lunes, 30 de abril de 2012

CUARENTA AÑOS DE ZIGGY STARDUST. David Bowie publicó en 1972 una de las obras maestras del rock de todos los tiempos


Lou Reed, Mick Jagger y Bowie en 1973,
momento de apogeo glam (BettmanCorbis)

En junio de este año se cumplirán cuatro décadas desde que David Bowie publicó su magistral álbum ‘The Rise and fall of Ziggy Stardust and The Spiders from Mars’, el disco en el que el músico británico se inventaba una estrella de rock alienígena llamada Ziggy Stardust que, con su grupo The Spiders From Mars, protagonizaba una ascendencia y caída en el universo de la música rock.

El disco está considerado como la cumbre del glam-rock, género que ha ido influyendo en posteriores variaciones del rock, tanto en sonido como en estética, tanto en el punk como en la ‘new wave’, en casi todas las ramas de heavy-rock y en el rock ‘indie’. Pero si por algo ha pasado a la historia ‘Ziggy Stardust’ es por las excelentes canciones que contiene, piezas fáciles de recordar, estribillos sencillos y directos, arreglos poderosos sin renunciar a deliciosas orquestaciones..., y todo ello puesto en escena con enorme dramatismo, con gran pasión y teatralidad, incluso a veces con un punto de exageración que, a la larga, da carácter y convierte el total en irresistible. Cuarenta años después esas melodías siguen siendo mágicas, capturan, emocionan, contagian y, en fin, dejan claro que una composición brillante lo será siempre, gustará siempre, independientemente de las modas y gustos del momento.
Bowie y Mick Ronson en la
 gira de Ziggy Stardust

Pero es que, además, ‘Ziggy’ es un disco alrededor del que planean varias leyendas. Por ejemplo, el origen del nombre Ziggy, sobre el que hay diversas teorías, aunque es muy posible que estuviera inspirado en su amigo Iggy Pop. Por otra parte, al menos en aquella primera mitad de los setenta del siglo pasado, también se decía que para explicar el ascenso y derrumbe del grupo de rock en cuestión, Bowie había escrito algunas canciones pensando en otras estrellas del rock concretas; así, corría el rumor entre los más iniciados que el tema ‘Starman’ (dotado de una intensidad dramática que llega a poner los pelos de punta) había sido concebido pensando en Mick Jagger; se aseguraba que la maravillosa ‘Lady Stardust’ (melodía inspiradísima y cautivadora) era en realidad una descripción, un homenaje a Marc Bolan, el malogrado líder de T. Rex; se daba por evidente que la depresiva ‘Rock & roll suicide’ (con ese cambio de ambiente a la mitad que parece anunciar la tragedia) estaba hecha para Lou Reed; y claro, que ‘Ziggy Stardust’ hablaba de sí mismo.

Bowie ataviado con uno
de los disfraces de Ziggy
Son cuatro canciones excelentes, superlativas, encantadoras, delicias que transmiten toneladas de emoción, tanto que hacen palidecer al resto a pesar de ser temas por los que más de uno daría un brazo. Los arreglos (siempre acertados) son del propio Bowie y de quien era su mano derecha, el gran guitarrista Mick Ronson (por cierto, muy muy recomendable, pero muy difícil de encontrar, su Lp ‘Slaughter on 10th avenue’), otro auténtico genio que desgraciadamente murió de cáncer hace casi 20 años.

Lo mejor de estos discos es que perduran, que pasados los años vuelves sobre ellos y te vuelven a emocionar, que siempre tienen nuevos detalles, nuevos matices que descubrir, que siempre los escuchas con diferente perspectiva pero con la misma emoción.

Ziggy no ha perdido nada de encanto a pesar de ser ya cuarentón.
Carlosdelriego.

domingo, 29 de abril de 2012

EL DICTADOR DEL FÚTBOL. La información, los calendarios o los horarios dependen de los criterios de un sátrapa, de un tirano que se dice de izquierdas.


Pasó de comunista a capitalista en
 el momento en que empezó a tener dinero

Actualmente el fútbol es uno de los espectáculos de mayor alcance en todo el planeta, lo que significa (entre otras cosas) el movimiento de ingentes cantidades de dinero. Pero como los clubes de fútbol necesitan más y más dinero para pagar a los mejores jugadores esas cantidades descomunales, esos clubes se entregarán a quien se lo  proporcione.

En España el fútbol vive en una burbuja que, como todas, terminará por explotar con impredecibles consecuencias. Esa burbuja ha sido creada por una empresa que se ha hecho con los derechos de emisión del fútbol aprovechando las necesidades de los clubes. Pero al ser quien paga (seguro que no poco), se ha creído con derecho a todo, incluso al de pernada. Así, la firma Mediapro no sólo controla las emisiones de los encuentros por televisión, sino que decide los horarios y los calendarios, o sea, qué equipo juega qué día y a qué hora según los intereses particulares de la empresa y su dueño, pasando por encima de los de los equipos y de los del público. Pero es que, además, también ha decidido que hay que pagar por el derecho a informar y a ser informado, es decir, impone una especie de impuesto revolucionario (una cantidad arbitraria) a las emisoras de radio por retransmitir los partidos, de modo que exige dinero a cambio de que los locutores cuenten el partido a los espectadores, algo así como si el director de una película viniera a exigir dinero a quien se la esté contando a otro; es más, ni siquiera permite el acceso a las salas de prensa a quien no pague, demostrando que él, el dueño de Mediapro, el señor Roures, lo es también del fútbol, de las emisiones, de los campos, de las salas de prensa y de la información, que será permitirá o no en función del dinero. En pocas palabras, Jaume Roures es algo así como un dictador, el dictador del fútbol, pues él hace y deshace a su antojo, anteponiendo sus personales intereses económicos a todos y a todo.

Roures, dueño de Mediapro,
 es el dictador del fútbol
El problema es que los clubes de fútbol eligen a quienes dirigen la Liga de Fútbol Profesional, y éstos han entregado la liga a aquella empresa. Quienes están al mando de los equipos no hablan muy alto y se pliegan a todo, pues quieren el dinero (después lo despilfarran para volver una y otra vez a la situación de bancarrota), de modo que al final quienes resultan perjudicados por horarios y calendarios, por la ausencia de los medios que no pagan, es el público, y no sólo el aficionado, ya que las catastróficas economías de los clubes terminan siendo saneadas a costa del dinero de todos, el de los aficionados y el de quienes jamás ven fútbol.

¿No tiene Roures un aire al
 señor Burns de Los Simpsons?
La gran ironía está en el hecho de que el mencionado personaje se dice de izquierdas (también es productor de cine y magnate de la comunicación, y en su día fue periodista), cuando todo lo que hace está encaminado a obtener los máximos beneficios económicos; se dice de izquierdas (incluso perteneció a la Liga Comunista Revolucionaria), pero en los medios de su propiedad se incita al consumo (publicidad, esencia del capitalismo); se dice de izquierdas, pero su oferta está dirigida a quien pueda pagar más (por eso está en contra del fútbol en emisión abierta). ¿Y qué hay más capitalista que buscar el rendimiento económico por encima de todo?, ¿qué es más capitalista que tratar de convencer al público de que gaste más, que compre más, que consuma más?, ¿quién es más capitalista que el que sólo está interesado en la clientela más pudiente?. No, Roures no es de izquierdas, ni trotskista, ni comunista, ni socialista, Roures es un auténtico capitalista, lo que él hace está perfectamente engranado en la maquinaria capitalista, es más, es pieza imprescindible para el funcionamiento de ésta, pues sus prácticas son de capitalista salvaje..., lo que demuestra una vez más que para ser considerado de izquierdas lo único que hace falta es decirlo, proclamarse tal y apoyar a los partidos políticos que así se definen. No importa que se viva y se trabaje utilizando todos los recursos del capitalismo (por cierto, el menos malo de los sistemas), para ser un buen izquierdoso basta con decirlo y apoyar a quienes así se dicen. Nada más.

En fin, como buen capitalista, en el tema del fútbol Roures aprovecha las situaciones de ventaja para imponer sus criterios, encaminados a la consecución del máximo beneficio económico por encima de cualquier otra consideración. Legítimo, pero es capitalismo puro y duro. O sea, Roures miente o se miente o las dos cosas. Y mientras tanto, a manipular el fútbol a su antojo.
Carlosdelriego.
      

sábado, 28 de abril de 2012

EL REY. A pesar de sus errores, los españoles debemos al rey mucho más que lo que imaginamos

Juan Carlos I escondió a Franco su proyecto
democrático  y alcanzó el trono
El Rey Juan Carlos está de actualidad, a su pesar,  por el asunto de la caza de elefantes en el sur de África y su posterior accidente, que es lo que realmente convirtió todo en gran noticia. Amante de esta actividad como todos los Borbones, el Rey ha sufrido muchos accidentes a lo largo de su vida, casi todos relacionados con actividades deportivas. 
Es una de sus debilidades pero, seguro, muchos de los que lo critican esconden otras más vergonzantes. Además, ha tenido la grandeza de pedir disculpas públicamente por irse a un safari habiendo en España tal número de parados.   

Momento de la investidura de Juan Carlos de Borbón
 como rey en 1975
A pesar de ello, los españoles debemos mucho al Borbón. Todos los que aquí se creen de izquierdas (yo nunca he conocido a nadie que lo sea de verdad, sí a muchos que se lo creen) y bastantes que no, achacan al Rey que suscribiera los Principios del Movimiento (o sea, las leyes maestras) instaurados por Franco, y luego aceptar la propuesta de éste para convertirse en rey a su muerte; es decir, se le echa en cara haber dicho sí a Franco, haberse comprometido con él.


Pero las cosas no son tan sencillas. Si Juan Carlos I hubiera dicho entonces al dictador que, una vez muerto, rompería con su régimen, sin duda el general gallego le hubiera apartado del trono del mismo modo que hizo con su padre, don Juan, quien siempre dejó bien claras sus intenciones democráticas, y por eso jamás tuvo la más mínima oportunidad de acceder al trono. El caso es que el Rey le dijo a Franco que sí a todo, pero con la intención de hacer lo que su padre hubiera hecho de haber tenido ocasión, instaurar una monarquía parlamentaria.

Don Juan le expuso a Franco sus intenciones
 y éste lo apartó del trono
Y esto se demuestra comprobando que apenas unos meses después de la muerte del generalísimo, el monarca comprende que con Arias Navarro (franquista acérrimo) como presidente no hay posibilidad de reformas políticas, así que fuerza su dimisión y encarga a Adolfo Suárez que empiece a preparar una constitución democrática, una ley de reforma política, convocatorias electorales...


Es decir, cuando el Rey dijo que sí a Franco ya tenía en mente otra cosa, pues comprendió que si se mantenía en sus trece el general le daría la patada; de modo que optó por lo más inteligente: “sí mi general”, y días después de la muerte de éste, se puso manos a la obra para llevar a cabo lo que siempre había tenido en su cabeza, la monarquía parlamentaria.

Casi desde aquellos primeros momentos hubo de lidiar con unos y otros, con los extremistas de izquierda y con los sectores más reaccionarios e inmovilistas del ejército, pero antes de emprender tan tortuoso camino él ya había convencido a muchos en uno y otro lado, ya se había buscado apoyos en todas partes.
Desde entonces, el trabajo que el soberano ha realizado por España ha sido ingente, tanto dentro como fuera, habiéndose convertido en su mejor representante, el más admirado y solicitado por los gobiernos del todo el mundo. Por eso, parece mezquino lanzarse ahora a su yugular y, de paso, tirar unas cuantas andanadas contra la monarquía por un error por el que, además, ya ha pedido perdón.

Y es que se puede ser monárquico o republicano, pero la realidad es que España jamás ha vivido un período tan largo en paz. Y también se pueden recordar esos dos desastres, esas catástrofes llamadas Primera y Segunda República.
Carlosdelriego.
       

viernes, 27 de abril de 2012

ATLETAS CON PRÓTESIS La presencia de Pistorius en Londres 2012 con sus piernas artificiales podría provocar inesperadas consecuencias


Las prótesis proporcionan ventaja
A unos meses de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, el atleta sudafricano Oscar Pistorius ya posee la marca mínima para poder participar. Nada extraño si no fuera porque Pistorius corre con dos prótesis de fibra de carbono en lugar de piernas, que le fueron amputadas con menos de un año por graves malformaciones. De todos modos, aun no se sabe si se le permitirá tomar parte en los juegos, pues hay unos organismos contrarios y otros a favor, mientras que la federación de su país aun no ha decidido.

Vaya por delante que el mérito que tiene este atleta de 25 años es enorme, tanto en el terreno deportivo como en el espiritual, moral, anímico; su esfuerzo, constancia y capacidad de superación deberían servir de modelo, pero no sólo a discapacitados. Que alguien que fue infradotado por la naturaleza para correr haya decidido superar tamaña desgracia precisamente corriendo es algo que llega a emocionar. Sin duda, merece admiración y respeto.

Sin embargo otra cosa es que pueda participar en pruebas atléticas junto a corredores sin prótesis, es decir, que dependen solo de sus músculos. Pistorius corre los 400 metros lisos; uno recuerda haber corrido esa distancia como juvenil y también que los muslos empezaban a arder en la recta final, que apenas se podían estirar las rodillas y que el agarrotamiento impedía una zancada mínima. Lógicamente, entre los atletas profesionales la cosa debe ser muy distinta, aunque sí está comprobado que en esos últimos cien metros de la carrera de la vuelta completa los atletas acortan notablemente la zancada (entre 20 y 30 centímetros).

Pistorius con sus piernas de
 fibra de carbono
Pistorius no tiene estos problemas, puesto que la longitud de su zancada se mantiene uniforme a lo largo de toda la carrera (apenas varía 2 ó 3 centímetros). Además, su corazón no tiene que bombear sangre hasta los dedos de sus pies y volver a subirla, y la musculatura y tendones de sus piernas y tobillos jamás sufrirán lesión o sobrecarga y podrá entrenar sin atender a estos riesgos. Pero el caso es que los atletas “enteros” no sólo corren estos riesgos, sino que muy habitualmente caen lesionados en estas zonas tan importantes para los corredores, no siendo extraño que se produzcan asimismo dolencias derivadas.

Por otro lado, supongamos que Pistorius se alza con el título olímpico. Seguro que al resto de los participantes no les hará mucha gracia (no son pocos los atletas que ya se han manifestado en ese sentido, sin que ello suponga falta de respeto al sudafricano), y se podría producir, llegado el caso, alguna escena indeseable.

Pero lo peor es que, dado que hay muchos deportistas dispuestos a lo que sea, a hacer trampas, a doparse, con tal de lograr el éxito (lógicamente se puede cambiar deportistas por personas sin que varíe el sentido de la frase), no sería un disparate que empezaran a proliferar atletas con prótesis que disputaran el triunfo a los que no las llevan. El caso extremo sería el del deportista con tal ansia de gloria como para amputarse miembros (podría declarar que tras un accidente), sustituirlos por elementos artificiales y volver a la competición. Seguro que si gana habrá quien esté dispuesto a quedarse sin una parte de su cuerpo a cambio de alcanzar la fama, la gloria, el dinero.
Oscar Pistorius, sin piernas desde niño
Pero no es necesario llegar a ese extremo. Por ejemplo, un lanzador paralímpico de peso al que le falte un brazo se puede poner algún dispositivo que le permita lanzar, un brazo de carbono o metal que, de algún modo, pueda tirar la bola; no tardaría mucho en llegar a los 25 metros. Los nadadores a los que les falten extremidades (o partes de ellas) los pueden sustituir por prótesis planas con las que imitar remos. Un ciclista, o un saltador de altura o longitud, un corredor de fondo (su corazón ahorraría mucho esfuerzo), un esquiador... Seguro que los miembros ortopédicos mejorarían su rendimiento rápidamente y los que los llevaran comenzarían a ganar, de modo que los deportistas con todas sus extremidades empezarían a pensar si les compensa competir “enteros”.     
Carlosdelriego.

jueves, 26 de abril de 2012

¿QUÉ ES ESO DEL ROCK GÓTICO? Surge a finales de los 70 del siglo XX y, como todos los géneros, vuelve periódicamente.

Alien Sex Fiend, gótico terrorífico
pero con humor
 Ante la visión de un anuncio de televisión en el que un joven vestido y maquillado con tonos oscuros se declara ‘gótico’, algún espectador preguntó a la concurrencia “¿pero qué dice el menda ese que es gótico o acaso es como una catedral?”.


Durante la segunda mitad de la década de 1970 aparece el movimiento punk en Inglaterra (aunque en Nueva York había, al menos, un grupo que hacía punk incluso antes), que supuso algo así como una puerta por la que se colaron todo tipo de géneros, estilos, ritmos, estéticas, tribus urbanas...

Uno de aquellos grupos era Joy Division (anteriormente Warsaw), cuya propuesta artística fue, ante todo, romántica, pero no romántica en el sentido que hoy se da a esa palabra, no romántica como una novela rosa, sino romántica en el sentido de ruina gótica, de monasterio abandonado, de Poe y Bécquer, de mujer inalcanzable, de suicidio por amor, de tragedias necesarias. Desgraciadamente, el cantante del grupo, Ian Curtis, se suicidó (como buen romántico) en 1980, pero a partir de ese momento surgen grupos que empezaron a llamarse ‘nuevos románticos’. El sonido de éstos era (por lo general) más bien tecno, bailable, bastante inocuo, sencillo y de fácil asimilación. Sin embargo apareció una variante (tal vez más auténtica) de esa nueva visión del romanticismo: la visión tétrica, siniestra, oscura, con ambientes de cementerio, portadas con imágenes inquietantes, letras que huyen de la alegría, atmósferas agobiantes y un resultado claramente pesimista.
Joy Division, con Ian Curtis a la voz,
abren la puerta del rock gótico

La nómina de grupos que en aquel momento se unían a la corriente o eran encuadrados directamente en ella por la crítica o el público no dejó de crecer hasta mediados de la década de los ochenta. 

Entre los más destacados pueden mencionarse a The Cure, cuyos primeros discos son perfectas descripciones de lo que es el rock gótico, entonces conocido como rock siniestro (hay que escuchar ‘Primary’ del álbum  ‘Faith).

 Uno muy particular, con una puesta en escena cargada de humor negro, era Alien Sex Fiend (¡aquel concierto en Valencia a mediados de los ochenta!), cuyos primeros singles aun causan impacto (como su ‘Ignore the machine’). Muy importante fue Bauhaus (algo menos los que surgieron tras su disolución, como Tones on Tail o Love And Rockets), que proporcionaron un toque más glam al sonido, pero produjeron piezas maestras del género como la irresistible ‘Watch that grandad go’. Asimismo hubo otras bandas que dieron al sonido diversos matices, como los elegantes Japan (sin duda góticos; a mencionar ‘Adolescent sex’), los más ruidosos The Jesus and Mary Chain (con su innegable encanto, por ejemplo en ‘Some candy talking’), los arrolladores Siouxsie and the Banshees (atención a su ‘Angel dust’ o su versión de ‘The passenger’), los más desconocidos Playdead, The Danse Society, Dead Can Dance, The Weathermen (hay que escuchar su ‘Deep down south’)...

Sisters of Mercy, 100% ambiente gótico
Pero tal vez la banda más representativa de los orígenes del rock gótico sea The Sisters of Mercy, que ha tenido varias continuaciones tras varias escisiones (la más destacada, The Mission). Entre sus grandes canciones nadie debería perderse (guste o no el género) piezas como ‘Walk away’, ‘Alice’ y, sobre todo, ‘Anphetamine logic’, donde luce como nunca la voz de ultratumba, desesperada, suicida, de Andrew Eldritch.

Rock siniestro, rock gótico,‘after-punk’..., son denominaciones válidas para determinar un género que hoy sigue estando en auge, aunque con otras bandas, con otros matices, con otras puestas en escena.

Y es que en el terreno del rock y el pop, todo puede valer, todo se puede envolver, decorar, arreglar, presentar de una manera u otra, sólo hace falta que la canción sea buena, que muestre al menos una pizca de talento. 
Carlosdelriego.

miércoles, 25 de abril de 2012

USO DISTORSIONADO Y PERVERSIONES DEL LENGUAJE Cuando es conveniente, se da a las palabras un significado interesado


El lenguaje es un instrumento que vale para todo, para la guerra y la concordia, para el amor y el odio, para el arte y para el deporte, para todo. Sin embargo, muchas veces se hace un mal uso del idioma, de las palabras, de su significado, de sus matices, llegándose a veces a hacer un uso perverso y malintencionado, distorsionando los significados y adaptándolos a lo que se quiere decir. Merece capítulo aparte la forma de escribir mensajes electrónicos.


Los ejemplos son muy abundantes. Uno que se usa mucho en prensa y que evidencia ínfulas literarias es eso de “Fulano de Tal nació un 28 de enero de 1955”, dando a entender que 1955 tuvo al menos dos 28 de enero, y en uno de ellos nació Tal; nadie que sólo tuviera un coche en su cochera diría “bajé al garaje un cogí un coche”, sino “el coche”. Otro mal uso de la terminología, tremendamente extendido, es decir cosas como “a nivel de vestuario todo va bien” o “esto se usa a nivel comercial”, en lugar de “en el vestuario...” o “se usa en comercio”. En el terreno de la música pop y rock también se patea habitualmente el lenguaje al decir y escribir aberraciones del tipo de “jitazo”, que toma el término inglés ‘hit’ (éxito), hace una jota de la hache y trata de españolizar el palabro con el sufijo aumentativo –azo..., en fin, no se puede hablar tan mal con tan pocas letras. 
"TODO VA BIEN A NIVEL DE OFICINA",
"PUES SÍ, LA VERDAD ES QUE SI"


Casi exclusivo del lenguaje hablado es esa manía de terminar todas las frases con un ¿vale?, como queriéndose uno asegurar de que se le ha entendido lo que acaba de decir, y eso a pesar de ser cosas que no necesitan esa seguridad; por ejemplo “iba por la calle paseando a mi perro, ¿vale?, cuando me encontré a aquel señor de negro, ¿vale?”, y así sucesivamente, como dudando el hablante que quien escucha tenga capacidad suficiente para entenderle. Pero la expresión más pronunciada en las últimas décadas en España es “bueno, pues la verdad es que sí”, o “pues sí, la verdad es que sí”, una forma tópica de comenzar una respuesta que llega a cansar por la continua repetición en todas las esferas (política, artística, deportiva, coloquial, televisiva, radiofónica...). Y hablando de deporte, también está muy de moda lo del “trivote”; se refiere a las posiciones de los jugadores de fútbol en el campo y alude a tres de ellos, sin embargo, cuando son dos se dice “doble pivote”, mientras que si son tres se prefiere “trivote” a “triple pivote”, ¡vaya usted a saber por qué!

Pero hay muchos otros giros totalmente erróneos usados sobre todo en los medios de comunicación (donde, por cierto, también abundan los anteriores). Así “catástrofe humanitaria” cuando se quiere decir catástrofe que afecta a muchas personas; pero el término ‘humanitario’ significa algo bueno para el género humano, benigno, caritativo, benéfico, que tiene como fin aliviar a las personas de las calamidades que padecen; de modo que “catástrofe humanitaria” significaría catástrofe buena para los hombres; en fin, podría sustituirse simplemente por “catástrofe para la población”. También entre quienes escriben no es raro comenzar textos con “Pepito no imaginaba al salir de casa los hechos que le iban a ocurrir”, o “qué poco imaginaba el hombre el terrible accidente que le esperaba”; en realidad, nadie imagina ni adivina qué le depara el futuro, pero ese modo de iniciar la frase (recurso usado mucho por un Nobel sudamericano) es tenido por erudito por algunos cuando escriben. También se usa mucho (incluso en ambientes oficiales) “memoria histórica”, dos palabras que se repelen como polos iguales de un imán; la memoria es particular, de cada uno, y suele llevar a engaño muchas veces, pues es fácil que el mismo hecho sea recordado de modo diferente según la persona y el tiempo transcurrido; además, la Historia no puede hacerse a base de recuerdos, que pueden ser falsos, partidistas, interesados, sino que debe atender, sobre todo, a documentos; por último, el uso que se hace “memoria histórica” se refiere exclusivamente a una parte mínima (apenas 40 años) de la Historia de España, por tanto habría que decir, en todo caso, “memoria de 40 años”, y también sólo hace referencia a lo sucedido a una parte concreta de la población española de esos años, de forma que lo sucedido a la otra parte no cabe en ese sentido pervertido que se da a “memoria histórica”.

Los ejemplos del uso partidista del lenguaje son casi infinitos. Uno verdaderamente terrible es “discriminación positiva”, que quiere decir que se va a beneficiar a un colectivo que antes estaba perjudicado. Pero el caso es que discriminar es separar o dar trato de inferioridad, por lo parece difícil dar trato de inferioridad positivamente; además, discriminar significa perjudicar a unos en beneficio de otros, es decir, sería positiva para estos pero negativa para aquellos; cuando en EE UU se prohibía a los negros ciertas cosas se estaba beneficiando a los blancos, es decir, había “discriminación positiva” para con los blancos; por tanto, cuando se hace “discriminación positiva” con unos se está haciendo “discriminación negativa” con los otros. También es equivocado usar términos como ‘asesino’ o terrorista’ a hechos o personas que jamás han pensado en hacer daño; por ejemplo, cuando el rally París-Dakar huyó de África por las amenazas terroristas, muchos dijeron que la exhibición de opulencia de los coches en lugares deprimidos también era terrorismo...; con ello se toma una palabra y se adapta a lo que se quiere proclamar; en fin, se podría decir que los participantes en la carrera son soberbios, engreídos, chulos, insolidarios..., pero no terroristas.

También se utilizan topicazos como ‘la ciudad condal’, ‘la ciudad del Turia’, ‘persona humana’...

Y una más. Hay muchos periodistas, políticos y ciudadanos en general que dicen Castillaleón cuando se refieren a Castilla y León, convirtiendo León en algo así como el apodo diferenciador de la otra Castilla. Pero para eso está la ‘y’, para unir dos territorios históricos, no como Castilla-La Mancha, donde La Mancha es término diferenciador. 
Carlosdelriego.

martes, 24 de abril de 2012

NIÑOS ASESINOS El niño de 4 años que mató a su padre y la adolescente de ‘No me gustan los lunes’



La canción 'I don´t like mondays'
 es una maravilla


El pasado lunes 23 de abril los medios de comunicación daban la noticia de que un niño de cuatro años había dado muerte a su padre en Arabia Saudí; al parecer, éste no le había comprado el juguete que él quería, de modo que, en un descuido, el niño cogió la pistola de su padre y le disparó acertándole en la cabeza, con lo que murió en el acto. El chiquillo, al ser preguntado, respondió simplemente eso, que su papá había regresado a casa sin haberle comprado la consola de juegos.  
Entre las dos fotos, más de 30 años
Esta terrible historia se relaciona fácilmente con la que dio pie a la famosa canción ‘No me gustan los lunes’ (‘I don´t like Mondays’) que el grupo irlandés Boomtown Rats publicó el 1979. Aunque en España tuvo menos repercusión, el hecho causó una enorme conmoción en Estados Unidos. Una chica de 16 años de California (Brenda Spencer) cogió un día a primera hora de la mañana el rifle que su padre le había regalado en navidad y no se le ocurrió mejor cosa que asomarse a la ventana de casa y disparar; como su colegio estaba enfrente, tiró contra los escolares (de 9 y 10 años), conserjes, profesores, directores...

Brenda, 16 años,
mató porque no le gustaban los lunes
 
 Poco más de un cuarto de hora después había disparado 36 veces con el resultado de 2 muertos y once heridos. Luego se encerró en casa y horas después se entregó. Preguntada por la causa de su acción dijo, entre otras cosas y con una frialdad que dejó estupefactos a todos, “No me gustan los lunes, y esta era una buena forma de hacerlo divertido; ha estado bien; eran como patos en un estanque, blancos fáciles”. Fue condenada a cadena perpetua y aunque ha pedido varias veces la libertad condicional, se la han denegado siempre; no tendrá una nueva vista hasta 2019, es decir, para entonces llevará 40 años en la cárcel, y casi seguro que volverán a denegarle la condicional..., en USA cuando condenan, condenan.

Estas dos historias de niños asesinos demuestran una cosa por encima de todo: un arma de fuego al alcance de un niño es un peligro constante, permanente, para todos los que estén a su alcance. Lógicamente, el niño de cuatro años no sabía qué hacía y aunque sea inconsciente, ese hecho marcará el resto de su vida, igual que la adolescente, que la pasará entre rejas. Por otro lado, las armas en casa significan peligro para quienes vivan en ella, pues tienen muchas más probabilidades de resultar heridos que un intruso.

Desgraciadamente hay muchos otros casos de niños asesinos, pero lo escalofriante de estas dos historias (verdaderas anomalías) es que han pasado en casa. Así, quienes llevaron las armas no están totalmente exentos de culpa; el padre del niño por no dejar su arma bien guardada (hay que suponer que tendría licencia), y el de la adolescente por regalarle tal cosa a una chica con problemas de drogas y alcohol, denuncias por violencia y abuso de animales...

Eso sí, la canción de Bob Geldof es una auténtica maravilla, una delicia de melodía y letra, una pieza redonda, sin duda lo mejor que ha escrito el irlandés y uno de los temas inolvidables del final de los setenta del siglo pasado. Audición obligatoria.
Carlosdelriego.


lunes, 23 de abril de 2012

CASTILLA Y LEÓN CELEBRA UNA HUMILLANTE DERROTA Cada 23 de abril se conmemora aquí un auténtico e inútil descalabro


Ejecución de los líderes comuneros,
 obra de Antonio Gisbert.
Un sacrificio inútil
El día 23 de abril es el Día de la Comunidad de Castilla y León, que ha escogido esa fecha por considerarla un momento de enorme esplendor en el devenir histórico de la región. Ese día de 1521 los llamados ‘Comuneros de Castilla’ fueron totalmente derrotados por las tropas de Carlos I en la batalla de Villalar (la guerra de las Comunidades siguió unos pocos meses más). Al día siguiente fueron ejecutados los tres principales cabecillas, cuyos nombres se dicen de carrerilla: Padilla, Bravo y Maldonado.

Esta guerra de los Comuneros ha dado lugar a muchos estudios con conclusiones muy dispares. Algunos autores la señalan como una revuelta del pueblo contra la tiranía del poder, mientras que otros aseguran que, en realidad, fue una insurrección promovida por la alta burguesía urbana y las aristocracias más poderosas, que se iban a ver obligadas a pagar más al retirarles el nuevo rey sus privilegios medievales; otra causa importante fue la gran cantidad de extranjeros que Carlos de Habsburgo colocó en cargos de relevancia; posteriormente, muchos campesinos se levantaron contra sus señores, los cuales habían apoyado en principio la revuelta y ahora se ponían del lado del rey (antes pagar más que perderlo todo).

A pesar de todo, Castilla y León escogió tal fecha como el Día de la Comunidad en 1986, dando a entender que en Castilla no se ha producido ningún hecho glorioso, heroico o trascendental a lo largo de su Historia, nada que festejar mejor que aquella patética derrota de nulas consecuencias. Así, es lógico que León jamás haya tenido representación significativa en Villalar de los Comuneros cada 23 de abril, donde lo raro es ver leoneses (con cargo político o simples ciudadanos); y por si fuera poco, conmemora a los Comuneros de Castilla, de Castilla, no de León. En resumen, como en casi todas las revoluciones que en la Historia han sido, la causa principal, determinante, la chispa, la mecha y la pólvora fue el dinero, no esos presuntos idealismos que de ningún modo existían en las mentalidades de hace cinco siglos. Sea como sea, parece poco inteligente señalar como la fiesta de un territorio un hecho con orígenes tan difusos y un final tan amargo.
Batalla de Villalar, pintura
del murciano Picolo López

Pero dejando aparte las causas de la revolución (que generalmente, sea ésta del tipo que sea, suelen ser mucho menos elevadas y sublimes que lo que algunos desean), lo verdaderamente asombroso es que se haya convertido una derrota tan humillante en una fecha a recordar como la más importante de la historia de un territorio, en un día a celebrar, en un hecho glorioso del que sentirse orgulloso. Es como si Estados Unidos recordara de modo festivo el bombardeo a Pearl Harbour, Alemania lo hiciera con el día de la firma del Tratado de Versalles o España con la batalla de Trafalgar. Pero es que, además, aquel movimiento comunero no tuvo la menor consecuencia, o sea, todos los que murieron en el campo de batalla, así como los mencionados líderes, perdieron la vida por nada; todas las ciudades que se rebelaron volvieron inmediatamente a someterse a la autoridad real, es más, las más destacadas en la rebelión perdieron peso político. Eso fue todo. 

La Historia siguió su curso sin que aquellas muertes la afectaran lo más mínimo.


Por cierto, para León podría escogerse como su fiesta el 26 de mayo, pues tal día de 1135 Alfonso VII de León se coronó en la Catedral Imperator Totius Hispaniae. O el 27 de abril, pues ese mes de 1188 Alfonso IX de León convocó en San Isidoro de León las primeras cortes con representación ciudadana de la Historia, y parece que ese día 27 se daban a conocer los resultados.

Castilla la Vieja seguirá alegrándose de aquella derrota y olvidándose de otras mil fechas verdaderamente memorables, victoriosas, gloriosas.
carlosdelriego. 

domingo, 22 de abril de 2012

UNA FÁBULA (REAL) DE VENTANILLA La imposibilidad de luchar contra las instituciones


Delegación de Hacienda.

“Buenos días, venía a ver qué ha pasado con este recibo del IVA que me han cargado dos veces en mi cuenta del banco”, dijo el ciudadano a la funcionaria mostrándole los dos documentos.
Ella contestó con una sonrisa de conmiseración: “Eso no puede ser”, y se puso a comprobar todos los números, primero con ojos entornados y la sonrisa puesta, pero tras comparar todos los dígitos, símbolos, cifras, períodos..., y tras unos segundos de silencio, admitió: “Pues sí, parece que se ha duplicado el recibo..., mira que es extraño”. Y elevando la voz, avisó a su compañero de al lado: “Oye Juan, ven a ver estos dos recibos”. Juan se acercó, miró, remiró, se aseguró y declaró: “Sí, es raro, pero alguna que otra vez puede pasar”.

A todo esto, la cola que había detrás del probo ciudadano, lejos de impacientarse, miraba con gran curiosidad el desarrollo del leve pero interesante incidente.

“Bueno”, dijo finalmente el demandante, “y qué podemos hacer ahora para que yo recupere esta pequeña cantidad que me han cobrado dos veces por el mismo concepto y período de tiempo”.
“Nada, nada”, dijeron los solícitos funcionarios, “sin problemas, haga el favor de rellenar este impreso y déjenos sus datos bancarios y en alrededor de un mes o mes y medio se lo reembolsaremos”.

Satisfecho y creyéndose triunfador de la siempre difícil contienda burocrática, el contribuyente abandonó el recinto convencido de haber solucionado un problemilla, puesto que la cantidad cobrada irregularmente apenas sobrepasaba las 3.500 pesetas.

Pasó un mes, un mes y medio e incluso tres meses, así que, con alto grado de disgusto y enfado y haciendo enormes esfuerzos para no levantar la voz (seguro que aquellos funcionarios no tenían la más minima culpa), el hombre, con cierta sensación de pardillo, volvió a la cola. La mujer de detrás de la ventanilla, al verlo de cerca, miraba por encima de las gafas como queriendo reconocerlo. Al llegar su turno: “Buenos días, estuve aquí hace tres meses para ver qué pasaba con esta factura del IVA que me cobraron dos veces”. La señora, al ver los papeles, alzó las cejas con una expresión entre el sonrojo y la sorpresa, lo que demostraba que sabía de qué iba la cosa. “No me lo explico, lo entregamos al departamento correspondiente para que se subsanara el error” susurró en tono de disculpa.

“¿Y qué podemos hacer?”, dijo el ciudadano casi en tono desafiante. Ella explicó con modestia que rellenara el susodicho impreso y volvería a pasarlo a la ventanilla donde se ocuparían del asunto, esta vez personalmente, no dejándolo distraídamente en la bandejita. Pero el reclamante insistió en que eso no era suficiente, “con esas ya me engañaron hace tres meses, así que ahora exijo ver al delegado o a alguno de sus superiores”. La pobre mujer (que empezaba incluso a sentirse un poco culpable) tomó el teléfono, se dio media vuelta, habló unos segundos y se volvió. “Por favor, siéntese ahí y espero un par de minutos, ahora baja el jefe de sección”.

Efectivamente, menos de dos minutos después se acerca dicho jefe: “Disculpe señor por todas las molestias. Déjeme ver los dos recibos”. Los mira por arriba y por debajo, por detrás y por delante, escruta cada letra, cada dígito, cada cifra, y repite la misma monserga: “Mira que es extraño..., parece que se ha enviado dos veces el mismo recibo..., no es habitual pero puede pasar”. Y concluye: “No hay problema, rellene el impreso correspondiente, déjeme sus datos bancarios y calculo que dentro de mes o mes y medio estará deshecho el error”. Resignado porque veía que la cosa no iba por buen camino, el ciudadano dijo al marchar, “aquí está otra vez el impreso, pero tenga usted en cuenta que esto ya me lo dijeron hace tres meses y ya no me fío demasiado”.

Tal y como él preveía, pasaron otros tres meses y su cuenta corriente no se incrementaba con esas 3.500 pelas (21 euros), así que se echó el disgusto a la espalda, se propuso explicarse con calma y se fue nuevamente a la delegación.

Por tercera vez: “Buenos días, yo venía a....”, repitió el cada vez más enfadado contribuyente autoalimentando su indignación. Al poco había tres o cuatro funcionarios examinando los dos recibos, y un minuto después eran no menos de una docena; miraban, cuchicheaban, volvían disimuladamente la vista a la cola, discutían entre ellos, daban su opinión..., finalmente se vuelven todos y uno dice “no me explico qué ha podido pasar, señor, le pido mil disculpas y le aseguro que esto se va a solucionar rápidamente”, y empezó a soltar lo de “si rellena el impreso y me deja sus datos bancarios....”. En ese momento, el demandante estalló: “Ni impreso ni datos ni nada, exijo ver al delegado, al director, al jefe, a quien mande aquí ahora mismo”. El público, enterado del asunto, lógicamente se puso de parte del hombre y en contra de la burocracia, “tiene razón, esto es una tomadura de pelo, se ríen de nosotros”, decían desde varias colas.

En medio del vocerío, pues los trabajadores de la entidad también gritaban tratando de imponer el orden (el encargado de seguridad no sabía a qué atender), apareció el señor delegado o lo que fuera. “Por favor, un poco de calma, que así no se solucionan las cosas”, dijo un atildado personaje de traje y corbata, y añadió “que venga a mi despacho el contribuyente”.

Subieron los dos juntos en medio de un silencio muy violento. Separados por una mesa, el delegado preguntó qué había pasado. El ya desesperado reclamante repitió la historia, añadiendo las dos visitas anteriores a la delegación de Hacienda mientras mostraba los dos recibitos de marras. Con ojo experto los observó con detenimiento, metódicamente, primero los encabezamientos, luego todos y cada uno de los signos impresos, los contrastó, los repasó dos veces y, finalmente, repitió lo que sus subordinados: “Qué extraño es esto, parece un recibo duplicado, pero no se preocupe, si rellena el impreso y me deja sus...”. El enrojecido ciudadano se levantó y gritó “No me tome el pelo, no me vuelva a engañar, no me diga que en mes o mes y medio lo tendré en mi cuenta porque es lo que me han dicho las otras dos veces”. Sabiéndose responsable del entuerto, el burócrata trató de buscar la calma y habló como si nada ocurriera, como si todo fuera un problema de números que a nadie afectaba:  “Por favor, créame, se lo voy a solucionar”.

Haciendo acopio de toda su reserva de paciencia, el hombre dijo “mire, me voy a marchar antes de que cometa un disparate, pero sepa usted que estoy convencido de que no va a solucionar nada, por lo visto ese no es su trabajo”.

El tiempo pasó y la sufrida cuenta del ciudadano nunca vio aquellos míseros dineros; claro que él se hizo pronto a la idea y dejó de buscar ese ingreso.

Muchos años después conoció a un inspector de hacienda y le comentó el caso. Éste le aseguró firmemente que debería haber puesto una demanda y seguir todos los pasos legales hasta que un juez le hubiese dado la razón. “¿Para qué todo ese tiempo, energías y dinero perdidos por esa cantidad? No puedo dejar mis obligaciones o dedicar mi escaso tiempo libre a meterme entre pleitos y abogados, sobre todo si al final lo hubieran resuelto diciendo que en mes o mes y medio estaría el dinero en mi cuenta”.

En fin, que el experto aconsejaba que, tras haber perdido muchísimo tiempo con las visitas a la delegación, perdiera muchísimo más iniciando una demanda que, seguro, sería larguísima y costosísima, y que en el mejor de los casos terminaría con un ingreso de 3.500 pesetas y un gasto de cientos de euros. Y eso sin contar el mal humor y resentimiento que con total certeza iban a surgir.

Por cierto ¿Qué habría pasado de haber sido las cosas al revés?

Si Larra viviera diría: “Ya os lo advertí”.
NOTA: No está basado en hechos reales, ocurrió tal y como se cuenta.
carlosdelriego.     

viernes, 20 de abril de 2012

“EL BIEN COMÚN”, UNA RAZÓN QUE VALE PARA TODO El recurso fácil de la expropiación


REPSOL EXPROPIADO

La expropiación sufrida por Repsol en Argentina ha sido llevada a cabo “por utilidad pública”, pretexto tan simple y fácil de llevar a cabo que no es extraño que los gobiernos recurran a él cuando les es conveniente. El partido con mayoría decreta una ley que puede ser ejecutada en el acto. En pos del “bien de la sociedad” se puede expropiar, deportar, encarcelar, ejecutar, prohibir, censurar..., como bien se puede comprobar en los regímenes fascistas (ya sean capitalistas o comunistas) y como hacen de vez en cuando democracias regidas por gobernantes sin escrúpulos.

La cosa no es nueva y, al poco de saber de las intenciones del gobierno argentino, uno puede recordar las muchas expropiaciones que ha habido en los últimos siglos España (y en todos los países de nuestro entorno), pero sobre todo las llamadas desamortizaciones, tanto la de Mendizábal como la ‘civil’ de Madoz, aunque hemos tenido muchas más.

Álvarez Méndez (luego Mendizábal, de quien Galdón dijo “tiene buenas ideas, pero ni la más remota de qué hacer para realizarlas”) expropió las tierras de la Iglesia (principal objetivo expropiatorio histórico en España, Francia, Inglaterra...) en 1836 con el fin de subastar esas tierras y recaudar dinero. Pero como era lógico, las subastas las ganaron los grandes terratenientes, la gente con más dinero y, en general, las oligarquías urbanas y rurales; y además, como gran parte lo pagaron con los llamados ‘vales reales’ (títulos de deuda pública) que meses antes eran papel mojado con escaso valor, el beneficio que logró el gobierno español fue mucho menor del esperado.      

La desamortización de Madoz (1855) se llamó civil porque la mitad de lo expropiado fue a los municipios, sobre todo a los pequeños, y la otra mitad fue a la Iglesia y a instituciones de beneficencia. Mejor regulada, ésta arrojó mayores beneficios económicos al estado, pero consiguió lo mismo que la anterior: concentrar aun más la propiedad en muy pocas manos.
Además, se deterioraron y perdieron muchos edificios históricos, así como obras de arte, libros y bienes de gran valor. Las tierras comunales de los ayuntamientos, usadas para pasto o leña, pasaron manos privadas, con lo que dejaron de ser explotadas por los vecinos y los más pobres. Se produjo una tremenda deforestación y roturación, pues montes y bosques pasaron manos privadas (la reforestación costó mucho más de lo recaudado y duró más de un siglo)...
VALLE DE RIAÑO, EXPROPIADO

Los resultados de las expropiaciones son imprevisibles, pero en este caso parece claro que Repsol YPF va a ser repartida entre las oligarquías económicas y políticas argentinas. Al igual que lo sucedido hace siglo y medio, son tejemanejes de ricos y poderosos que, seguro que no para bien, afectará a los conductores y a los peatones, en contra de lo que dijeron aquellos y lo que dicen estos, que expropian “por utilidad social”.

Una expropiación que afecta de cerca de los leoneses fue la del valle de Riaño. Este proyecto (de época de Franco) se había abandonado, pero la Eta consiguió con continuos ataques que el gobierno se bajara los pantalones y paralizase la central nuclear de Lemóniz (Vizcaya) en 1987, de modo que, a cambio, ese gobierno entregó el valle de Riaño a las compañías eléctricas. En beneficio de la sociedad.  
Carlosdelriego.