viernes, 28 de junio de 2013

EL PREOCUPANTE E IMPARABLE DETERIORO MEDIAMBIENTAL La cuestión del deterioro del medio ambiente va a ser de las que más preocupen a los terrícolas en pocos años. No se trata de creerse a pies juntillas las previsiones de los ecologistas más ultras, casi siempre catastrofistas y alarmistas, pues nadie sabe cómo van a evolucionar las cosas o qué ocurrirá en un futuro ya bastante cercano, sino en comprobar lo que está ocurriendo actualmente que, con total seguridad, es mucho más serio que lo que trasciende a la prensa.

Así están los cielos en el sudeste asiático.
En los últimos meses se ha sabido que más de medio centenar de habitantes de la Amazonia brasileña son asesinados anualmente por mercenarios al servicio de las grandes madereras, petroleras y otras industrias sin que el gobierno de dicho país mueva un dedo (tienen en proyecto varias leyes proteccionistas, pero no terminan nunca de ser promulgadas). Esas potentes empresas (que llegado el caso podrían demostrar no tener nada que ver con la violencia) no persiguen más que la tierra donde viven esos indios, pues desean deforestar, quemar, explotar y, en fin, convertir la cuenca amazónica en monstruosas extensiones para pastos y cultivos de transgénicos después de que haya sido talado todo el bosque posible. Sin atender a lo que se puede prever sobre cómo será la selva dentro de un decenio, sí que se evidencia su retroceso simplemente mirando las fotos de hace unos años y de hoy. Es un hecho, no especulación o previsión.

La isla indonesia de Sumatra está sufriendo aterradores incendios cuyos humos ya han provocado un muerto (que se sepa); se trata de una mujer que vivía en el sur de la vecina Malasia, cuyas autoridades decretaron estado de emergencia ante la nociva contaminación del aire. Al parecer, estos inmensos incendios forestales han sido intencionados, pues hay cientos de frentes que delimitan enormes extensiones codiciadas por empresas que buscan terrenos aptos para pasto y cultivo. Nubes de humo y cenizas se esparcen por los países vecinos, cuyos habitantes creen combatir el problema con mascarillas… Las autoridades detienen a posibles responsables…, pero el gran problema es que estas quemas se vienen produciendo desde hace años, con lo que los bosques tropicales indonesios pronto sólo podrán verse en los documentales de la tele.

Sí, la disminución de las junglas, bosques o cualquier superficie arbolada silvestre es algo absolutamente innegable, pero no es la única mala noticia. Como es sabido las aguas marinas vienen siendo el vertedero final de innumerables materiales, sobre todo plásticos. Además, los mares sufren vertidos de todo tipo, sobrepesca, destrucción de fondos y un sinfín de agresiones más. Y por si la cosa no fuera suficientemente inquietante, ahora se sabe (según un instituto oceanográfico de San Diego, Usa) que el Océano Antártico tiene algo así como barra libre para su explotación, pues quien quiera puede presentarse allí y hacer y deshacer a su antojo. Si también se tiene en cuenta que varias regiones árticas o cercanas están amenazadas por la industria petrolífera, hay que convenir que la cosa no pinta nada bien.

Finalmente, la polución atmosférica, que como se sabe está alimentada por los gases de los automóviles (de tierra, mar y aire), las chimeneas de las fábricas, las calefacciones y aires acondicionados… Lo malo es que los grandes contaminantes no tienen intención de manchar menos, puesto que a día de hoy se paga por poder contaminar todo lo que se quiera, ya sea como multa o comprando derechos de contaminación. Así, ¿por qué arriesgar beneficios si con un pequeño desembolso se puede producir-ensuciar lo necesario para mantener las ganancias?

El futuro del planeta no está en riesgo, como tampoco la vida en el mismo, pues la Tierra ha pasado por episodios infinitamente más catastróficos a los que plantas y animales han sabido resistir. Pero sí que se está yendo a un medio ambiente más sucio, más pobre, más feo, más desértico, más difícil y con más damnificados por catástrofes. El gran problema es que los gobiernos no quieren entrar en conflicto con las empresas, pues éstas proporcionan empleos y dinero en impuestos, con lo que les dejan hacer, miran a otro lado o retrasan soluciones; a cambio, hacen creer que están preocupados por el tema y trabajan en ello, pero nunca agarran el toro por los cuernos, nunca se enfrentan al problema con ánimo de encontrar solución.     
   
Tierra, agua y aire están cada año más contaminados por culpa de los excesos de producción y consumo en los cinco continentes. ¿Quién es el culpable?, ¿el empresario que quiere producir más a costa de lo que sea, o el ciudadano que se deja embaucar y cae en las trampas y manipulaciones de las agencias de propaganda al servicio de aquel? Evidentemente todos, todos los individuos, no los sistemas, pues estos son buenos o malos según las acciones y decisiones de las personas.


CARLOS DEL RIEGO 

miércoles, 26 de junio de 2013

LA MODA DE VILIPENDIAR A WERT POR INTENTAR COMBATIR LA MEDIOCRIDAD Es una de las tendencias del momento: poner verde y menospreciar al ministro a causa de sus intentos de exigir más al universitario, por pedir un mínimo para acceder a la beca, cosa a la que se oponen a quienes desprecian el esfuerzo y pretenden premiar la mediocridad

Los desplantes e insultos al ministro Wert son la moda del momento.j

Está levantando ampollas la nueva ley de educación del ministro Wert, quien se ha convertido en diana de casi todos, hasta el punto que bien podría decirse que se ha puesto de moda abuchear, insultar, negar el saludo y, en fin, realizar todo tipo de desplantes y gestos de menosprecio al susodicho. Contiene dicha ley no pocos elementos de discusión, pero el que más encendidos debates promueve es el asunto de la nota mínima para acceder a una beca, que se establecerá en unos discretos 6,5. Los contrarios a esa exigencia afirman que será perjudicial para los estudiantes con menos recursos económicos, puesto que si el aspirante a licenciado tiene posibles y saca sólo un 5 seguirá estudiando, mientras que si no los tiene y no cuenta con la ayuda del estado tendrá que dejar de estudiar (nada de eso, sólo tiene que esforzarse un poco más). Se puede comparar la cosa con, por ejemplo, las becas Erasmus; si uno saca la nota exigida disfrutará del privilegio, sin embargo, si el mal estudiante goza de posición acomodada podrá ir de todos modos, mientras que si el mal estudiante es de familia humilde tendrá que renunciar al viaje. Más aún, si un universitario suspende una y otra vez en primero de carrera y su familia vive justo al día tendrá que pensar en otra cosa distinta de la Universidad, pero si el cateador tiene un padre sobrado de pasta puede continuar cateando de carrera en carrera.  
El asunto, más que de dinero y subvenciones, es un asunto académico, de esfuerzo, de notas; es decir, si el estudiante se esfuerza contará siempre con la beca, independientemente de su poder económico, sobre todo teniendo en cuenta que no se exige un brillante 9, sino un moderado 6,5. Afirman los contrarios a la ley propulsada por Wert que las becas han de ser para la gente sin recursos, no para los mejores, y es aquí precisamente donde radica el quid de la cuestión. Para empezar, no parece que quien saca un 6,5 pueda ser integrado al grupo de los mejores. La cosa es que hay quien exige pagar los estudios a quienes no son capaces de hacer el esfuerzo suficiente para obtener un mínimo tan corto, o sea, se clama por pagar la carrera no a quien más trabaja, sino a todos por igual, independientemente de su sacrificio, empeño, valía…, se pide pagar los estudios a los que se instalan en la mediocridad por vagancia y desidia, pues quien accede a estudios superiores tiene capacidad suficiente y demostrada para superar un listón tan bajo.

Los que rechazan la exigencia de una nota tan mediana para acceder a la subvención lo que están haciendo en realidad es animar a no esforzarse, de forma que transmiten la idea de que es mejor trabajar lo justo, sin molestarse demasiado; en otras palabras,  quienes pretenden que se premie con dinero de todos al que se conforma con un aprobado raspado están alentando el conformismo más vulgar y mezquino que, al estar siempre en la frontera, es fácil que muchas veces ni siquiera alcance para ese simple 5. No hay que olvidar que el estado paga alrededor del 70% de los estudios universitarios a cambio de ir aprobando sin más, y que la beca es algo así como un premio a quien más ha estudiado, a quien más horas ha sacrificado ante los libros.
Y eso es, en fin, lo preocupante, que al pedir beca para el que se conforma con lo mínimo se está recompensando, estimulando la mediocridad. Con la actual ley de educación (esa que quiere reformar el denostado y vilipendiado ministro) se están produciendo casos verdaderamente increíbles; por ejemplo, actualmente se puede pasar de ESO a Bachiller con dos asignaturas suspensas siempre que no sean Mates y Lengua, o sea, con una de estas y otra sin aprobar se pasa a Bachiller, pero no con la vista puesta en examinarse de las cateadas, sino sabiendo que no va a haber examen, sabiendo el interfecto que aunque no sepa dividir nadie le va a pedir que aprenda y lo demuestre en un examen, nada de eso, se las dan por aprobadas sin más... Y aun se producen casos más sangrantes. Hay alumnos que están ocupando plaza en institutos a los que se les paga por ir aunque no aprueben ni una, aunque estén todo el día de bronca con sus compañeros, aunque causen destrozos en el centro (esto sí que es una discriminación, una injusticia para quienes se comportan y estudian); contaba un bedel que se avisó a ‘estudiantes’ de esos que acuden a clase acompañados por la policía de que tenían que recoger unas fotocopias, a lo que respondieron los muchachos que no tenían dinero y no las pagarían; el mencionado conserje les explicó que daba igual, que el propio instituto se las regalaba, pero los susodichos sorprendieron al buen ordenanza espetándole que daba igual, que para qué se molestaban en hacer las copias si ellos no iban ni siquiera a mirarlas… Estos alumnos están quitando plazas a otros que quieren estudiar de verdad (además, la enseñanza obligatoria termina en la ESO, pues el Bachiller no es obligatorio). Curiosamente, esos supuestos estudiantes reciben dinero por ir a clase, e incluso sin acudir exigen que el director les firme los correspondientes certificados de asistencia para cobrar…

En fin, que aquí se exige financiar la mediocridad y se gasta dinero público en obligar a acudir a clase a adolescentes que no quieren estudiar y que lo único que harán es pelearse, romper, amenazar…, y no sólo a sus compañeros. No puede extrañar que personajes sin mérito, virtud o valía estén siempre en los medios y gocen de admiración y consideración, como la Preysler, la Esteban o los del Gran Hermano.

Los mediocres exigen que nadie sobresalga, pues entonces se notaría más su medianía.   
     


CARLOS DEL RIEGO   

lunes, 24 de junio de 2013

LENTAS, AÑEJAS, INOLVIDABLES Dentro de las canciones que brillan en las listas de grandes clásicos aparecen muy pocas piezas lentas (término mejor que balada, que suena a ovejas balando), y ello a pesar de que muchas de éstas provocan tanta emoción como las que van a ritmo de estampida


The Moody Blues dieron otro paso en la evolución de la música rock.
Aunque siempre parecen concitar menos atención, las canciones de ritmo pausado poseen un encanto muy especial dentro del universo del rock y el pop. Así, tanto en directo como en disco lo que suele predominar son tiempos ágiles, desbocados a veces o simplemente ligeros en otras, mientras que las lentas quedan como para desengrasar, para tomar aliento, para prepararse de cara a otra descarga. Sin embargo, hay temas de cadencia pausada que nacen con tal capacidad de atracción que se llegan a convertir en emblemas del grupo o solista que las crea. Como siempre en esas ocasiones, cada oyente, cada espectador genera química con esta y no con aquella, se emociona con la una y aunque también guste de la otra no experimenta las mismas sensaciones. Aquí va media docena de lentas absolutamente imprescindibles, más o menos conocidas (esto depende casi exclusivamente de la fecha de nacimiento), con edades venerables pero difícilmente discutibles.
       
                                

En la década de los setenta el rock estaba aun en su más tierna infancia, de forma que todo el mundo trataba de experimentar, de aprovechar nuevos instrumentos y nuevas posibilidades. A pesar de ello extrañó a todo el mundo el tema ‘Night in White satin’ que los Moody Blues lanzaron en 1967 dentro de su excelente segundo disco, ‘Days of future passed’. Sorprendió por sus poderosos y sonoros arreglos orquestales y por el hecho de que durara una eternidad para la época, más de siete minutos; y aunque la versión del single fue más corta, lo cierto es que se le hizo poco caso…, hasta que cinco años más tarde se relanzó y la cosa cambió, pues pronto se convirtió en clásico. De temática romántica, es lo que se dice un lento, con un ambiente lírico y romántico (en sentido de Poe o Bécquer, no de telenovela rosa), con voces y coros cargados de dramatismo y profunda emoción, con toques de cierta solemnidad y con una melodía verdaderamente deliciosa; los arreglos combinan orquestación con recursos del rock, dando un resultado incontestable. Además, quienes estuvieran cuando la canción se popularizó seguro que tienen recuerdos asociados…

                            

Del mismo año es otro tema cuyo inicio tiene ese algo que parece tocar el resorte preciso en el cerebro para descargar endorfinas. Se trata del ‘A whiter shade of pale’ que aquí se conoció como ‘Con su blanca palidez’. Caracterizada por una secuencia de órgano muy a lo Bach, su comienzo vocal ‘We skipped a light fandango’ lo cantaban de memoria muchos atreviéndose a chapurrear inglés animados por lo del fandango. Su letra era enigmática, misteriosa, difícilmente explicable, pero al menos en España eso no importaba lo más mínimo para que siempre fuera bienvenida; de hecho, esta canción y la anterior formaban parte inevitablemente de las piezas que sonaban durante los tiempos dedicados al baile ‘agarrao’ en las discotecas de los 60 y 70 (sí, había ratos de lento con la bola espejada casi como única iluminación). Más de cuatro décadas después, sigue manteniendo un halo de misterio, de inquietante intriga.

                                   

En 1971 los también ingleses Uriah Heep editaron su segundo álbum, ‘Salisbury’, que continuaba la senda del heavy recién abierta; además de temas rocosos, el disco incluía una pieza que aun hoy sigue siendo una desconocida a pesar de tener ángel, ‘Lady in black’. Con ritmo sólido y casi sincopado, esta melodía adquiere tonos de auténtico himno, siendo su arreglo un tanto inusual para la época, pues combina ligeras guitarras acústicas con pesadas bases heavy, apoyándose siempre en un demoledor ciclo de bajo; es de esas que una vez escuchada permanece para siempre en la memoria (ese aaaaa aaaa…), volviendo a veces sin saber por qué y sin que se recuerde de quién es. Habla de una chica que alguien vio una vez fugazmente. Puede decirse que es la perfecta lenta de un duro grupo de hard.

Mucho menos idealista es el ‘Perfect day’ que el gran Lou Reed lanzó en 1972 dentro de su genial álbum ‘Transformer’. No cabe más emoción en menos tiempo, más desasosiego, más inquietud y angustia; su tono es siempre oscuro y pesimista, siempre hacia abajo, como si la caída fuese el inevitable destino. El estribillo atrapa, los arreglos de piano u orquesta estremecen, la voz profunda del neoyorquino (en el vídeo junto a la cristalina de Pavarotti, aunque nada como el original) conmueve y provoca sentimiento de empatía. El texto tiene diversas interpretaciones, aunque se discute principalmente sobre si quien le hace sentirse mejor persona es una chica o si a quien se refiere es a la droga, la heroína; dado que él escribió otras canciones sobre ese asunto (‘Waiting for my man’ o la propia ‘Heroin’) se puede colegir que ese día perfecto lo es porque ya se ha chutado, pero puesto que en esas otras habla abiertamente del tema, no se entiende que sea tan críptico en ‘Perfect day’, y como él nunca ha desvelado de qué iba la cosa… Sea lo que sea se trata de una composición absolutamente genial, imperecedera.

Una de las cuestiones que más atención ha suscitado entre los compositores es la de la amistad, asunto sobre el que tratan otras dos maravillas lentas. Una es el ‘Bridge over troubled water’ de Simon & Garfunkel; es de 1970 y viene a decir que por más turbulentas que sean las aguas, por más duros que sean los tiempos, ahí estaré como un puente por donde pasar. Cantada íntegramente por Garfunkel, sólo un piano acompaña a su clara y cálida voz; la pieza va subiendo en intensidad y dramatismo a la vez que captura irremisiblemente; si es escuchada en soledad, en total intimidad, adquiere un nuevo registro, una nueva dimensión, de modo que parece penetrar mucho más. Y aunque en las primeras estrofas describa situaciones de dificultad, la última adquiere matices optimistas. Si rara vez música y letra se acercan a la vez a la perfección, este es uno de esos casos.

La otra que enaltece la amistad es ‘You´ve got a friend’ de Carole King, publicada en su maravilloso álbum ‘Tapestry’ de 1971. Al parecer la escribió para su colega James Taylor, proclive a la depresión, y al igual que la anterior, alguien se ofrece para estar junto a su amigo cuando éste lo necesite (“cierra los ojos y piensa en mí y rápidamente estaré allí”); y también coincide en que el único acompañamiento es el piano. Estrofa y estribillo son simples pero de una eficacia aplastante, entran como aire, naturalmente, inconscientemente. Y es que, ¿quién no quisiera tener un amigo así?


CARLOS DEL RIEGO 

viernes, 21 de junio de 2013

NUEVAS ENCUESTAS EN TORNO A LA SEGREGACIÓN DE CATALUÑA, TAN FIABLES COMO LA ASTROLOGÍA Se acaban de publicar los resultados de un nuevo sondeo sobre el tema, tan creíble e interpretable como cualquier estudio semejante, cuyas conclusiones varían según quién encargue; en fin, todo ello es menos fiable que la astrología

Decir que España maltrata a Cataluña es lo mismo que decir que una pesona maltrata una parte de su cuerpo. Un delirio.
Un organismo del gobierno de Cataluña realizó una encuesta para saber cuántos catalanes estarían a favor de la segregación y la independencia. De los resultados del sondeo deducen que el 55% de los catalanes votaría por la separación, el 23% por continuar dentro de España y un 15% se abstendría. Para empezar, lo único que se puede desprender de esa encuesta (y de todas) es que de los tantosmil preguntados, tantos dijeron esto y tantos aquello, y extenderlo al total de la población es simple y llanamente mentira, pura manipulación; además, sólo se publica que el estudio consistió en 2.000 llamadas de teléfono y nada se dice dónde se preguntó (ciudades, pueblos, barrios…), a qué clases sociales, a personas de qué edades…, es decir, han podido hacer una encuesta seria o no; y sin perder de vista la posibilidad de que el encuestado dijera la verdad, se sintiera presionado o simplemente mintiera para quedar bien o por temor (viendo como se responde en los foros a los catalanes que se dicen contrarios a la separación…). Y por otro lado, si la investigación procede de un organismo gubernamental o dependiente de él, no hay que esperar otra cosa que no sean resultados favorables a sus ideas e intenciones. Curiosamente, cuando la realidad desdice a los estudios estadísticos aplicados a población, los expertos siempre tienen a manos disculpas del tipo “los datos no fueron bien ponderados, no se relativizaron, no se hicieron bien los ajustes…”. Sea como sea es tan razonable fiarse del tarot como de encuestas.

No se puede echar al saco del olvido los falsos referéndums organizados en diversas localidades catalanas meses atrás, cuyo principal y determinante dato señaló una bajísima participación; así, luego se puede presentar la cifra de que tres de cada cuatro votantes optó por la disociación, y deducir posteriormente que tal proporción de catalanes la desea. Además, si después de los persistentes esfuerzos de todos los organismos oficiales sobre la idea de lo mala que es España con Cataluña sólo se ha convencido a poco más de la mitad de las personas consultadas…  

Por otra parte, pudiera llegar a pensarse que los políticos segregacionistas no quieren, en realidad, la independencia por muy alto que clamen por ella, y ello es así porque, en caso de que llegara, perderían su único argumento, su único discurso, y tendrían que empezar a trabajar abordando verdaderos problemas, algo para lo que evidentemente no están preparados ni predispuestos. Otro dato a tener en cuenta en este sentido es el hecho de que no rompen los lazos con el actual estado de las cosas; por ejemplo, podrían pedir que el Barça y el resto de equipos deportivos catalanes no fueran inscritos en las ligas españolas, y esto sí que pueden hacerlo ahora mismo, pues no hay ley que obligue a ningún club a inscribirse en los distintos campeonatos nacionales. Y por la misma razón rechazar ayudas económicas, como los millones que el estado central hubo de entregar al gobierno catalán para reembolsar los llamados ‘bonos patrióticos’ (la Generalitat emitió bonos a un tanto por ciento anual, pero transcurrido el año no pudo reembolsar, por lo que pidió y recibió dinero del gobierno de esa España “que les roba”); esto se parece bastante a la postura de los estudiantes que se negaron a dar la mano al ministro Wert a la vez que con la otra aceptaban el dinero que éste les entregó, dando muestra de una total incoherencia, ya que lo lógico y legítimo es aceptar todo o rechazar todo. Así, no es disparatado deducir que dirigentes y partidos catalanistas (que no es lo mismo que catalanes), seguro que de forma inconsciente, no desean que llegue la hipotética disgregación, pues entonces no tendrían gran cosa que decir a sus seguidores. ¿Alguien piensa en conciencia que todos los problemas de esta región se solucionarían milagrosamente con la escisión?

Repetir una y otra vez que España se porta mal con Cataluña  es algo así como afirmar que una persona se porta mal con una de sus partes, por ejemplo uno de sus brazos, al que apenas alimenta, golpea, hace pasar frío… Delirante.

CARLOS DEL RIEGO        

miércoles, 19 de junio de 2013

LA EXTENDIDA (Y FALSA) IDEA DE QUE LA TRANSICIÓN PRODUJO IMPUNIDAD Amnistía Internacional ha publicado un informe en el que denuncia que en España continúan impunes los crímenes de la Guerra Civil y el franquismo; sin embargo dicho informe no tiene en cuenta que en los años los de la transición española se llegó a un acuerdo apoyado por una incontestable mayoría de ciudadanos

La transición fue el camino más práctico y, en realidad, el único posible. Ahí están Tierno, Carrillo, Felipe, Suárez, Fraga, Calvo Sotelo y Roca. Todas las opciones
Está extendida la opinión (sobre todo entre quienes no estuvieron allí) de que la impunidad se debe a que la transición la hicieron los franquistas para asegurarse la continuidad en el poder, algo totalmente falso, pues los partidos que llevaban a Franco en su bandera no sacaron ni un solo diputado en las primeras elecciones; sí que hubo un gran partido de derechas (AP) que aglutinó el pensamiento conservador que no quería tener nada que ver con los ultras; decir que hoy mandan los mismos de entonces (o sus hijos) es decir mentira, e igualmente afirmar que una democracia surgida de ese modo no es más que una farsa es también faltar a la verdad, pues quienes vivieron sin ella echaban mucho de menos una democracia como la actual; y de igual modo no son pocos los jóvenes que desprecian la situación actual y sueltan sin pensar que vivimos en una dictadura (¿será preciso recordar que la peor democracia es mejor que la mejor dictadura?) y que seguimos igual que en época del general, sin entender que la libertad con que pueden manifestar sus opiniones hoy hubiera sido inconcebible entonces. Desconocimiento, atrevimiento ignorante, sectarismo ideológico.

La transición caminó por el único sendero posible. En aquel apasionante, histórico y a veces hasta divertido momento, el personal de a pie optaba por la ruptura o por la reforma, es decir, o derogar todas las instituciones del estado y crear otras totalmente nuevas o reformar lo existente para iniciar el proceso democrático; algo así como la disyuntiva entre derruir la casa actual para luego construir una nueva, o esperar a que ésta esté habitable para echar abajo la vieja. Todas las fuerzas políticas con peso y apoyo popular acordaron, consensuaron, pactaron una amnistía (sin preguntar a los ultras) que contó con un aplastante apoyo popular. Es conveniente recordar que a la muerte del dictador vivían muchos de los que combatieron en la guerra, y gran parte de la población tenía un padre o un abuelo muerto durante aquellos tres fatídicos años, de uno y otro bando; por eso, porque se admitía que hubo crímenes y tropelías de color rojo y de color azul, la gran mayoría de los españoles de la segunda mitad de los setenta del siglo XX entendió que había que mirar hacia adelante. En realidad fue la postura más práctica, tal vez la única que no implicaba conflicto seguro. Imagínese que se imponen las tesis rupturistas, que se inicia un proceso para revisar todas las barbaridades franquistas de la guerra y de la primera posguerra; inmediatamente los perjudicados por el bando republicano hubieran exigido lo mismo, y los sectores más reaccionarios del ejército (convencidos de que habían combatido con la razón de su lado) no lo habrían consentido, no se hubieran quedado de brazos cruzados esperando su procesamiento. Así, si tras el 20 de noviembre de 1975 hubieran empezado a llegar las denuncias contra los que ganaron la guerra, el enfrentamiento violento habría sido una certeza matemática (como se auguraba en media Europa); los sectores más radicales de las formaciones de izquierda y los franquistas más inmovilistas hubieran echado mano a las armas, pues unos y otros hubieran estado encantados en acabar físicamente con el enemigo; parte de la población se hubiera alineado con estos y otro tanto con aquellos…, condiciones ideales para regresar cuarenta años. Y también hay que tener presente que si el Rey no hubiera firmado los Principios del Movimiento, Franco no le hubiera designado rey (como hizo con su padre al manifestarle éste sus intenciones democráticas), de forma que hubiera nombrado sucesor a alguno de los muchos continuistas convencidos (como Arias Navarro, ‘el fiscalito de Málaga’), los cuales contaban con apoyo suficiente como para detener por la fuerza cualquier avance democrático; y así se llega de nuevo al conflicto. Afortunadamente no fue así, ya que la inmensa mayoría de los españoles no quiso saber nada de extremos y se decantó por la opción conciliadora.

Aseguró un sabio que tras una guerra hay que olvidar para poder vivir, pero pasado el tiempo suficiente hay que recordar para no envenenarse; y en ese sentido el gran Pérez Galdós escribió que la Historia es como la fruta: si está verde no puede comerse y uno no se hace idea de cuál es su verdadero sabor. En fin, las cosas hay que mirarlas con perspectiva, con distancia, y por eso, pasados los años suficientes se verá la transición española como un modelo que, en realidad, era el único posible. Aquello desembocó en la actual democracia, evidentemente muy lejana de la perfección, pero que levante la mano quien se sienta cerca.

Otra cosa totalmente diferente es el espeluznante asunto de los niños robados y otros execrables crímenes del último decenio del franquismo; es de justicia investigar, tratar de reparar en lo posible el daño hecho y, por supuesto, denunciar y castigar a los culpables.

CARLOS DEL RIEGO   


domingo, 16 de junio de 2013

LA PODEROSA EMOCIÓN DEL ‘AIR GUITAR’ Es algo a lo que no hay seguidor del rock que se resista: tocar una imaginaria guitarra como si estuviera en el escenario junto a las grandes leyendas. Es el ‘air guitar’, que muchas veces transporta al practicante al nirvana del heavy, pues la cosa funciona sólo con el metal en cualquiera de sus múltiples aleaciones

El 'air guitar' se vive más intensamente en soledad
Todo aquel que alguna vez haya sentido el veneno del rock corriendo por sus venas ha tocado el ‘air guitar’. Seguro que hay quien dirige orquestas sinfónicas imaginarias, pero bien puede asegurarse que creerse una estrella que está en medio de un escenario multicolor y ante miles de espectadores es algo privativo de este género musical, es decir, la cosa sólo funciona con heavy, metal, punk y sonidos gruesos en general.

Es una sensación absolutamente única, fácil de poner en práctica y muy satisfactoria; eso sí, preferiblemente en soledad. La cosa suele ser así: uno está en la habitación de la música (esto se ha perdido con las posibilidades de los nuevos utensilios electrónicos) y coloca en el reproductor el disco tal y la canción cual; puede seguir la letra sosteniendo la portada o iniciar directamente la ‘actuación’; sujetando el mástil de la guitarra invisible y punteando con la otra mano, la estrella solitaria rasguea a la vez que canta, se detiene, corta, salta, arranca y vuelve otra vez a acercarse al micrófono, todo ello siguiendo a la perfección la letra y la música de esa canción que se sabe de memoria y que puede ‘interpretar’ de principio a fin. Esto es ‘air guitar’, imitar todo lo perfectamente que se pueda al cantante y guitarrista de un grupo concreto durante una interpretación; la cosa incluye riffs, solos, gritos, inflexiones de voz… Es tal el caudal de emoción que se siente que cuando el ‘artista’ es interrumpido parece salir de un trance, como si hubiera sido despertado bruscamente; eso sí, tarde o temprano todos los que han hecho ‘air guitar’ se ha visto sorprendidos, experimentando una sensación violenta e incluso irritante.


Pero lo mejor es tocar varios instrumentos; por ejemplo, se empieza con el redoble de batería con que entra la pieza y se pasa inmediatamente a seguir el ritmo (cruzando los brazos, mano derecha al plato e izquierda a la caja), y a su debido momento se toma la guitarra, recreando acordes y rasgueos para dar dos pasos y colocar la boca ante el inmaterial micrófono; la cosa va cogiendo temperatura cuando llega el solo de guitarra, que en un momento dado se cambia por dos cortes de batería y unos arreglos de órgano; a todo esto no faltan los saltos con piernas abiertas, las hincadas de rodillas, las patadas al aire o el ‘paso del pato’ que inventó un tal Chuck Berry. Para entonces el sujeto está como embrujado, henchido de adrenalina, como a punto de reventar desde dentro, ajeno a toda realidad e inmerso en una fantasía sumamente placentera; es una sensación única, un sentimiento muy fuerte, una poderosísima emoción que puede conducir a una especie de trance. Es entonces cuando la esencia del rock penetra más profundamente y cuando se entiende por qué se ama esta música.

Muchos de los pioneros descubrieron el ‘air guitar’ por sí mismos, de modo intuitivo, espontáneo, sin pensar y sin saber muy bien por qué lo hacían, y por eso se detenían instantáneamente cuando alguien los miraba; otros, sin embargo, probaron a imitar a los imitadores y se encontraron con algo muy divertido.  Tanto que hace alrededor de treinta años se organizaron las primeras competiciones de ‘air guitar’, en plan cómico, a modo de broma, pero con el paso del tiempo la cosa se ha puesto más seria e incluso existe un campeonato del mundo en el que participan ‘guitarristas’ de docenas de países.
                             

Es imposible precisar quién hizo ‘air guitar’ por primera vez, pero sí se admite como más antigua interpretación registrada la de Joe Cocker durante su actuación en el Festival de Woodstock en 1969; como es sabido, Cocker sólo canta, de modo que al empezar su interpretación del ‘With a Little help from my frtiends’ de Beatles sus dedos empezaron a moverse como si tocara el teclado, e inmediatamente la imaginaria guitarra; se antoja que aquellos gestos no fueron premeditados sino absolutamente instintivos, inconscientes, naturales…, y ciertamente, al verlo, dan ganas de, al menos, hacerle los coros. Desde entonces, la ‘técnica’ se ha perfeccionado, pero la energía sigue siendo la misma. Y no hay iniciado en el rock que no haya tocado su ‘air guitar’.

CARLOS DEL RIEGO


jueves, 13 de junio de 2013

SE GENERALIZA EL USO INCORRECTO O INTERESADO DE LAS PALABRAS En todas partes se distorsiona el sentido de términos y giros para adecuarlos a lo que conviene, cosa que se puede comprobar tanto en la red como en conversaciones de bar; lo peor es que la prensa en general se ha unido a la moda del descuido y el tópico erróneo

Esta pistola fue fabricada por una máquina de esculpir, de ningún modo por una impresora, de hecho no tiene nada impreso.
Todo el mundo (o casi) escribe. Foros, blogs, sitios, redes…, la tecnología ha permitido que quien lo desee pueda expresar lo que quiera. Se ha socializado la posibilidad de dar a conocer lo que uno piensa respecto a lo que sea, pero a la vez se distorsiona el lenguaje, o sea, se escribe y se habla de la manera más fácil y rápida, sin atender a normas mínimas para que lo que se dice sea inteligible y correcto. Y a ello hay que añadir el uso interesado o inadecuado que se hace de las palabras. Pero lo peor es la desgana, nula preocupación por el lenguaje e incluso su uso incorrecto que se observa a diario en los medios de comunicación. Aquí van unas muestras.

Hace ya muchos años que algunos hablan del bloqueo que sufre Cuba, a pesar de que lo que padece es un embargo. Si la VI Flota de Estados Unidos estuviera rodeando la isla impidiendo entrar o salir, sería un bloqueo, pero lo que en realidad hay es un embargo, o sea, USA ni compra ni vende a Cuba, que puede abastecerse de lo que necesite en cualquier otro país, como viene haciendo desde hace… (por cierto, también compra y vende en yanquilandia a pesar del embargo).

Últimamente, y sin duda con intención ideológica, se utiliza ‘campo de concentración’ cuando se quiere señalar una cárcel franquista, aunque ésta esté ceñida a un edificio; así, ¿cómo puede haber un campo dentro de un inmueble? Lo más curioso es que una prisión en el lado nacional se tilda de campo de concentración mientras otra similar o idéntica en territorio republicado es simplemente un presidio.

En el mismo sentido está la alergia que muchos españoles tienen a la palabra España, que sustituyen generalmente por Estado Español. Seguramente se deba a que identifican España con el dictador, cosa que al gallego le hubiera encantado, de hecho esa es una de las estrategias de los tiranos: identificarse con el país, la bandera, el himno (y así, si son atacados pueden decir que quien es atacada es la patria), por lo que quienes identifican a España con el general lo que hacen es caer en su trampa. Por otro lado, España no equivale a Estado Español, pues aquella es territorio, personas, historia…, y esto es la administración. Si un grupo musical anuncia que hará una gira por todo el estado está diciendo que actuará en delegaciones del gobierno, ayuntamientos, diputaciones…

Cuando se quiere resaltar el carácter sanguinario de un dictador (sea del signo que sea) se le señala como genocida aunque su ensañamiento no haya atendido a razas. Para que uno sea genocida tiene que matar en función de los genes, por ejemplo Hitler, que mató preferentemente a judíos, negros, gitanos…, mientras que existen y han existido déspotas que exterminan sin importar razas, e incluso se centraron en aniquilar compatriotas, por ejemplo Mao. El germano sí fue un genocida, pero el chino sólo puede ser señalado como sangriento asesino, nunca como genocida.
Lo del término homofobia parece causa perdida, pues hasta los relamidos veletas de la Real Academia ya lo dan por válido para señalar a los que no toleran ni homosexuales ni homosexualidad (curiosamente no dan significado a la voz homófobo). Sin embargo, por mucho que lo digan dichos mequetrefes, homo significa igual, idéntico, y fobia quiere decir odio o miedo, por lo que homofobia significaría odio o miedo al que es igual, o sea, un significado contrario al que los tuercebotas de la Academia le han dado cediendo a la moda. Puestos a inventar, podría decirse ‘antigays’…, o incluso homosexualófobo.

Una de las más reciente incorrecciones es denominar impresora 3D a una máquina que no imprime, sino que esculpe. La cosa viene de un tipo que ha esculpido una pistola con lo que llaman impresora en tres dimensiones, pero viendo el resultado del trabajo de dicho artefacto se comprueba que no tiene absolutamente nada impreso. Si el aparato lo que hace es esculpir debe llamarse máquina escultora o algo así, pero no impresora.

Otra típica de la prensa cuando habla de quemaduras en personas; suelen decir que “la víctima sufrió quemaduras en el 60% de su cuerpo”, lo que viene a significar que el pobre individuo tenía achicharrado el 60% de los huesos, del hígado, de los vasos sanguíneos, de los músculos, del intestino… En realidad el redactor se refiere a que el herido tiene quemado el 60% de la superficie de su cuerpo.

Los antitaurinos acostumbran a argumentar que la tauromaquia es una forma de tortura. Sin embargo, la tortura exige que el torturador esté en posición de seguridad total y el torturado totalmente indefenso…, y nadie podrá sostener que el torero no corre peligro o que el toro no puede defenderse. Así, podría hablarse de maltrato, de castigo, de daño, de espectáculo sanguinario…, pero no de tortura.

Y una última inexactitud vista hace sólo unos días en la prensa. Al parecer, la luna se separa de la tierra unos centímetros al año, mientras que hace millones de años estaba mucho más cerca; los periodistas aseguraron en sus textos que “la luna estuvo diez veces más cerca de la tierra que ahora”. El satélite está hoy a unos 380.000 kilómetros, por tanto, diez veces esa cantidad son 3,8 millones de kilómetros…, o sea, la máxima cercanía entre los dos cuerpos sería una vez esa distancia, 380.000 kilómetros, y de ningún modo pudieron estar más cerca.

Las palabras significan lo que significan, no lo que a uno le parece, interesa o conviene
 

CARLOS DEL RIEGO

martes, 11 de junio de 2013

LA ÚLTIMA BUFONADA: UN PERRO ES CONDECORADO “POR SU VALOR Y COMPROMISO SOCIAL” Por más que el ciudadano esté curado de espantos, siempre hay auténticos pisaverdes dispuestos a ir un poco más allá en el terreno de la necedad; la última de una de estas auténticas conjuras de necios ha sido otorgar una medalla al valor a un perro

El perro galardonado, Ajax, muestra su alegría por la medalla, viviendo intensamente un momento tan especial y a punto de dar su discurso de agradecimiento

Es como los que organizan fiestas de cumpleaños para el gato, aniversarios para el pájaro o reunión de congéneres con espectáculo para el perrito. Una asociación inglesa cuyas siglas son PDSA ha tenido a bien otorgar una medalla a un pastor alemán de la Guardia Civil que ayudó a detectar un artefacto explosivo en Mallorca. La cúspide de la estulticia a la que ha llegado dicha fundación animalística se comprueba al leer los méritos del animal para hacerse acreedor de la distinción: por su valor, por su dedicación extraordinaria al deber y por su compromiso social; y la cosa se remata al destacar que tanto Ajax (el perro de marras) como su sargento se ofrecieron de forma voluntaria para ayudar en la búsqueda del artefacto.

¿Cómo expresaría el homónimo del héroe mitológico su voluntariedad? ¿Y cómo su compromiso con la sociedad? ¿Cómo puede un animal ser valiente si no sabe qué peligro corre, cómo puede ser comprometido sin tener idea de lo que es la sociedad, y cómo voluntario sin tener libre albedrío?

Nada de eso, ninguno de esos sentimientos puede atribuirse a un animal irracional pues son exclusivamente humanos, porque sólo un hombre puede elegir cómo ser, cómo pensar, cómo actuar. El animal en cuestión actuó sólo por instinto y entrenamiento, es decir, si este mismo perro hubiera sido entrenado para reprimir manifestaciones eso es lo que haría siempre, y realizaría tal cometido con la misma  eficacia; morder manifestantes o localizar bombas no depende de la voluntad del can, sino del adiestramiento que haya recibido, de los estímulos asimilados y de sus instintos básicos.  Los animales no son buenos ni malos, ni valientes ni cobardes, ni crueles ni solidarios, sino que inevitablemente  hacen lo que les dicta su instinto, lo que les impone la naturaleza, de forma que su actuación es absolutamente independiente de su inexistente albedrío. Cualquier perro responderá igual que otro de la misma raza que haya recibido parecido entrenamiento, mientras que una persona actuará de modo distinto a otra aunque hayan sido educadas en idéntico entorno, y por eso la persona puede ser cobarde o valiente, porque puede elegir, mientras que un animal no tiene capacidad de elección, sino que hará lo que tiene que hacer según sus impulsos naturales y su instrucción.

Las crónicas del acto de entrega de la condecoración no dejan claro si el animalito dio discurso de agradecimiento (“a mi familia, a mis compañeros…, sin los que esto hubiera sido imposible”), tampoco se especifica si la distinción conlleva alguna dotación económica o si en la comida subsiguiente se sentó al protagonista en el lugar de honor de la mesa. En serio, el can no tuvo la menor conciencia de estar jugándose la vida ni de asumir riesgos, no realizó su acción pensando en el bien de la sociedad ni, evidentemente, se presentó voluntario para el servicio. No, la pobre bestezuela no hizo otra cosa que repetir una vez más lo mil veces ensayado, sin sopesar los riesgos. Sin pensar.

Por cierto, si se condecora públicamente a un animal por su valor, ¿habría que juzgar y castigar públicamente al que se porte mal?, ¿cómo se porta mal un animal?, ¿se le pueden exigir responsabilidades por sus actos?

Un premio o distinción se otorga para agasajar, agradecer, reconocer méritos, pero por mucho que se empeñen, el animalito no va a tener ni el más leve indicio de conocimiento de qué es lo que pasa en la fiesta…, ni le interesa. No se sabe muy bien por qué, pero hay personas que tratan por todos los medios de humanizar a los animales, de dotarlos de derechos (no de obligaciones), de atribuirles conciencia u otros sentimientos imposibles fuera de la racionalidad. Un animal no piensa, no tiene conciencia, obligaciones, deberes, y tampoco es honesto ni perverso, y por ello no debe ser tratado como persona ni exigírsele como tal, aunque, eso sí, ha de ser evidente y obligatorio para todo humano portarse bien con las bestias (¿se exceptúan insectos?), permitir su vida en la naturaleza sin arrebatarles su espacio y cuidar correctamente a los domésticos. Este es un deber exclusivo de la persona.

CARLOS DEL RIEGO   


domingo, 9 de junio de 2013

ALGUNOS ÉXITOS MENORES DEL POP Los grandes éxitos mundiales oscurecieron el incipiente brillo de otras canciones que apenas disfrutaron de unos instantes de fama y casi siempre lejos de su casa. Pero son piezas con mucho mérito que, aunque menores, pueden considerarse éxitos

Billy Bragg siempre podrá presumir de un clásico, menor pero un clásico,
como 'She´s got a new spell'.
Casi desde los primeros momentos de la era dorada de la industria discográfica se produjo una encarnizada lucha por escalar las listas de éxito y ventas hasta lograr la cima del número uno. Las bandas y solistas más grandes llegaron a la cumbre repetidas veces (muchas en competencia con lo que se llama ‘canción ligera’), dejando en el camino piezas verdaderamente meritorias que en ocasiones alcanzaron sus minutos de gloria, pero fue una gloria muy efímera, corta y sobre todo limitada. Los que hicieron esos éxitos menores tienen realmente biografías bastante comunes y con apenas uno o dos chispazos momentáneos, pero merece la pena detenerse en estos grupos de segunda clase que un día estuvieron en primera, aunque rápidamente volvieron a bajar. Lógicamente hay muchos, muchísimos que podrían entrar en este pequeño recuerdo de quienes tocaron la cima con los dedos pero no pudieron quedarse. 


Un británico llamado Robin Scott alcanzó gran éxito en 1979 (número 1 en Usa y 2 en Inglaterra) bajo el seudónimo de M o M Factor, con una curiosa y pegajosa canción titulada ‘Pop music’. Según dice el autor, quiso hacer “un pequeño resumen de los 25 años de historia del pop, algo importante en todo el mundo desde los años sesenta”; en principio la hizo con arreglo rythm & blues, luego le puso un traje funk a lo James Brown, y finalmente le dio un toque electrónico muy atrevido para su tiempo (“usé la tecnología como un pintor sus óleos”, aseguro Scott). La canción es pura melodía pop envuelta en atmósfera y mobiliario electro; tiene un algo que se adhiere poderosamente a los receptores acústicos del cerebro, de modo que una vez escuchada es prácticamente imposible olvidarla; es fresca, chocante, distinta, tiene mucho ritmo y adornos sencillos y precisos. El vídeo también engancha pues, como se repite en el estribillo, “todo el mundo habla de música pop”. M  publicó otros tres o cuatro álbumes, pero jamás llegó a acercarse a la cumbre ni de lejos. Por cierto, hay una versión maxi con dos surcos paralelos en la misma cara del vinilo, de forma que si pones un surco suena ‘Pop music’ y si se coloca la aguja un milímetro más allá suena otra. Lo suyo fue un destello, un relámpago que, cuando lo quieres mirar, ya se apagó.

Otra pieza que gozó de un instante de brillo fue ‘The worker’, del grupo inglés Fisher Z. Funcionó del 76 al 81 (luego resucitó y volvió a desaparecer), editando tres buenos discos; curiosamente Fisher Z apenas tuvo relevancia en su país (sólo alcanzó el puesto 53 de las listas), pero en otros lugares de Europa, incluyendo España, gozó de bastante popularidad en los círculos de los más iniciados en la incipiente ‘new wave’. En su primer álbum, ‘World salad’, se incluía esa pieza verdaderamente deliciosa, ‘The worker’; con evidentes influencias reggae, la melodía tiene don, es suave y parece acariciar, y a ello contribuye la aguda y melosa voz del autor, John Watts, que cantaba en tono muy alto (pero no en falsete), casi de niño; la construcción es simple, lógica, y resulta fácil de digerir y más fácil de tararear; habla del trabajador que a diario tiene que perder mucho tiempo en el odiado viaje hacia el tajo, lejos de su esposa. Fisher Z tiene muchas otras muy buenas canciones, de forma que quienes ya estaban introducidos en este universo en aquellos años podrían recordar fácilmente media docena. Su cuota de triunfo, su estancia en el paraíso duró algo más, pero en realidad jamás pasó de la antesala, y al final tampoco hizo cumbre.   

‘Nth Degree’ es un trepidante y colorista tema del grupo neoyorkino Morningwood, que en 2005 consiguió sacar la cabeza del estrato ‘underground’ para echar un vistazo al adictivo oropel del éxito. Con la alocada y descarada Chantal Claret al micrófono (para comprobarlo se pueden visionar los vídeos en vivo de ‘Gett off your clothes’), esta banda de pop-rock sí que ha sacado rentabilidad a sus canciones, pues ha conseguido que algunas fueran elegidas como soporte de varias campañas publicitarias. ‘Nth Degree’ se construye como u tema mutante que cambia varias veces de dirección, aunque siempre con tono pop-rock enérgico y contundente; el vídeo es muy original y divertido: los integrantes del grupo van apareciendo en sucesivas portadas de discos y actuando ataviados a la usanza heavy, luego como punk-Ramones, más tarde al estilo disco-Donna Summer, ahora en plan sixties y luego a modo country, aquí haciendo de techno-Kraftwerk y allí imitando indies. Siempre con ritmo trepidante, un estribillo muy contagioso y la hipnótica presencia de Chantal, esta pieza ha sido su única oportunidad de conocer de primera mano eso de las listas, tal vez porque apenas han publicado un par de álbumes desde su nacimiento, hace doce años, pero a cambio, sus directos deben ser de lo más excitante… 

La nómina de melodías que estuvieron en el cielo tanto como una estrella fugaz es ciertamente extensa, y cada uno tendrá su alineación preferida; podrían recordarse sin embargo la preciosa ‘She´s got a new spell’ del bohemio Billy Bragg, la delicada ‘Stay’ de The Blue Nile (de la que se decía gustaba a todas las chicas, sin excepción), la apasionada ‘Nowhere girl’ de B-Movie (que fue éxito relativo en toda Europa y sólo alcanzó el número 68 en Inglaterra; el grupo no llegó a editar álbum), el enigmático y cautivador ‘Total control’ de The Motels (que apenas logró el número 4 en Australia y ni siquiera entró en lista en Usa), la elegante ‘Driver´s seat’ de Sniff & the Tears’ (15 en Usa y 42 en su país, Inglaterra)…

Todas, en fin, son canciones que estuvieron arriba lo que dura un suspiro, pero no merecen perderse en el olvido.

CARLOS DEL RIEGO


jueves, 6 de junio de 2013

EL ENIGMATICO Y SOSPECHOSO CLUB BILDERBERG Estos primeros días de junio se suelen reunir los miembros del elitista Club Bilderberg, una especie de congreso reservado para opulentos y peces gordos de la política, los medios, las finanzas. Lógicamente, ello tiene todo lo necesario para pensar en conjuras y planes conspiratorios, sin embargo y aunque se le tilda de secreta, se sabe dónde, cuándo y quiénes participan…, malas bases para un complot

Las protestas contra este club de ricos y poderosos se producen en cada reunión, que evidentemente es cualquier cosa menos secreta
Mucho se habla del Club Bilderberg, generalmente para señalar las intenciones de los integrantes de tan selecto círculo de ricos y/o poderosos, que se asegura no son otros que el dominio y manipulación del mundo y sus habitantes. Estos días el asunto vuelve a primera plana dado que se celebra ahora su reunión anual, y por eso los foros arden con opiniones tremendamente beligerantes; todo el mundo habla y opina, todo el mundo parece saber de primerísima mano los entresijos de los asistentes, todos parecen conocer sin la menor duda de qué van a hablar (es decir, son incluso futurólogos), cuáles son sus planes secretos y los medios que pondrán en acción para lograr sus objetivos. Eso sí, nadie aporta la mínima prueba, no hay quien señale datos irrefutables, no se encuentra ningún argumento verdaderamente sólido, ninguna fuente de información (como máximo se alude a uno de los integrantes del club que reveló esto o aquello, pero claro, cualquiera puede tener esa fuente de información), nada de eso, todo se basa en teorías conspiratorios a escala global, sospechas, presunciones, conjeturas, hipótesis, suposiciones… Lo curioso del caso es que se lleva hablando años y años de esta peña de banqueros, políticos, financieros y peces gordos en general, hay libros (a destacar el de Daniel Estulín), artículos y reportajes sobre el tema, pero casi ninguno es fiable, puesto que habitualmente se mezcla lo cierto y probado con la suposición, y con el paso de los años se siguen utilizando los mismos tópicos y leyendas, pero jamás se aportan datos fiables más allá del dónde, cuándo y quién.

Echando un vistazo a los comentarios de la noticia se encuentra que la gran mayoría de los opinadores creen a pies juntillas que esos son los responsables de prácticamente todos los males de este mundo, y defienden esa postura con uñas y dientes, amenazando a quien se atreve a expresar opinión contraria, al que llaman fascista asesino y a quien desearían “bolarle la cabeza” (sic)… Llama la atención ver cómo quienes se creen dueños de la verdad total (como creían Hitler o Stalin, Castro o Pinochet) se sienten los únicos para decidir quién debe vivir porque piensa como ellos y quién no merece estar en este planeta por discrepar; no atienden a ningún razonamiento ni, por supuesto, esgrimen argumentos, sino que están tan fanatizados que, al menos de palabra, matarían a quien no crea lo que ellos. No se dan cuenta, pero esa es la esencia del fascismo: no soportar opinión contraria y estar dispuesto a todo para imponer el pensamiento propio.

Volviendo al Bilderberg, por un lado se dice que es una reunión secreta, sin embargo se sabe dónde, cuándo y quienes se van a reunir, y los más osados adelantan de qué se va a tratar e incluso cuáles serán las conclusiones y planes de acción a seguir… Sea lo que sea y se hable de lo que se hable, esta reunión secreta es poco secreta. Por otro lado, trazar conspiraciones entre 150 personas (por ahí está la lista completa) es una imposibilidad matemática, sobre todo si es imprescindible el silencio y el secretismo; si mantener la boca cerrada es difícil con dos o tres en el ajo, imagínese con todos esos. Ah, el club tiene una especie de oficina-cuartel general en Holanda, algo raro para un grupo dedicado a urdir intrigas.

En teoría, según lo que trasciende oficialmente, el Bilderberg es una especie de cónclave de señorones engreídos y pagados de sí mismos procedentes de diversos centros de poder que, lejos de sus ambientes, pueden hablar sin los convencionalismos que impone el micrófono y sin el sometimiento que exige el partido o consejo de administración. Seguro que hay camarillas que estarían encantadas de imponer sus criterios en política, economía, sociedad, ideología…, pero parece difícil que tantos se pongan de acuerdo en tanto, sobre todo teniendo en cuenta que junto a derechistas confesos hay izquierdosos irredentos, al lado de católicos a machamartillo se sientan ateos combativos, y comparten mesa y mantel los partidarios del liberalismo y los que exigen más presencia del estado. Sí, demasiada gente para trazar planes conspiratorios y manipuladores. Es un poco como otras agrupaciones sectarias como la masonería o el Opus Dei, que al igual que el club en cuestión sólo admiten a millonarios y a figurones con poder de decisión (aunque casi siempre cuentan con algún ‘clase media’ para enseñar). Cierto que a todos les gustaría imponer sus criterios y modos de pensar, pero parecería muy tonto tratar de conspirar en público. El Bilderberg más parece algo así como un simposio para discutir temas que (eso sí) afectan a todo el planeta, pero pensándolo fríamente se antoja difícil de creer que de ahí salgan líneas de actuación a imponer en todas las sociedades; además, hay otros foros mundiales cuyo poder ejecutivo es mucho mayor.

Se puede tener la seguridad de que existen complots, conjuras y confabulaciones con fines manipuladores y de control de masas (sobre todo en el ámbito económico), pero cuándo, dónde y quiénes se reúnen serán cuestiones verdaderamente secretas, y se llevará a cabo la trama en ‘petit comité’ y sin que trascienda lo más mínimo, sin que se entere ni el forero más enterado.


CARLOS DEL RIEGO   

martes, 4 de junio de 2013

LA MADRE-VENGANZA QUE QUEMÓ AL VIOLADOR SE APROVECHARÁ TAMBIÉN DEL ABSURDO SISTEMA PENAL El violador de su hija de 13 años estaba de permiso seis años después, se lo encontró y lo mató; ahora tendrá que pasar alrededor de dos años en la cárcel. Si la mujer lo hubiera calculado, sin duda le habrían salido las cuentas

La vengativa madre, en tratamiento desde la violación de su hija, perderá un par de años de libertad a cambio de la certeza de que el agresor no viva.
La noticia está haciendo arder los foros: una mujer que quemó vivo al violador de su hija ha de entrar en prisión. Las particularidades del caso de la justiciera de Benejúzar (Alicante) vuelven a dejar en evidencia la endeblez y contradicción del injusto sistema penal español. Condenado a nueve años de prisión por la violación de una niña de trece, el agresor ya estaba en la calle pasados dos tercios de la condena, disfrutando de beneficios penitenciarios en el pueblo donde sucedieron los hechos y donde residen todos los implicados; la madre de la víctima lo encontró en un bar (previa provocación, según ella, sin provocación según un testigo) y le prendió fuego tras empaparlo en gasolina. Ahora, la mujer (en tratamiento desde que se produjo la violación) ha de ingresar en prisión para cumplir una condena de cinco años por asesinato con eximentes.

La condena de nueve años por violación de una menor es sin duda escasa, pero si además el tiparraco está exhibiéndose ante la víctima pasadas sólo seis primaveras la cosa se antoja, como mínimo, injusta, insultante y preocupante, ya que un violador lo será toda su vida, lo que significa que cuanto antes esté en la calle antes comenzará a buscar presas con las que saciar su animalidad. Por otro lado, la madre-venganza había sido condenada por asesinato a nueve años que quedaron en cinco; cuando entre en la cárcel (si entra) seguro que vuelve a casa antes de veinticuatro meses, con lo que la ardiente paisana habrá cometido un cruel asesinato (aunque sea de un indeseable) por el que habrá pagado sólo con el tiempo que duran dos ligas de fútbol.

Seguro que la desgraciada señora no calculó fríamente los hechos y sus consecuencias, pero si lo hubiera hecho, la jugada le habría salido redonda. “Liquido a este animal que encima no ha cumplido la condena completa, me caen unos años que con la apelación quedarán en menos y, en último caso, voy unos cuantos meses a la cárcel (contando la preventiva), pues portándome bien y haciendo algún trabajito no me pierdo más de una navidad. Al fin y al cabo, si el agresor se aprovecha de la levedad del código penal, ¿por qué no lo va a hacer el ciudadano que, tras sufrir una brutal agresión, se toma la justicia por su mano y paga con la misma moneda?”. Tales pueden ser los pensamientos de quien se siente burlado por una justicia que, incomprensiblemente, está mucho más atenta al bienestar del delincuente que al del agredido. Piénsese, por ejemplo, en el caso del marido maltratador con dos docenas de denuncias, alejamientos e incluso prisión a lo largo de los años; no sería tan descabellado que un hermano de la mujer hiciera sus cuentas y pensara que, de seguir así las cosas, más pronto que tarde ella sería el número ‘XX de la lista de muertes por violencia machista’, por tanto (deduce) es mejor tomar la delantera, liquidarlo y pasarse dos o tres años entre rejas; de lo contrario la muerta será ella y nosotros estaremos llorando y rabiando el resto de nuestra vida, mientras él estará libre en poco tiempo, buscando otra presa. El justiciero puede, por tanto, hacerse a las pérdidas, valorar lo que se pierde dejando que el maltrato desemboque en lo inevitable y contraponerlo a la entrega de unos años de libertad, poder dormir aunque sea en chirona o pasarse las noches rumiando la rabia de ver libre y ufano al bestia.

Hace unos cuantos años, en Alemania una mujer mató de un tiro al asesino de su hija; cuando escuchó la sentencia de varios años de cárcel apenas se inmutó, como si las cuentas le hubieran salido según lo previsto.
      
CARLOS DEL RIEGO   


domingo, 2 de junio de 2013

EL ROCK & ROLL ETERNO DE JOHN FOGERTY Escribió uno de las más brillantes capítulos de la historia del rock al frente de los Creedence Clearwater Revival en apenas un lustro, pero lejos de conformarse, nunca ha dejado de publicar y actuar, mostrando siempre una creatividad casi ilimitada. John Cameron Fogerty regresa a los 68 años con un disco con clásicos y un par de títulos nuevos, él solo o en compañía. ¿El resultado?, deslumbrante

Con casi 70 años, el rock sigue corriendo rabioso por sus venas.
Pocos grupos resultan tan evocadores como Creedence Clearwater Revival, pocas melodías son tan unánimemente admiradas y tarareadas en cualquier parte del mundo como las escritas por John Fogerty, que acaba de editar un nuevo disco con revisión de piezas añejas y con nuevas muestras de su inagotable talento.

Se trata de un disco titulado ‘Wrote a song for everyone’, mestizo se mire por donde se mire; por un lado las canciones están recreadas por el propio John al lado de cantantes y grupos de blues, de country, de rock, más o menos conocidos pero todos muy escogidos; son acompañantes que aportan matices sin perder nunca el respeto a la melodía original y cuyas voces engarzan bien con la de John.; y por otro, contiene piezas maestras de los Creedence, algunos escogidos momentos de la carrera en solitario del músico californiano y un par de muestras de que el tío todavía conserva el don que le regaló la naturaleza: talento. El disco impresiona, casi abruma, pues al lado de clásicos colosales hay un par de pinceladas que demuestran que este hombre ha sido y es uno de los tres mejore creadores de música de Norteamérica; asimismo queda patente que sus grandes canciones pueden envolverse con dureza hard o delicadeza folk y siguen funcionando maravillosamente. Además, a sus 68 años (el disco celebra el cumpleaños) conserva casi toda la voz, al igual que Neil Young y a diferencia de Dylan.

El álbum comienza con un trepidante ‘Fortunate son’, que admite el arreglo hard con una facilidad pasmosa; y acto seguido el ambiente se vuelve country, deliciosamente country con el ‘Almost saturday night’. La preciosa ‘Lodi’, que John interpreta con sus hijos, emociona. ‘Mistyc highway’ es una de las piezas nuevas de este auténtico monstruo de la composición, una canción absolutamente genial, cargada de chispa, brillante melodía y poderosos arreglos; la canta él solo y se extiende en un trepidante solo de guitarra (su dominio de la seis cuerdas es soberbio) que da paso a una parte vocal casi góspel; por cierto, los puentes que unen los diversos fragmentos de la composición funcionan a la perfección… y son evolución de los que ya hacía cuarenta años atrás para su inmortal banda.

La pieza que da título al álbum conserva el magnetismo del original y puede adoptar tonos más country o más rock con gran naturalidad. El insustituible ‘Bad moon rising’ se ve fortalecido, refrescado, con exquisitos toques de violín y otros excitantes y coloridos arreglos en un par de delicadas partes instrumentales; ¡qué maravilla! Y cuando parece imposible más emoción, ‘Long as can see the light’, blues encendido y apasionado y, de regalo, otro magnífico solo de guitarra. El imprescindible y pantanoso ‘Born on the bayou’ parece pasar a otra dimensión con apenas un par de retoques (es lo que señala a las grandes canciones, que admiten cualquier decoración); por cierto, aquí la voz de John parece la de los viejos tiempos…

‘Train of fools’ es la otra nueva y es muy, muy Fogerty (aunque hay a quien le recuerda al aludido Young); es curioso pero cuando se escuchan las dos piezas recién escritas pudiera parecer que crear canciones es algo fácil y al alcance de cualquiera. El ‘Someday never comes’ mantiene la tensión y esa construcción tan lógica que tenía hace décadas. No podía faltar el ‘Who’ll stop the rain’ (con Bob Seger pero sin la Banda de la Bala de Plata) que, si fuera posible, se torna aun más lírico, casi espiritual, etéreo…, irresistible. Y después de un trepidante ‘Hot rod heart’, un final apoteósico con dos clásicos más; uno es el imprescindible ‘Have you ever seen the rain’, que suena verdaderamente grandioso, adornado con diversas sutilezas y con su infalible estribillo; y por último, ‘Proud Mary’, iniciada de un modo muy parecido a la versión de Ike & Tina Turner pero que rápidamente recupera su pulso más reconocible.

¡Qué álbum prodigioso! Rock en su sentido más profundo, rock a raudales, con alma y con nervio, con gracia y mucho, mucho talento. Evidentemente, no hace falta ser un mozalbete desgreñado para fabricar el mejor rock, John Fogerty es casi septuagenario pero cada uno de sus acordes, compases o estribillos tiene toneladas.

CARLOS DEL RIEGO