, en un concierto, en una cafetería, en medio de una multitud… El más reciente (VII-16) ha sido cortar el cuello a un cura de 86 años en una iglesia, con otras personas como testigos y con grabación en vídeo; no es que estos miserables sin cerebro no hubieran masacrado anteriormente a cristianos en templos (en Nigeria, por ejemplo) o a musulmanes en mezquitas, pero lo sucedido en Normandía ha demostrado a los más escépticos que no hay nada ni nadie que les merezca la más mínima consideración.

Las autoridades francesas que han elevado su voz para abominar de tales barbaridades han señalado algo que parece absolutamente inadecuado, algo que suena poco menos que a sumisión y aceptación de la agresión: varios políticos han dicho que “Francia tiene que acostumbrarse a vivir con el terror”… Incomprensible. ¿Acaso Francia se acostumbró a vivir bajo la dominación nazi?, no, la Francia que se negó a agachar la cabeza ante la cruz gamada la combatió con todo y no cesó hasta que la Wehrmacht desapareció de suelo francés (por cierto, luego, cuando llegó el momento de l’épuration, la depuración, los colaboradores pagaron carísimo su connivencia con el invasor). ¿Acaso alguien diría a una mujer que sufre violencia machista que debe acostumbrarse a ello?, ¿y el escolar que padece acoso tiene que acostumbrarse? En fin, declarar tal cosa viene a ser, más o menos, como pedir a la ciudadanía que se adapte al terror, a las bombas, a ver la sangre de sus familiares y amigos tintando el suelo. Tal vez esos políticos superados por la situación deseen que llegue un día en que el ciudadano lea en el periódico: “Cien muertos tras el último atentado islamista”, y piense “bueno, otro más”, pase la página y, sin más, exclame “¡vaya, el PSG perdió con el Olympique de Marsella!” ¿Es esto lo que desean ciertos gobernantes franceses? Porque si es así ya han ganado los pervertidos.

Por otro lado también sorprenden algunos de los discursos de políticos de todo el mundo, los cuales exigen a los terroristas derechos humanos, respeto, igualdad, libertad… sin darse cuenta de que esas palabras no tienen el menor significado para esta jauría que vive en la Edad Media. Es decir, no son capaces de comprender ideas como democracia, tolerancia o aceptación de los otros; es como si alguien se embarca en la máquina del tiempo y aterriza en el año 800 hablando a aquellas gentes de igualdad, justicia social o libertad de pensamiento…, nadie entendería nada. El problema es que, al igual que las gentes a las que tocó vivir en el Medievo, una parte significativa de musulmanes no ha sido capaz de asimilar esos conceptos que la cultura occidental ha aceptado y entendido como los mejores para lograr una convivencia pacífica y próspera; y si los mahometanos más moderados no acaban de entender lo de igualdad y respeto, ¿cómo lo van a asumir los fanáticos que siguen viviendo en el año 800?

Ese no es su lenguaje, no lo entienden, y por mucho que se trate de explicárselo no serán capaces de asimilar dicha ideología, ya que no han pasado por la Ilustración o la Declaración de Derechos, con lo que no están preparados, no tienen la base necesaria para hacer suyas esas ideas que, en mayor o menor medida, sí ha adoptado la cultura occidental.

Así, para hacerse entender por esos especímenes acéfalos hay que hablarles en un idioma que comprendan. Si en la Alta Edad Media eran omnipresentes en toda conversación Dios y el cielo, el demonio y el infierno, el pecado y la santidad, habría que probar a dirigirse a esta gentuza de mentalidad atrasada con terminología similar. De esta manera, los imanes y autoridades religiosas musulmanas contrarias al terrorismo proclamarían: “¿Quién da la vida?, Alá, por tanto, ¿quién puede quitar la vida?, sólo Alá, así que quien quite vidas estará procediendo contra Alá y, sin duda, acabará en el infierno, no en el paraíso; si Él quisiera masacrar fieles o infieles, no necesita de la mano del hombre”. Este discurso, que en el mundo occidental está en total desuso desde hace siglos, sigue siendo válido entre esos que se niegan a superar la mentalidad típica de la Edad Media.

En resumen, lo de ‘acostumbrarse’ al terror será entendido por los fanáticos como aceptación sumisa de culpa y castigo, mientras que lo de igualdad, respeto, derechos y democracia será, simplemente, como hablar de Internet a Almanzor o a Godofredo de Bouillón, el de la Primera Cruzada.   

Aunque, pensándolo bien, es evidente que estos desalmados han perdido todo contacto con la razón.       

CARLOS DEL RIEGO



lunes, 25 de julio de 2016

EL ETERNO HECHIZO BEATLE. La aparición de un disco con material inédito de Los Beatles (en IX-16) mantiene su eterna vigencia. Su incontenible atractivo se muestra ahora con un trabajo que actualiza y reconoce el valor de su directo.

LOS BEATLES TOCAN PARA 18 PERSONAS EN EL CLUB DE ALDERSHOT , HAMBURGO, EN DICIEMBRE DE 1961, DONDE OFRECÍAN SESIONES INTERMINABLES Y DONDE, SEGURO, APRENDIERON MUCHO,
Cuando en 1977 se publicó el primer y único disco en directo de The Beatles, ‘At the Holliwood Bowl’, no fueron pocos los expertos que se mofaron de “lo malos que son en vivo”, opinión compartida por muchos expertos y público que, faltos de otra información, se fiaban de lo grabado en aquel álbum. Y eso que el propio productor, Georges Martin, explicaba en el momento: “El caos, casi podría decirse el pánico, que había en los conciertos es muy difícil de creer para quienes no estaban allí. Sólo se podía grabar en tres pistas y ellos no tenían monitores, de modo que no podían escucharse a sí mismos, pues con el chillido continuo de 17.000 pulmones jóvenes y sanos, no se hubiera escuchado ni a un reactor…”. Todo profesional y todo buen aficionado sabe de lo imposible de cantar sin oírse; por eso resulta muy sorprendente que, sabiéndolo, un músico tan experto como Keith Richards declare que The Beatles en vivo eran no eran gran cosa (dicho sea de paso y sin desmerecer su valia, quien no fue nunca precisamente un virtuoso fue él, cosa que, por otra parte, nunca necesitó para construir el sonido de su banda). 

Por otro lado, como es sabido, The Beatles llevaron a cabo su rodaje en Alemania, tocando en clubes y salas de fiesta durante maratonianas sesiones; allí, en Hamburgo, se pasaron largos períodos durante dos años, haciendo horas y horas de escenario, actuando para cuatro gatos (hay una foto en la que el público alcanza la cifra de 18 personas) o para marineros y calaveras más interesados en las chicas que en la música. Con tal volumen de entrenamiento resulta difícil no ponerse en forma, de lo que puede deducirse que cinco años después, a mediados de los años sesenta, que es cuando dan esos conciertos en Los Ángeles, los tres guitarristas (el batería no pasó aquella ‘mili’ alemana) debían ser cualquier cosa menos unos torpes y desmañados musicastros. Sólo los envidiosos (¡ay, viejo Richards!) o los ignorantes pueden poner en duda su capacidad musical e instrumental. 

Ahora se anuncia una actualización de aquel disco. Giles Martin, el hijo de George, remasterizó las tomas a partir de la fuente original, es decir, la grabación en tres pistas que se hizo de aquellos tres conciertos en los veranos de 1964 y 65. Él mismo ha dicho: “La tecnología ha avanzado mucho desde que, durante aquellos años, mi padre trabajó ese material”, y añade que “ahora se puede conseguir más claridad, más emoción, más inmediatez, se puede escuchar todo como nunca hasta hoy. Lo que oímos ahora es la energía cruda de cuatro muchachos tocando junto a una multitud que los amaba”, y promete “esto es lo más cerca que se puede estar del Hollywood Bowl en la cúspide de la Beatlemanía”. Para ‘beatlemaníacos’ la cosa se presenta muy prometedora.

Este ‘nuevo’ disco en vivo del cuarteto comienza, como no podía ser de otro modo, con el ‘Twist & shout’, el cual va seguido de títulos emblemáticos y algunas versiones de clásicos del rock & roll, es decir, una lista de canciones que raramente faltaban en sus conciertos; además, hay cuatro tomas inéditas…

Y casi coincidiendo con el lanzamiento del álbum, con el que se complementa, se va a  estrenar un documental titulado ‘The Beatles: Eight days a week. The touring years’, centrado precisamente en sus giras. Ah!, y también ha aparecido una maqueta (un corte de acetato) que contiene una canción que Lennon y McCartney escribieron par Cilla Black (quien la publicó con éxito gran en 1964) y que resulta que es la única versión existente interpretada por Beatles con Paul a la voz solista; esta pieza será subastada y, seguro, no faltará comprador.

Pasan las modas y los tiempos, cambian los gustos y la tecnología, pero este grupo permanece. Cada año generan noticias de alcance mundial a pesar de que el cuarteto se deshizo hace…. En fin, que a pesar de la opinión de envidiosos y resentidos, a pesar de la existencia de esa leyenda urbana, de ese falso tópico de que no eran muy buenos en vivo, algo debe tener esta banda para que no pierda su encanto. Es evidente, están destinados a ser recordados eternamente. 

CARLOS DEL RIEGO

miércoles, 20 de julio de 2016

RUSIA Y EL DÓPING DE ESTADO Los próximos Juegos Olímpicos de Brasil están recibiendo golpe tras golpe: violencias, dudas organizativas, amenaza de enfermedades…, y ahora, el tremendo escándalo desatado en torno a la posible suspensión del equipo ruso por dopaje organizado.

Según parece, el control que se hacía en Rusia no era para perseguir el dóping.
En los tiempos del Muro de Berlín los aficionados al deporte olímpico, sobre todo en especialidades como atletismo o natación, se admiraban con los resultados obtenidos por la RDA, la Alemania que estaba al este de dicho muro. Muchos de los actuales y dudosos récords de carreras, saltos y lanzamientos siguen en poder de atletas de aquellos años, la mayoría de países de más allá del ya desaparecido telón de acero, pero también los hay de deportistas del bloque occidental; en todo caso lo de la RDA ya entonces saltaba a la vista. En aquellas épocas la Unión Soviética y sus aliados eran mundos impermeables, de modo que aunque se tuviera la sospecha, no existía ninguna prueba; los controles, además, iban muy por detrás de los laboratorios donde se investigaba sobre sustancias que mejoraran el rendimiento. Con el paso del tiempo y la caída de los muros las cosas cambiaron, los atletas quedaron más expuestos y se crearon las agencias antidopaje nacionales e internacionales. Así, hoy es muchísimo más difícil hacer trampas, de manera que los tramposos pueden ser señalados en el acto o avergonzados y obligados a devolver su gloria años después.

Lo descubierto ahora en Rusia es un auténtico plan estatal de dopaje bien organizado y dotado con fondos y recursos suficientes; sin embargo, los conjurados no tuvieron en cuenta que toda conspiración es más fácil de desvelar cuanta más gente haya involucrada, lo que hace suponer que el estallido del escándalo era cuestión de tiempo.

El caso es que un abogado independiente, el canadiense Richard McLaren (especialista en Derecho Deportivo), ha llevado a cabo una investigación seria que ha contado con la confesión del que fuera director de la Rusada; ésta es la agencia rusa que tenía que perseguir el dopaje, pero en realidad se dedicaba a encubrir los positivos de los atletas con mejores expectativas. El mencionado director ha contado cómo se producía el trasiego de frascos de orina desde la Rusada a un edificio anejo de la FSB (el Servicio Federal de Seguridad, heredero del KGB), donde eran convenientemente manipulados; también se da cuenta de atletas que, al aparecer los comisarios internacionales anti doping en sus entrenamientos, no paraban de correr hasta salir del estadio…; ¡y qué decir de los supuestos fontaneros que tenían acceso libre a los laboratorios que custodiaban las muestras de orina!

El informe Mclaren señala que el atletismo y la halterofilia son los deportes con más tramposos entre los deportistas rusos (más de cien están pringados en cada disciplina); lo que llama la atención es que también se hayan demostrado casos de dopaje entre los  paralímpicos, e incluso en el vóley playa…, aunque lo más sorprendente es que también se hayan drogado practicantes de ¡curling! No es que no haya embusteros y tramposos en cualquier lugar del mundo, que los hay, sin embargo, la singularidad de este caso es que, a diferencia de la práctica habitual, lo que se ha demostrado en los deportistas rusos es que el dopaje ya no es cosa del deportista, su médico y su entrenador, sino que el asunto es masivo y está perfectamente organizado y planificado. Muchos afirman que todo es un montaje, algo así como una confabulación interplanetaria contra Rusia (lo curioso es que algunos de quienes esto sostienen continúan pensando en la Federación Rusa como si fuera el bastión del comunismo, cuando en la actualidad es un auténtico paraíso del capitalismo más salvaje). Sin embargo, cuando la Usada (la Agencia Estadounidense Antidopaje) persiguió a Lance Armstrong hasta que confesó todos sus engaños y manipulaciones, nadie denunció conjuras antiamericanas…; además, bueno sería recordar a otros de sus compatriotas, atletas sobre todo, que fueron desenmascarados gracias a la agencia estadounidense, como Marion Jones, que tuvo que devolver cinco medallas olímpicas, además de otras de grandes campeonatos y abundantes premios y recompensas. Es necesario recordar, además, que lo revelado por el investigador no es tan inesperado: por un lado se venía hablando de ello desde hace años, con muchos atletas rusos denunciados y suspendidos y otros que denunciaban el montaje; y por otro, ninguno de los cientos de deportistas señalados por el informe ha negado.

Asimismo hay que tener presente otros factores, como que Rusia sigue siendo una de las primeras potencias mundiales, lo que quiere decir que si pruebas tan concluyentes acusaran a países de menor entidad, seguro que ya estarían sancionados. Por otro lado, en caso de que haya suspensión para la delegación rusa al completo, es fácil prever que los dirigentes de la nación más extensa del mundo promoverán boicots a próximos eventos deportivos… Y, por último, seguro que hay jugadores, ciclistas, nadadores o atletas rusos limpios, por lo que castigarlos también a ellos sería injusto e indeseable. 

Conviene recordar que los Juegos Olímpicos se han visto sacudidos por presiones de todo tipo desde hace mucho: la entrada de los tanques soviéticos en Budapest significó la negativa de varios países (entre ellos España, lo que impidió una medalla casi segura para el malogrado gimnasta Joaquín Blume) a participar en Melbourne 1956 al ser admitida la URSS; tampoco acudieron naciones árabes en protesta por la política de Francia, Inglaterra e Israel en la zona; e incluso China rehusó acudir a causa de la admisión de Formosa como independiente. Desde entonces y hasta Barcelona 92 hubo de todo: boicots políticos, terrorismo, muertos en la calle, amagos y amenazas de retirada… El caso de la trampa masiva, organizada y programada desde arriba es otro golpe más a los juegos.

Sí, los JJ OO se han visto muy zarandeados. Y eso que surgieron (hace más de 2.700 años) como tiempo de tregua. Ojala Río 2016 deje un buen recuerdo.   


CARLOS DEL RIEGO

lunes, 18 de julio de 2016

CANCIONES DE Y SOBRE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA La Guerra Civil Española (de cuyo pistoletazo de salida se cumplen 80 años) también tuvo su banda sonora que, en la mayoría de los casos, compartían ambos bandos. Por otro lado, es un tema del que la música rock también se ha ocupado…

El excelente grupo Fundición Odessa cantó con convicción y carácter
'España en guerra'.
Ochenta años hace (VII-16) que se desató la Guerra Civil Española. Demasiado tiempo como para sentirse involucrado. De aquella catástrofe casi nada puede rememorarse sin torcer el gesto; de hecho, bien podría decirse que casi exclusivamente las canciones que sonaban entonces siguen cantándose, en mayor o menor medida, tanto tiempo después y sin que nadie tenga por qué sentirse  molesto. Señalan algunas crónicas que del 36 al 39, cuando estaban en el frente, aparte de comer y dormir, los soldados sólo hacían dos cosas: escribir cartas (a la novia, a la familia) y cantar; lo curioso es que la mayoría de aquellas tonadas populares eran cantadas tanto a un lado como al otro de la línea que separaba el país. Era el modo en que el joven español daba salida a su alegría y su tristeza, a su melancolía y su esperanza.




Dejando aparte versos, estrofas y estribillos cargados de intención ideológica (como ‘barricadas’ o ‘caralsoles’), tanto en retaguardia como donde había intercambio de tiros todo el mundo cantaba títulos que aun hoy pueden escucharse sin que nadie se extrañe. Así, unos y otros entonaban el ‘Asturias patria querida’ como si todos fueran de Mieres o Gijón; e igualmente cualquiera se arrancaba con ‘El vino que tiene Asunción’ sin que se notara de qué bando estaba; lo mismo que nadie sabría hacia dónde disparaban los que coreaban emocionados ‘Adiós con el corazón’; y todo el mundo berrearía divertido el ‘Carrasclás’, el ‘No hay quien pueda’, ‘Apaga luz, Mariluz’, ‘Una mañana de mayo’ y unas cuantas más. Sí, parecen títulos hoy reservados para escenas de amistad etílica, pero el caso es que quien tenga cierta edad, antes o después habrá cantado una y todas. También se cantaban otras que, con ligeras variaciones, servían para reafirmarse en cada postura, pues eran letras inevitablemente asimiladas por la propia contienda, como ‘Ay Carmela!’, ‘Mamita mía’ o la siempre emotiva ‘Si me quieres escribir’ que, se asegura, recorría una y otra vez todas las trincheras de todos los frentes. No faltaron canciones en inglés, ‘Jarama Valley’ o ‘The Young man from Alcalá’, en alemán, ‘Legion Condor Fliegermarsch o ‘Ich hatt´ einen Kameraden’ (que también se canturreaba en español como ‘Yo tenía un camarada’) o en italiano, ‘Facceta nera’ (‘Carita morena’). Había más, muchas más, pero el mérito de todas estas (excepto las de títulos extranjeros) es que se han mantenido en la memoria popular y se siguen coreando.  



Pasado el tiempo irrumpió eso del rock. Y evolucionado y desarrollado el nuevo estilo, algunos grupos (no muchos) volvieron la mirada a aquel conflicto y escribieron canciones con la Guerra Civil Española como escenario. Como no podía ser de otro modo, todas muestran su simpatía por el bando perdedor y evidencian su desprecio hacia los amotinados; asimismo, todas tienen un inevitable tinte maniqueo con buenos y malos perfectamente diferenciados, como si todo se hubiera reducido a demonios que matan y ángeles que no…

Ningún aficionado a esto dejará de recordar el ‘Spanish bombs’ de The Clash; esta canción (que en vivo hacían a enorme velocidad) contiene varias referencias a la guerra, como Fredrico Lorca, los días del 39, los muros del cementerio, los coches negros de la Guardia Civil…, pero el caso es que Joe Strummer la escribió tras la explosión de una bomba etarra, y también con intención de dejar constancia de la cantidad de turistas que ‘caen’ de los aviones…

Evidente es el ‘If you tolerate this your children will be next’ de los británicos Manic Street Preachers, un título tomado de un cartel republicano con esa leyenda: ‘Si toleras esto tus hijos serán los siguientes’; es una excelente y contagiosa canción con aires de himno que curiosamente, al ser tan maniquea y simplificar tanto la realidad, fue utilizada por un partido ultraderechista británico, pues apenas cambiando un par de términos puede interpretarse en uno u otro sentido. También incluye versos como ‘Si puedo disparar a conejos, puedo disparar a fascistas’, tomados de una obra del político laborista galés Hywell Francis.     

El malogrado Phil Ochs fue el prototipo de cantante protesta, pues escribió cientos de canciones en su corta carrera, la mayoría de las cuales tenían intención política y social: cantaba por los derechos civiles, por el antimilitarismo y contra las guerras, sobre todo la de Vietnam, aunque también se acordó de la ‘Spanish Civil War’; en ésta, con acompañamiento y ambientación característicos habla de Franco, de la descuartizada democracia, de medio millón de muertos… Por su parte, los rocosos Metallica echaron un vistazo a ‘For whom the bells tolls’, o sea, ‘Por quién doblan las campanas’ de Hemingway, lo que quiere decir que construyeron el tema con algunas frases e ideas tomadas de la novela, sin más.

En España se ha tratado el tema en pocas ocasiones; alguna vez algún grupo le dedicó hasta un disco, ya fuera con temas propios o traídos de aquellos años, pero ciertamente con poco ingenio. Sin embargo, el excelente grupo leonés Fundición Odessa (que publicó tres elepés de 1988 al 93) grabó su ‘España en guerra’ en dos ocasiones con arreglo muy diferente; con potencia y convicción, contiene versos tan acertados como “Vivos los muertos descansan en el cementerio” o “Es tu guerra, no la ves?”


Imposible olvidarse de la emocionada ‘Viva la Quinta Brigada’ del irlandés Christy Moore. Habla de un pequeño grupo de irlandeses que vinieron a España a luchar contra Franco y fueron integrados en la XV Brigada Internacional, aunque sus integrantes no habían sido reclutados y organizados por el Komintern (es decir, en puridad, no eran brigadas internacionales). Es una conmovedora y pegadiza canción que incluso enumera nombres de algunos caídos, y posee ese aire de idealismo romántico tan común en los autores irlandeses. Es evidente que su título está tomado del inicio de una célebre canción española de aquella época…
Ochenta años después, la música no cambia: sigue siendo lenguaje universal, pero sí que ha habido modificación tanto en la forma (más) como en el fondo (menos).


CARLOS DEL RIEGO

jueves, 14 de julio de 2016

MESSI Y EL TORERO MUERTO: EXCESO, HIPOCRESÍA Y COBARDÍA EN LA RED Dos casos de enorme impacto mediático han asaltado las primeras páginas (VII-16) y han puesto en ebullición las redes sociales. Se trata del juicio contra Leo Messi y su posterior condena, y la cogida y muerte del torero Víctor Barrio.

Hay que ser un perverso indeseable, una muy mala persona para reirse de la muerte y la desgracia de otros, sea una víctima del terrorismo o un torero
En ambos casos se han producido enormes exageraciones, evidentes casos de hipocresíay posturas estúpidas o criminales; en todo caso, los foros de internet han sido terreno abonado para que los más fanáticos y cobardes dejen ver su indigencia mental.
El caso del futbolista tiene tintes cómicos. De entrada, uno de los acusadores se dejó decir en el juicio que Messi es como un capo mafioso… ¿De verdad alguien se imagina al delantero como a Vito Corleone, adivinando las intenciones de sus enemigos, anunciando quién y cómo hará traición, sabiendo en todo momento el mejor modo de actuar ante cada problema y rascándose suavemente la mejilla mientras habla con tono de absoluta superioridad y dominio? Es evidente que este leguleyo exagera hasta el ridículo más grotesco y risible, pues la personalidad de uno de estos está en las antípodas de la del goleador. 

Por otra parte, la campaña de su club, el FC Barcelona (al que le encanta ponerse el trajevictimista), diciendo que ‘todos somos Messi’ es de una torpeza total, ya que el imputado tenía una obligación y no la cumplió (la ignorancia no exime el cumplimiento, y seguro que no es tan tonto e ignorante), por lo que esa frase equivale a decir ‘todos hemos defraudado a Hacienda’. Es casi lógico que la mayor parte de las respuestas a ese mensaje en Intenet hayan sido contrarias a lo que se pretendía; pero no hay justificación para que algunas de ellas sean tan exageradas como las palabras del picapleitos antes mencionado, pues señalan al jugador con todos los insultos posibles; sin embargo, seguro que la mayoría de esos indignados ciudadanos no dudan en, si es posible, eludir pagar el iva, esconder cantidades cuando compran vivienda y, en fin, poner en práctica cualquier trampa con la que escabullirse del fisco; además, muchos cambiarían el sentido de su opinión en caso de que el acusado fuera de otro equipo de fútbol… Sí, sin la menor duda, en el caso Messi se han producido tremendas exageraciones y muestras palmarias de hipocresía.  

Lo del torero corneado en la plaza hasta la muerte es peor, mucho peor. Y es que Víctor Barrio ha seguido siendo vapuleado después de que el toro acabara con él. Ha sido en el circo de Internet con mensajes fascistoides, cobardes y con una carga de odio desconcertante e incompatible con la inteligencia; un poco como el integrante de un grupo de rap-metal que se ríe y arremete contra aquellas personas que recibieron un tiro en la nuca, les arrancaron las piernas o mataron a sus niños.  Este tipo de persona que odia tanto y de modo tan ostentoso y fanfarrón no cae en la cuenta de que, en realidad, a quien odia es a sí mismo, y por eso, porque está insatisfecho consigo y con su vida, arremete contra todo y contra todos, dejando que su boca lance sapos y culebras haciatoda persona que se atreve a pensar, decir o actuar en desacuerdo con su idea (política, económica, social, costumbrista…), que suele ser la mayoría del género humano.

Así, algunos, rebozándose en su propia vileza, evidenciando su visión totalitaria de la existencia y demostrando graves carencias intelectuales y emocionales, han llegado a escribir que no sólo se alegran de la muerte de ese ‘hijo de tal’, sino que desearían el mismo fin para sus padres… Tal disparate es incompatible con la postura de defensor de los animales, o sea, hay que ser corto de entendederas para no comprender que estaactitud es totalmente contraria a la protección de la vida, de cualquier vida. Se puede estar en contra de la tauromaquia (hay argumentos para ello), pero resulta difícil creer en la sinceridad de alguien que pretende salvar la vida de un animal pidiendo la muerte de una persona…, y a la vez es fácil deducir que quien esto proclama está favor de la pena de muerte, y no para terroristas, asesinos o pederastas, sino para quien él decida.Muy extendido es el comentario que denuncia la ‘tortura’ del toro, sin embargo, para que exista tortura el torturador ha de estar en posición de seguridad absoluta y el torturado ha de estar totalmente indefenso…, pero parece evidente que ni el animal está indefenso ni el torero totalmente seguro. De todos modos, la mayoría de los que así opinan en las redes no se atreverían a tales improperios estando físicamente en público y a la vista de todos, aunque siempre hay individuos con sus capacidades mentales alteradas. Hipócrita, vil y cobarde es, en fin, quien arremete contra el torero a la vez que jalea a los que ponen bombas en la parada del autobús.

Este tipo de gente está convencida de que todo estaba mal y todo el mundo estaba equivocado hasta que ellos llegaron, y por eso todo lo que no les gusta debe ser cambiado o eliminado, sin más; están tan convencidos de sí mismos como cualquier ‘reichführer’, y por tanto se sienten legitimados para hablar y actuar como tales.  

CARLOS DEL RIEGO          

lunes, 11 de julio de 2016

EL ROCK DENUNCIA LA VIOLENCIA RACISTA Estados Unidos tiene desde su fundación un problema con el racismo. En las últimas décadas ha sido causa de violencias y enfrentamientos, pues los pisoteados empezaron a revolverse y a pagar con la misma moneda. Mucho rock se ha escrito al respecto


Bob Marley escribió contra el racismo, la violencia, la injusticia, como en su Buffalo Soldier..
El racismo es una de las más odiosas perversiones (no hace falta añadir más, pues sólo una única especie animal puede ser perversa). Aunque las leyes de prácticamente todos los países del mundo lo combaten, la realidad es que el trato discriminatorio sigue estando presente, sobre todo en la calle, en las distancias cortas; asimismo, la actuación de ciertas administraciones también presenta algunas veces esa miserable inclinación, ese asqueroso sentimiento tribal. Dicho sea de paso, no sorprende que esta vileza, que puede aparecer en cualquier lugar del planeta, sea perceptible especialmente en países que fueron colonizados y ocupados por ingleses: Usa y Sudáfrica (aquí echaron una mano los holandeses). La música rock se ha ocupado con profusión de esta deshonrosadisfunción mental que no se termina de erradicar, de hecho, entre los que idearon y dieron forma a este invento aparecen no pocos negros; podría hacerse una lista kilométrica de canciones que denuncian tan lamentable sentir    
Muchas de los mejores versos creados para integrarse en una partitura surgieron como respuesta a la rabia producida por la injusticia y la discriminación racial. Por ejemplo el ‘Blackbird’ del asombroso álbum blanco de los BeatlesPaul McCartney la escribiópensando en la lucha por los derechos civiles que sostenían los negros estadounidenses, concretamente la concibió después de leer noticias sobre los disturbios raciales que tuvieron lugar en Little Rock, Arkansas, en 1968, cuando las autoridades locales se negaron a admitir estudiantes negros en la mismas clases que los blancos. Tuve la idea de usar un mirlo como símbolo para una persona de raza negra, pero pensaba sobre todo en una mujer negra que vive inmersa en ese problema”, afirmó Macca. Sólo una acústica y voz dan forma a esta brillante melodía inspirada en una pieza de Bach.
El malogrado Bob Marley escribía siempre textos con gran profundidad. Entre ellos puede destacarse el clásico del reggae Buffalo soldier’. Marley se refiere a los regimientos de caballería de Usa integrado exclusivamente por negros; el nombre se lo pusieron los indios kiowas, puesto que una de estas unidades fue obligada a combatir y expulsar de sus tierras a los pieles rojas para que pudieran ser ocupadas por los rostros pálidos; irónicamente, algunos de esos soldados-búfalo habían sido esclavos. Con esta canción Marley acusó a Estados Unidos de discriminación, ya contra los nativos, ya contra los negros. “Robado de África, traído a América (…) pisoteado a través de la tierra (…) gana la guerra para América”, son algunos de sus más significativos versos.  
El llorado Sam Cooke, emblema de todos los géneros negros, cantaba sobre temasintranscendentes hasta que la muerte de su hijo (ahogado en una piscina) le volvió introspectivo, más hondo y preocupado por la problemática de sus hermanos negros. Al poco escuchó el ‘Blowin’ in the wind de Dylan y, según dijo, le costó mucho creer que no estaba escrita por un negro, así que pensó que él tenía que hacer letras en términos similares. La primera que ideó con ese sentimiento fue Change is gonna come’, unacanción protesta que pretendió apoyar el movimiento de derechos civiles, la lucha de los negros por la igualdad; parte de su letra alude a un suceso que sufrieron el propio Cookey sus amigos, que habían sido acusados de disturbios en una ciudad de Louisianacuando les negaron la entrada a un hotel a causa del color de su piel. De hecho, SamCooke murió tiroteado en 1964 por la dueña de un hotel para blancos en el que el cantante había entrado (ella declaró primero que la había atacado, y luego que había violado a una blanca…); tenía 33 años. Aun hoy es un caso irresoluto. La canción, quevio la luz después de su muerte, es un soul lento con una gran carga dramática pero con un matiz esperanzador: “Ha tardado mucho tiempo, pero yo sé que un cambio va a llegar (…) voy al cine, voy al centro, pero aun hay quien me dice que no ande por ahí (…) pero sé que un cambio va a llegar”.
El ‘Suthern man’ del eterno y combativo Neil Young también hablaba de racismo en los estados del sur de Usa, de esclavitud e incluso del Ku Klux Klan; sin embargo, el propio cantante renegaba de ella en 2012: “Cuando la escucho no me gusta esa letra, es acusatoria y condescendiente, no está bien pensada y es muy fácil de malinterpretar”.Habla de cruces ardiendo, de látigos y de gritos…  
Aunque no pueden ser etiquetadas como música rock, otras piezas de estilos cercanos merecen ser recordadas. Nina Simone escribió Mississippi Goddam en respuesta al asesinato del líder de derechos civiles Medgar Evers en Mississippi ejunio de 1963, y también para denunciar el bombardeo de una Iglesia Baptista en Birmingham, Alabama, en el que murieron 4 chicas negras ese mismo año. Contaba ella misma que estuvo tentada de buscar una pistola y…, pero finalmente prefirió encerrarse en una habitación y escribir esa canción. El Strange fruit que cantaba Billye Holliday fue escrito por un maestro de escuela blanco (y judío), quien quedó tan horrorizado al ver en una foto de 1930 a dos jóvenes negros linchados colgando de un árbol, que escribió esta terrible ‘Fruta extraña’. Contra la justicia que los negros pueden esperar en el profundo sur escribió Leadbelly su ‘The Scortsboro boys’ en 1939; nueve chicos negros (variosmenores de edad) fueron acusados de violar a dos blancas en Alabama…, todos menos uno de 12 años terminaron ejecutados tras una farsa a la que llamaron juicio; curiosamente, el propio Leadbelly no tendría quejas contra la justicia, pues apenas pasó unos pocos años en la cárcel a pesar un largo historial delictivo: asalto a mano armada, homicidio, apuñalamientos…, por diversas razones siempre salió bien parado.


El índice de canciones que han tratado sobre esta inmoralidad se extendería varias páginas. Ciertamente, la música rock y estilos cercanos no han dejado de mostrar la existencia del racismo, de denunciar la violencia y de acusar a los racistas; lo viene haciendo con insistencia desde hace… El hecho de que todo esté situado en Estados Unidos muestra dos cosas: que esa perversión del pensamiento llamado racismo aun tiene mucho arraigo allí, pero también que los mejores del género se han involucrado y tomado partido por los que padecen esta insufrible, imperdonable injusticia.    
CARLOS DEL RIEGO

jueves, 7 de julio de 2016

LOS TRANSGÉNICOS, GREENPEACE Y LOS PREMIO NOBEL Tremenda agitación ha causado la publicación de una dura y acusatoria carta firmada por 109 premios Nobel en contra de quienes desconfían de los alimentos modificados genéricamente, o sea, de los transgénicos.

El Premio Nobel no otorga el don de la infalibilidad.
La diana principal de estos envenenados dardos ha sido la organización ecologista Greenpeace (cuya postura al respecto parece, por otro lado, un tanto cerril), pues no es otra la acusada indirecta pero gravemente por los nobeles: “¿Cuántos pobres tienen que morir antes de que consideremos esto un crimen contra la humanidad?”, termina la agitadora misiva. Para empezar, resulta desconcertante la contundencia, el maniqueísmo y la soberbia con que se han manifestado esos cien sabios; parecen estar incondicionalmente convencidos de que ese producto industrial es la panacea, a la vez que presentan a los ecologistas como unos pervertidos que desean el mal universal (esto último puede traer indeseadas consecuencias); además, entre los que tienen tan alta condecoración habrá gente honesta y sinvergüenzas, al igual que ocurre con los pescaderos y los jueces, los taxistas y los cirujanos. Por otra parte, no sería difícil citar a otros tantos científicos que proponen serias dudas acerca de esa especie de maná. Puede añadirse que la opinión que sobre este asunto aporte un Nobel de Literatura es respetable, pero irrelevante.

La polémica admite, evidentemente, no pocas visiones. Es posible que los transgénicos sean alimentariamente válidos y muy beneficiosos, aunque no ha transcurrido tiempo suficiente para comprobar sus efectos a largo plazo. Sin embargo, la experiencia que se tiene hasta ahora es que allí donde están plantados se han hecho con el entorno, es decir, han terminado con toda biodiversidad. Y nadie ignora (aunque este ‘pequeño’ detalle no se menciona en la susodicha carta) que quien usa ese tipo de semilla tendrá que comprarla año tras año, siempre, pues como es sabido su fruto no produce simiente válida para posteriores siembras. Esto sí que es una evidencia indiscutible, y puede explicar los desesperados intentos del lobby GMO (organismos genéticamente modificados) por prestigiar sus mercaderías.

Además, ¿alguien puede creerse que a Monsanto le preocupa el hambre en el mundo?, habría que beber muchos litros de agua para tragarse esa rueda de molino; nada de eso, lo único que pretende es obtener beneficio, que es la única obligación de cualquier empresa. Bien puede deducirse que, dado que a pesar de sus esfuerzos durante años no han conseguido convencer al consumidor, las corporaciones dedicadas a la manipulación genética de alimentos han optado por otro tipo de estrategias, en este caso buscar la credibilidad de unos premios mundialmente conocidos para que proclamen las bondades de su producto. Algo muy parecido  a lo que hace la firma de artículos deportivos cuando contrata a una estrella del deporte para que publicite sus manufacturas.

También es preciso tener en cuenta que ser Premio Nobel no significa estar en posesión de la verdad, es más, los que han recibido tal distinción no son infalibles ni tienen necesariamente a la ciencia y la ética de su parte. Por otro lado, algunos de esos laureles pueden ser considerados dudosos; por ejemplo el de Obama, que fue distinguido con tal cosa a los pocos meses de ocupar la Casa Blanca, o sea, sin haber tenido tiempo para hacer nada, ni bueno ni malo, y cuyo principal mérito hasta ese momento era ser el primer presidente negro de Usa. Asimismo no hay que olvidar que personajes tan oscuros como Henry Kissinger también ostentan los honores de la Academia Sueca; por no recordar las palabras racistas de James Watson, Nobel de Medicina y Fisiología en 1962, que venían a señalar que los negros son genéticamente menos inteligentes que los blancos… No, los Premio Nobel no son espíritus puros ni lo que dicen es dogma de fe.

Sea como sea, acusar a Greenpeace (una organización, eso sí, más bien dogmática y adoctrinadora) de un cometer un crimen contra la humanidad por oponerse a un producto industrial parece un disparate; es decir, poner a dicha entidad a la altura de las SS o el KGB se antoja un exceso, un esperpento. Y es que si más de cien personas con reconocido prestigio señalan tan gravemente quiere decir que esos sabios han perdido la cabeza, o no han leído lo que han firmado, o han sido convencidos con razones y/o propuestas que no se pueden rechazar.

No se trata de oponerse dogmáticamente a la biotecnología alimentaria, pero tampoco hay que exagerar y calificar de criminales a quienes estén en contra; algo parecido ocurre con los más fanáticos veganos, que tachan de asesinos a quienes degustan el chuletón y el jamón. Del mismo modo, no se pueden presentar este tipo de productos como el remedio definitivo contra el hambre en el mundo, ya que esta calamidad es consecuencia de diversas causas (tiranías, estados desestructurados, fanatismos, corrupción, codicia, violencia, o la propia naturaleza), no exclusivamente de la agricultura.      


CARLOS DEL RIEGO

domingo, 3 de julio de 2016

ILUSTRES SECUNDARIOS, A LA SOMBRA DE LAS ESTRELLAS DEL ROCK Uno de los músicos que pusieron los cimientos del rock & roll, el gran guitarrista Scotty Moore (XII-1931–VI-2016), acaba de pasar a mejor vida. Es uno de esos brillantísimos secundarios que estuvieron siempre a la sombra de las grandes estrellas del rock.

Lo admitan o no, casi todos los guitarristas de rock han seguido el camino que abrió Scotty Moore.
El gran público se quedará frío ante tal nombre, pero el conocedor profundo de esto del rock, y no digamos el incondicional del rockabilly y el r & r de los primeros momentos, recordará que se trata de uno de los compañeros insustituibles de Elvis desde sus inicios hasta finales de los sesenta; sí, todo adicto al género contestaría de corrido: ‘Scotty Moore y Bill Black’, si le preguntaran quiénes acompañaban al rey ya en los años cincuenta del siglo pasado.


Moore es uno de esos colaboradores imprescindibles sin los que algunos nombres legendarios nunca hubieran alcanzado la gloria. Esta figura es bastante habitual en el devenir de este estilo tan característico de la segunda mitad del XX: los focos apuntan permanentemente al centro del escenario, donde está el gran protagonista, y dejan en una discreta penumbra a sus acompañantes; pero hay veces en que alguno de estos resulta ser algo así como el brazo derecho del astro, de modo que sin aquellos, éste estaría incompleto y, sin duda, no sería tan grande. Hay bandas en las que el estrellato, aunque de modo desigual, está más repartido, ya sea porque la faceta creativa es cosa de varios y así se reconoce, o porque el brillo de los focos no ilumina sólo al gran figurón. Situación distinta es la de los productores, quienes suelen ser artífices del modo final en que se presenta la obra, es decir, el artista crea, pero luego es el productor el que moldea esa creación y le proporciona la forma y el ornato con que llega al público; así, aunque prácticamente desconocidos para los consumidores, estas piezas esenciales en el proceso no suelen tener vocación ni posibilidad de convertirse en astros de la música.

El gran Scotty Moore es perfecto para trazar el perfil del gran artista que, aunque secundario, es tan indispensable como brillante. Aunque parezca exagerado, él fue quien marcó las pautas por las que se regiría la guitarra de rock en prácticamente todas sus ramas. Los solos entre las estrofas que cantaba Elvis no sólo muestran un pasmoso virtuosismo, sino que estaban explorando nuevos caminos que, a la larga, han sido los que otros han recorrido y desarrollado desde aquellos últimos cincuenta del veinte; en fin, a partir de ahora, cuando se vea o se escuche a aquel Elvis, sería de justicia fijarse no sólo en la voz, sino en el toque y el punteo de Scooty y degustar su magisterio. Su influencia en posteriores guitarristas ha sido enorme, tanto que el mismo Keith Richards confesó que en los años sesenta todos deseaban ser Elvis, pero él, en secreto, lo que anhelaba era ser como Scotty Moore. En aquellos años publicó un sobresaliente álbum en solitario cuyo título era de lo más elocuente: ‘La guitarra que cambió el mundo’. Fino, preciso, muy talentoso, imaginativo…, Scotty Moore fue una gran estrella cuyo brillo siempre quedó eclipsado por el hecho de estar muy cerca de una supernova.

Otro lugarteniente con un talento desbordante fue el también desparecido Mick Ronson. Quien sabe de él lo reconocerá como el guitarrista de David Bowie durante sus mejores años; sin embargo, este excepcional guitarrista fue un lúcido creador de ambientes, un imaginativo coordinador de instrumentos y sonidos, un productor y arreglista superlativo. Así (por ejemplo), cuentan quienes estaban allí, que cuando Lou Reed mostró en el estudio su fantástica canción ‘Perfect day’, apenas era un esbozo, un dibujo de trazo esquemático que no dejaba entrever su potencial (de hecho, aseguran que las canciones de Lou, antes de que fueran elaboradas, eran algo así como el cuadro de la bici, es decir, no tenían ruedas, ni manillar, ni cadena…); pero ahí estaba Mick Ronson, quien ideó los arreglos de cuerda (¡ese chelo pone los pelos de punta!), la melodía que dibuja el piano y, en fin, el ambiente dramático e inquietante que convierte ese ‘Día perfecto’ en una obra de arte que roza la perfección. Asimismo, además de construir la pieza maestra de Lou Reed (el álbum ‘Transformer’), este guitarrista superlativo dio forma también a algunas de las mejores piezas y elepés de Bowie (entre otros gigantes del rock), aportando no sólo el elegante sonido de su Gibson o su Fender, sino también su clarividencia para concebir estilos, para moldear melodías, para convertir un boceto en una obra maestra perfectamente acabada. Sin embargo, aunque esencial para algunas grandes estrellas, siempre estará en un discreto segundo plano, y sólo los más especialistas le tendrán la consideración que sin duda merece. Asimismo, es preciso recordar su fabuloso álbum en solitario ‘Slaughter on 10th. Avenue’.   

Georges y Malcom Young serán eternamente los hermanos de uno de los más icónicos héroes de la guitarra, Angus. Pero tanto uno como otro son más, mucho más que los ‘hermanos de’. Georges, el mayor, ya conocía el éxito con The Easybeats cuando el menudo solista de AC DC iba al cole en pantalón corto… Luego, pasó al otro lado del escenario y se convirtió en el artífice del sonido de la poderosa banda australiana, pues produjo sus primeros ocho o diez elepés, dando forma a ese estilo inconfundible; luego, animado por la fiebre de los ochenta, formó otro grupo, Flash & The Pan, con el que también logró escalar listas; aun así, nunca dejó de estar detrás de la banda de sus hermanos, y de las de muchos otros. Por su parte, el otro, Malcom, que también participó en la construcción de la propuesta sonora, entendió que su sitio estaba a un lado, así que dejó todo el protagonismo a Angus…, y la cosa ha funcionado. El caso es que cuando hay que hablar de ellos casi siempre hay referencia al hermano pequeño, lo que no quiere decir que Georges y Malcom no atesoren méritos más que suficientes para ser considerados por sus propias obras.

Hay más, claro, pero estos casos son perfectamente ilustrativos de esa figura que roza la excelencia aun estando siempre a la sombra. Por eso, es necesario reconocer el valor que sin duda tienen todos esos actores secundarios de esta comedia que es el rock & roll.    


CARLOS DEL RIEGO